Miércoles 25 de setiembre de 2002
 

El real cae y "Lula" pide al gobierno que calme a los mercados

 

El real batió otro récord al cotizar a 3,78 por dólar. Superó, incluso, los valores del peso argentino. Las turbulencias reflejan datos de últimos sondeos.

 
Los últimos sondeos dados por Ibope anoche marcan un crecimiento de 2 puntos para "Lula" y un descenso de uno para Serra
BRASIL- Los mercados brasileros continuaron su vertiginoso descenso ayer, cuando el real alcanzando su más bajo nivel histórico frente al dólar, por debajo, incluso, del peso argentino.
En la maraña especulativa como consecuencia de la proximidad de las elecciones que lo llevarían a la presidencia a Luiz Inácio Lula da Silva, el Real se desplomó con un fuerte retroceso del 5,) respecto de la víspera, cotizando a 3, 78 por dólar.
La Bolsa perdió ayer 1, 24%.
Lula, cuyo liderazgo en la disputa electoral atemoriza a inversores y golpea a los mercados, dijo ayer que nada puede hacer para calmar la plaza financiera y que ésa es una tarea del gobierno.
"La oposición poco puede hacer (para calmar los mercados) (...) Asumimos por escrito los compromisos más serios que un candidato puede asumir", dijo en una entrevista .
El presidente se vio forzado a responder y dijo en Brasilia que "Nada justifica esta especulación. Esto no tiene nada que ver con las cuentas del gobierno, sino con factores internos y externos". Mientras tanto, su ministro de Economía expresó que "los mercados exageran".
Tras las declaraciones de Lula, y debido a especulaciones sobre una nueva encuesta electoral que se divulgó anoche y en la que el ex líder sindical extendería su cómoda ventaja en las intenciones de voto, el real brasileño llegó a caer hasta 3,81 por dólar, alcanzando su mínimo histórico.
Pero para Ibope, el favorito en las encuestas, todavía está lejos de triunfar en una primera vuelta.
Pero el afianzamiento del liderazgo del candidato del PT en los sondeos, preocupa a los inversores, que temen que un gobierno de izquierda no continúe con las reformas de mercado y no sepa manejar la pesada deuda pública de 260.000 millones de dólares.
Lula intentó ayer mostrar que la preocupación de los inversores con relación a su posible llegada al poder no tiene fundamentos ya que, recordó, el programa de su partido se ha comprometido a respetar los contratos y mantener la inflación bajo control.

"No somos Argentina"

El candidato del PT, un ex líder sindical que moderó su antigua retórica socialista y se alió al centroderechista Partido Liberal en su carrera hacia la presidencia de Brasil, logrando atraer el apoyo de sectores del empresariado que antes lo repudiaban, se comprometió a evitar la quiebra de su país.
"La economía brasileña está fragilizada, por lo tanto no podemos jugar. Este país no es una republiqueta cualquiera, no es Argentina. Este país no quiebra", dijo Lula. En esa línea, el propio presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, recomendó a Brasil que mire bien de cerca lo que sucede en su país, que atraviesa la peor crisis de su historia, para evitar caer en la misma situación.
Sin embargo, a pesar de las intenciones de Lula las dudas del mercado financiero no se disipan.
Para asegurar una transición tranquila, el gobierno de Cardoso firmó con el FMI un paquete de ayuda financiera por más de 30.000 millones de dólares, que fue apoyado por la mayoría de los candidatos. Lula indicó que el actual gobierno pensó que el acuerdo bastaría para tranquilizar a los mercados, pero que eso no ocurrió por razones no sólo internas, sino también por un complicado escenario externo.
Autoridades del FMI dijeron a periodistas en Washington que si el próximo presidente electo da la seguridad al mercado de que mantendrá el núcleo de la actual política económica, la desvalorización del real frente al dólar se revertirá rápidamente.
La moneda brasileña perdió más del 37% de su valor frente al dólar desde inicios de año. La caída del real ha afectado a los mercados de Chile y México. Esas turbulencias están desnudando la vulnerabilidad de la economía de Brasil que, según admite hasta el propio Serra, se acentuó durante la gestión de Cardoso: Brasil necesita cada año entre 45 mil y 50 mil millones de dólares para cerrar sus cuentas.
No obstante, los analistas de Wall Street parecen haber adoptado una actitud de "ver para creer". Una señal importante que están exigiendo para dar un moderado voto de confianza a Lula es conocer los nombres que compondrán su equipo económico en el caso de que gane.
Los analistas consideran que una medida clara para ganar la aprobación del mercado sería la continuidad de Arminio Fraga en la presidencia del Central, quien ya dijo que permanecería en su puesto si se mantenía la política actual. Sin embargo, Lula reiteró ayer que Fraga no continuará en el cargo en el caso de que el PT llegue a la presidencia.(ANSA)

