Lunes 9 de setiembre de 2002
 

Prosperan las huertas en Cipolletti como alternativa a la crisis
 
  CIPOLLETTI (AC).- En el perímetro más alejado del noroeste cipoleño, entre descampados y sembradíos no demasiado florecientes, un grupo de familias decidió ponerle el pecho a la crisis y sus integrantes se embarcaron en la misión de subsistir con lo suyo, al menos en lo que a verduras y hortalizas se refiere.
Están trabajando la tierra para crear huertas -entre personales y comunitarias, porque habrá intercambios- con el apoyo del municipio, el programa nacional Redes y el INTA.
Se trata de emprendimientos en los parajes Santa Marta y Santa Elena, y también en un segmento del cercano paraje El Treinta, en 12 hectáreas cuya propiedad corresponde a familias que resolvieron producir sus propios productos para la comida diaria y después, en un segundo nivel, para la venta en pequeña escala.
De los vecinos partió la iniciativa. "Nosotros planteamos el tema y por suerte nos escucharon", dijo Ramón, un poblador curtido.
En esta patriada la municipalidad pone lo suyo. En agosto el área de Servicios Públicos derivó de manera gratuita un tractor con arado y rastra de disco para los movimientos del suelo en las 12 hectáreas que se prepararon. La orientación corrió por cuenta de técnicos del programa nacional Redes. De esta forma los vecinos supieron sobre la aptitud de las determinadas parcelas y dónde deben plantar los vegetales y las hortalizas.
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) realizó la provisión de semillas y con personal idóneo está supervisando los pasos de este emprendimiento que, a la postre, cubrirá una buena porción de la canasta básica de varios pobladores.
En este contexto, ya hay en Cipolletti más de 30 miniproductores -aparte de los 15 que están comenzando- que vieron en su momento la posibilidad de reexplotar sus pequeños campos, y que recibieron asistencia financiera del Redes y Acción Social de la comuna.
Con este programa, más el Fondo de Desarrollo Municipal, se asiste a microemprendedores, muchos constituyendo familias numerosas con más de cinco hijos.
En la antesala de la primavera hay entonces unas 45 familias dedicadas a los cultivos, bajo el tutelaje de diversos estamentos. Unas, trabajando a cielo abierto en verduras y hortalizas de estación -papa, cebolla, zapallito, perejil y demás- y otras expandiéndose incluso con invernaderos que posibilitan el cultivo de frutos a contra estación, como tomate y apio.
Como ejemplo de los más avanzados, merecen citarse dos. El cultivo de hortalizas por el sistema hidropónico, a partir del cual se disponen cañerías por las que circula agua con nutrientes produciendo vegetales -lechuga y arvejas, por ejemplo- en estantes, no en tierra, y la reconversión del monte frutal de una familia que pasó de fruta con semilla a la de carozo, obteniendo ciruelas de excelente calidad.
En las 12 hectáreas de Santa Marta, Santa Elena y El 30 la tarea del movimiento de tierra fue incesante, por más de un mes, y luego se sembró con las semillas aportadas por el INTA.
Acerca de este tipo de tarea, sumada a los emprendedores más avanzados, el intendente Julio Arriaga dijo que por medio del financiamiento de microemprendimientos "tenemos un caudal de empleo genuino y ayudamos al autoabastecimiento de muchos pobladores".
Entre las proyecciones, se informó oficialmente, hay posibilidades de instalar este sistema de huertas comunitarias con asesoramiento de personal idóneo en áreas aledañas al paraje Ferri y en otros sectores del oeste, desde la ruta 151 hacia la zona costera del río Neuquén.
   
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