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Jueves 12 de setiembre de 2002 | ||
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Es calamitoso el estado del CEM 21 de Catriel |
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En los pisos hay agujeros de hasta 40 centímetros de profundidad. El edificio tiene dos sectores: uno de material y el otro prefabricado. Docentes temen por las escasas condiciones de seguridad. |
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Esta parte es la que tiene los problemas más serios y que han llevado a las autoridades de la escuela a reclamar continuamente por una solución de fondo, es decir una escuela nueva. "El problema más importante son los pisos de la parte vieja, por el peso de la cantidad de gente que camina, alrededor de 400 chicos, y los años de vida útil que han sido ya superados largamente, los pisos se hunden y quedan los huecos de cuarenta centímetros de profundidad ya que esta parte de la escuela está montada sobre ladrillos y queda más elevada del terreno. Se han caído profesores, chicos, una de ellas se esguinzó", comentó la directora Norma Lemoine. La escuela cuenta con cerámicos ya que la cooperadora compró los pisos, sólo faltaría el material para pegar y el relleno. La directora expresó su impotencia ante tantos reclamos, "desde hace cuatro o cinco años se vienen haciendo, hemos hecho tres reclamos por escrito, nadie escucha, nadie viene a ver, salvo los padres autoconvocados. En estas condiciones es difícil seguir trabajando". Los pasillos de la escuela son estrechos, apenas de 2 metros de ancho, esto dificulta el normal desplazamiento de los alumnos que no tienen dónde estar en los recreos, tampoco hay galerías, ni ventilación. Además, las aulas, debido al material son extremadamente calurosas, "desde octubre en adelante tenemos, sobre todo en la tarde, muchos alumnos descompuestos porque el calor dentro de los cursos es insoportable, ya que ese tipo de aulas no tiene ventanas que se abran salvo unas pequeñas banderolas que son insuficientes", explicó el vicedirector Luis Rosales. "Al menos que pongan interés en venir, ver..., desde el municipio nos dicen que el presupuesto de ellos es para arreglos menores y que esto tendría que ser encarado directamente por el CPE; también esta estructura de madera y chapa es peligrosa por los incendios, no tenemos cargados los matafuegos, no hay salidas de emergencias, y las puertas se abren hacia adentro, lo que la hace una verdadera trampa", sintetizó Norma Lemoine. El recorrido Este medio recorrió las instalaciones con un técnico en seguridad, quien manifestó que "el pasillo es angosto, mide alrededor de 35 metros de largo entre las puertas que dan al exterior, es demasiada distancia ante una emergencia. Además, las ventanas de las aulas, unas no se abren y las otras están con rejas, si a eso le sumamos la cantidad de chicos, los materiales inflamables, la falta de escapes, mi conclusión es que si aquí funcionara una empresa esto hace tiempo estaría inhabilitado". |
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