Domingo 8 de setiembre de 2002
 

Blair y Bush no logran sumar aliados al ataque a Irak

 

Al mismo tiempo que el premier británico y el presidente de EE.UU reafirmaban la necesidad de un "castigo" contra Hussein, los presidentes de Alemania y Francia lo rechazaron.

  Washington (Télam-SNI).- El presidente George W. Bush dijo ayer que hay "amplias pruebas" de que su par iraquí Saddam Hussein está desarrollando armas de destrucción masiva, al recibir en su residencia de Camp David al primer ministro británico, Tony Blair, convencido de que "la inacción no es una opción posible".
Al mismo tiempo, desde Hannover y en forma conjunta, el canciller alemán Gerhard Schroeder y el presidente francés Jacques Chirac declararon en conferencia de prensa que París y Berlín se oponen a una "acción unilateral de Estados Unidos" contra Irak.
"Estamos totalmente de acuerdo sobre cuatro puntos: no a una acción unilateral de Estados Unidos; una solución que pase por el Consejo de Seguridad de la ONU; el regreso incondicional a Irak de los inspectores de desarme de la ONU; y no cambiar el objetivo", comunicaron Schroeder y Chirac.
"No sé cuánta más evidencia hace falta", para lanzar la ofensiva sobre el régimen de Saddam Hussein, decía Bush en tanto, junto a Blair, en ronda de prensa ofrecida al pie del helicóptero en que se trasladó el primer mandatario británico desde el aeropuerto de Washington, alrededor de las 16 hora local (17 hora argentina).
El gobierno británico niega que la reunión de ayer se trate de un "consejo de guerra", pero Blair dijo ayer a la cadena BBC que está dispuesto a pagar "el precio de la sangre" para apoyar a Estados Unidos.
Bush recibió hoy al primer ministro británico, Tony Blair, en Camp David, cerca de Washington, para discutir la crisis con Irak, un día después de haber intentado sin éxito convencer a Rusia, China y Francia de actuar contra Bagdad.
Según Bush, existen fotografías tomadas por satélites de una agencia de las Naciones Unidas que mostrarían construcciones "sin explicación", ubicadas en sitios que fueron revisados previamente por los inspectores internacionales.
La presunta fabricación de armas de destrucción masiva es el principal argumento con el que Estados Unidos sostiene sus intenciones de lanzar una ofensiva militar sobre Irak, con el objetivo de derrocar el gobierno de Saddam Hussein.
Durante el vuelo que lo llevó a Estados Unidos, Blair declaró que desea una "coalición lo más amplia posible", y aseguró a la comunidad internacional que el presidente iraquí Saddam Hussein constituye una "amenaza" y "una cuestión que deberá ser enfrentada de una u otra forma".
Blair pidió sin embargo un "régimen eficaz de inspección" del armamento de Irak, acusado de producir armas de destrucción masiva. Las inspecciones, iniciadas tras la guerra del Golfo de 1991, fueron interrumpidas en 1998 antes del ataque británico-estadounidense.
"La amenaza es muy real", dijo Blair, en declaraciones que parecen ser un nuevo llamado a la comunidad internacional, hasta ahora opuesta al derrocamiento del gobierno iraquí e inquieta por las eventuales consecuencias de ello sobre la estabilidad de la región.
Ayer, Bush se comunicó con sus pares ruso, Vladimir Putin; francés, Jacques Chirac; y Chino, Jiang Zemin, para convencerlos de que "Saddam Hussein representa una amenaza para el mundo", según informó el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer. China no proporcionó detalles de la conferencia Bush-Jiang, pero Pekín siempre se mostró hostil a toda ofensiva contra Bagdad.
Responsables en París y Moscú indicaron que Chirac y Putin mantuvieron sus respectivas posiciones contrarias a atacar a Irak y favorables a que el tema se resuelva en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).

EE. UU. reanuda patrullajes aéreos

NUEVA YORK (ANSA) - Los patrullajes permanentes en los cielos de Nueva York y Washington se reanudaron en vísperas del primer aniversario de los atentados terroristas del 11 de setiembre, mientras que por primera vez en décadas unidades de la Guardia Costera navegan el Potomac y el Anacostia, los ríos de la capital.
En el marco de un amplio refuerzo de la seguridad, los servicios de inteligencia norteamericanos interceptaron en los últimos días un aumento de las comunicaciones entre sospechosos de pertenecer a la red terrorista al Qaeda, según admitieron a la prensa local fuentes del gobierno.
"Se realizaron intercepciones electrónicas en Internet", que en parte suenan como mensajes de aliento del tipo "estén alerta, están arribando buenas noticias", revelaron.
Parte de las interceptaciones -agregó- surgieron blancos en Estados Unidos, otras, en el exterior. En general, las interceptaciones captan mensajes provenientes de Afganistán. "El volumen aumentó la semana pasada", según una fuente citada por la cadena televisiva CBS.
El mismo funcionario precisó que la amenaza "no es específica" y que el aumento de las comunicaciones, aunque es alto, es menor al que surgió en vísperas del último 4 de julio, el día de la fiesta de la independencia en Estados Unidos.
En todo caso, tal como se había programado desde hacía tiempo, las patrullas aéreas desplegadas en los cielos sobre Washington y Nueva York después de los atentados y suspendidas en abril último, recomenzaron desde el viernes. Y desde el mismo día botes de la Guardia Costera, armados con ametralladoras, navegan los ríos de Washington. "Se trata de una medida precautoria", dijo el presidente del comité de Inteligencia del Senado, Bob Graham, al explicar la razón de los vuelos permanentes de vigilancia. El mismo Graham, en una entrevista con la NBC, confirmó el aumento de las interceptaciones en internet pero aseguró que "no se trata de un crecimiento excepcional".
En Nueva York, la ciudad más golpeada por la matanza del 11 de setiembre (el balance oficial de las víctimas del colapso del World Trade Center descendió de 2.819 a 2.801, según la oficina del médico forense), las medidas de seguridad en vista del primer aniversario están siendo puestas a punto en medio de un clima de extrema discreción.

Misión clave de inspectores

WASHINGTON y ROMA (ANSA) - Los inspectores de la ONU se preparan para una misión en Irak, clave para evitar -al menos en lo inmediato- un ataque militar norteamericano.
Pero Bagdad no respondió aún a un requerimiento del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para concretar la inspección. El jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, declaró a la prensa norteamericana que su grupo recibió informes sobre sitios iraquíes en los que supuestamente se producen las armas.
La reanudación de las inspecciones a Irak parece crucial para frenar un nuevo ataque contra ese país de Estados Unidos, que acusa a Bagdad de fabricar armas de destrucción masiva.El gobierno de Bagdad dijo que no tiene problemas en permitir las inspecciones, aunque expresó que lo hará siempre que ello se haga mediante acuerdos con la ONU, y no bajo reglas que quiera imponer Estados Unidos.
Blix dijo que los inspectores quieren obtener fotos nuevas tomadas por satélites y que están solicitando informaciones de inteligencia a los gobiernos dispuestos a proporcionarlas.

     
     
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