El fantasma de la Argentina merodea la campaña

SAN PABLO- Los principales candidatos presidenciales de Brasil volvieron a agitar el fantasma de la crisis económica de Argentina con el objetivo de capturar algunos votos para las elecciones del 6 octubre, mientras el real seguía derrumbándose.
Ayer fue el turno de "Lula" (PT), quien, al rechazar un ataque que le había enviado el oficialista José Serra, sostuvo que su país, al que definió como "la segunda potencia del continente", "no es una republiqueta cualquiera, no es Argentina".
La referencia sorprendió a los analistas locales ya que hasta ahora Lula había demostrado una comprensión mayor de los problemas de sus vecinos, socios de Brasil en el Mercosur. Da Silva usó esa frase para rechazar uno de los tantos ataques lanzados por Serra, quien el lunes sostuvo que, si el candidato del PT gana las elecciones, "Brasil se puede convertir en una Argentina".
"Es importante saber cuál candidato está preparado y tiene experiencia para cumplir sus programas de gobierno. Ustedes vieron lo que sucedió en Argentina después de una campaña electoral en la que se prometía el cielo", dijo Serra.
Lula le contestó durante una entrevista abierta en el diario O Estado de Sao Paulo, con el mismo tono liviano pero efectista que aconsejan los expertos en "marketing" político. "Yo ya dije que eso de que Brasil puede convertirse en una Argentina es jugar con algo muy serio que puede salirle muy mal al gobierno.
Así es que la crisis argentina volvió a ocupar a los candidatos ahora que las elecciones están a la vuelta de la esquina y Lula Da Silva y Serra pelean voto a voto, el primero para ganar ya en el primer turno y el segundo para forzar a un balotage. Y de algún modo a complicar las relaciones bilaterales, en momentos en que Duhalde prepara las valijas para visitar al presidente de Brasil.
En medio de una jornada al extremo tensa en el vecino país, el gobierno argentino expresó su disgusto por las declaraciones del candidato presidencial y advirtió que para ganar las elecciones "no precisa agredir a la Argentina".
El presidente Duhalde también manifestó su dolor por sentir que el país es objeto del escarnio a causa de su prolongada crisis.
"Aspiro a que estos conceptos sean de alguna manera desmentidos o aclarados lo suficiente para no generar de esto un conflicto" bilateral, enfatizó el titular de la cartera política, Jorge Matzkin, quien recordó una situación similar luego que el presidente del Uruguay acusara a los argentinos de ser todos ladrones
Luego del impacto generado, el portavoz de Lula, André Singer, salió a poner paños fríos. "Ante las versiones equivocadas sobre una frase del candidato quiero esclarecer que en ningún momento se refirió con falta de respeto a la Argentina, país cuya grandeza aprendimos a admirar y que será nuestro indispensable socio en la reconstrucción y fortalecimiento del Mercosur, si ganamos las elecciones. Pueden estar seguros que la República Argentina goza de la mayor estima, respeto y solidaridad por parte de Lula".

Da Silva se afianza, según Ibope

SAN PABLO - El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) Lula da Silva tiene el 41% de las intenciones de voto. Pero aún está lejos de ganar en el primer turno en las elecciones del 6 de octubre.
Según la muestra efectuada por Ibope a pedido del canal Globo Televisión, Lula subió de 39 a 41% en las intenciones de voto, mientras que el segundo, el candidato del gobierno José Serra, bajó de 19 a 18%.
El ex gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho de Oliveira subió de 14 a 15% y quedó muy cerca de Serra a causa del margen de error de la muestra de dos puntos. El otro candidato, el socialista Ciro Gomes, bajó de 14 a 12% y quedó relegado al último puesto de la carrera por la presidencia.
En caso de una segunda vuelta, Lula ganaría a todos los candidatos por amplio margen. A Serra por 55 a 35, a Garotinho 55 a 34 y a Gomes 56 a 33 por ciento de las intenciones de voto, dice la muestra efectuada a 3.000 ciudadanos en 203 ciudades de Brasil.
Otra encuesta, la de Datafolha, que apareció el fin de semana dejó a Lula con el 44% de las intenciones de voto, equivalente al 48% de los votos positivos, es decir a solo dos puntos más un voto de ganar en el primer turno.
El resultado de esa muestra causó histeria en el mercado financiero el lunes y el martes y el dólar alcanzó cotizaciones récord desde la creación del Plan Real en 1994.
Lula vive un momento inédito en su larga carrera de candidato, jamás llegó tan lejos en su condición de líder en las encuestas.
En 1994 mantuvo el primer lugar por algunos meses, pero solo hasta agosto cuando el Plan Real comenzó a surtir efectos y fue sobrepasado por Fernando Henrique Cardoso.
En 1989, cuando fue derrotado por Fernando Collor de Mello, Lula llegó raspando al segundo turno. En 1998, cuando Cardoso era una suerte de "semidiós", su victoria nunca estuvo en peligro.
(ANSA)

     
     
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