Se acelera la investigación que involucra a Jouliá

La comisión legislativa se entrevistó con el juez que entiende en la venta anticipada de regalías y viajará a Roca para interiorizarse sobre el contrato formulado entre Edersa y la Turbine.

Análisis: El enigma de una gambeta

Edgard Hoover fue durante 40 años todopoderoso jefe del FBI.
Le temió el poder político y todo Estados Unidos.
Sin generarse ninguna tensión ética, Hoover se metió hondo en la intimidad de ambos haciendo gala de una inmensa flexibilidad moral y carencia de escrúpulos.
En ese camino odió al Congreso.
Lo vivió como contrapoder. Le molestaban -por caso- las comisiones investigadoras. Colaboró con ellas a regañadientes.
Para Hoover, con el sólo de hecho declarar ante una comisión del Senado, un sospechoso -de lo que fuere- comenzaba a sacar patente de inocente ante la opinión pública.
"Este hombre no teme... está seguro de estar limpio", reflexionaba Hoover.
En Río Negro, el ex ministro de Gobierno, Horacio Jouliá se negó el miércoles a declarar ante la comisión legislativa que investiga el convenio que liga a ERSA con la Turbine Power y la venta anticipada de regalías.
Alegó que como existe una causa judicial sobre el tema, privilegiaba sus derechos de defensa ante ese ámbito. Es decir, estima que la declaración en la comisión puede afectar su defensa ante la indagatoria que lo espera.
Jouliá - claro está - hizo uso así de un derecho.
Sin embargo, su negativa promueve la convicción de que perdió la oportunidad de -si lo es - comenzar a demostrar su inocencia en el caso en cuestión.
Y de iniciar ese camino ante la Legislatura, jerarquizando y respetando el accionar de ese poder.
Pero no. Jouliá optó por ponerle límites al Legislativo.
Y nada menos que en una tarea destinada a echar luz sobre una cuestión íntimamente ligada también a la necesidad que siente la sociedad de recuperar confianza en el poder público.
Así, al no declarar, de cara a la sociedad, el ex ministro de Gobierno alimenta una sensación negativa del rol que le cupo en el manejo de algunos tramos de las cuestiones de la provincia en las que entendió.
Porque si realmente es inocente, Jouliá hubiera incluso transformado su declaración ante el comisión en un escalón importante para emitir señales a la Justicia de lo cristalino de su conducta.
Ningún juez deja pasar por alto lo dicho en una comisión investigadora. No lo condiciona, pero es un antecedente a computar.
Así, con su negativa, Jouliá deja flotando la impresión de que no se siente seguro ante el avance de la investigación.
Y queriendo no pisarse, quizá se está pisando.