 |
||
 |
Domingo 15 de setiembre de 2002 | |
 |
En manos de especialistas |
|
Por Alicia Miller
|
||
| La complejidad técnico científica que plantea el progreso aleja necesariamente de su comprensión y posibilidad de manejo a anchas franjas de la población. Hoy, operar en la Bolsa, comerciar con el exterior o administrar un servicio público son temas de todos -por sus implicancias para el país y sus habitantes-, pero se ven reservados a una élite de especialistas. Y el modo en que éstos y la población se vinculan encierra varias de las paradojas que caracterizan a esta sociedad tan bombardeada por medios de comunicación y, en muchos aspectos, tan poco informada. Hasta hace apenas unos meses, miles de rionegrinos convivieron sin saberlo con transformadores que contenían en proporciones variables una sustancia tóxica y de efectos cancerígenos cuyo uso fue prohibido en el país hace más de diez años. Algunos siguen conviviendo con ellos. Eso, con el agravante de que la falta de mantenimiento hizo que muchos de esos transformadores se rompieran y filtraran el peligroso aceite hasta la vía pública. Del mismo modo en que los técnicos y las máximas instancias políticas conocen los riesgos de no desarrollar ni difundir un plan de emergencias en una zona en la que un millón de personas vive aguas abajo de nueve represas, quienes operan en el área eléctrica conocían las implicancias de mantener los transformadores con PCB o contaminados con él. Y, a sabiendas también de la ley, la violaron. En el caso del Ente Regulador Provincial de Energía y del Consejo de Medio Ambiente de la provincia, la cuestión no es mejor, ya que dejaron que el responsable directo violara la norma, sin informar a la población, pese a ser organismos públicos que, más allá de la estructura jerárquica en la que estén inmersos, se deben a la ciudadanía por su propia condición de órganos de aplicación y de control de leyes con incidencia directa en los usuarios. Un funcionario expresó en estos días que su función es "técnica" y no incluye "hablar con la prensa", lo que -en todo caso- no deja de ser una excelente definición de la burocracia, no entendida como un servicio público sino acostumbrada a "auto referenciarse". Aquella para la cual el mundo se limita a cuatro paredes y al pasillo que se dirige al despacho del jefe. Desde esa mirada, el Estado -en su filosofía y razón de ser- les resulta una entelequia, y "la gente", un misterio insondable aunque sea la que pague las consecuencias. Y esto de pagar, en dinero contante y sonante, se vincula con los avances que, en estos días (¡al fin!), está mostrando la investigación legislativa en temas de energía eléctrica. La Comisión tiene a su análisis dos temas: la renegociación del convenio con la generadora Turbine Power que motivó que durante siete años cada usuario de la hoy Edersa pagara la electricidad alrededor de un 25% más cara; y la venta anticipada de regalías: baratas, sin licitación y a una empresa radicada en el paraíso fiscal de Bermuda, con el aditamento de que se pagaron 240.000 pesos a una consultora que nadie conoce por un trabajo que no se sabe cuál fue, entre otras cosas porque el expediente desapareció. En ambos casos, los funcionarios que actuaron fueron el ex ministro Horacio Jouliá y el gobernador Pablo Verani. El miércoles, Jouliá se negó a dar detalles -que asegura tener para probar su buen obrar- hasta tanto no sea indagado por los dos jueces que sustancian las causas penales. Varias cuestiones sugiere esta circunstancia. - Por un lado, resulta valioso que la Legislatura se aboque a investigar el tema. Aunque, es cierto, pudo haberlo hecho antes, ya que ambos casos fueron planteados en el recinto por legisladores de la oposición, sin que la "ecuación política" del radicalismo permitiera abrir esta instancia. Investigación que ahora se da, en gran medida, porque la fractura oficialista entre veranistas y no veranistas llevó a éstos a unirse con la oposición para impulsar la comisión, y obligó a aquéllos a ceder para no quedar en evidencia. - El peligro es que, en medio de una interna que no parece por ahora nada segura, la investigación de dos temas tan serios corra el riesgo de quedar como prenda de negociación en algún "toma y trae" de esos a los que la política nacional y provincial nos tiene acostumbrados. - Donde está Jouliá, está Verani. Por lo cual, si el curso de la investigación fuera el razonable, el gobernador debería ser citado -por los jueces y por los legisladores- a dar respuestas en cuestiones sobre las cuales seguramente mucho podrá aportar. Castillo de naipes La confusión es un padecimiento penoso para quien lo sufre y para quienes lo rodean. O, en otros casos, una estrategia para obligar al adversario a desgastar energías con fintas y respuestas que a ningún lugar conducen, puesto que de la nada vienen. Si la confusión que plantea el gobierno rionegrino acerca de la fecha y modo de elecciones es producto de su incapacidad para establecer políticas públicas transparentes sobre un tema tan sensible, o si, en cambio, deviene de una maniobra distractiva que tiene como destinatarios a sus adversarios políticos y como víctimas involuntarias a todos los rionegrinos, ¿quién puede saberlo? Lo que es cierto es que del radicalismo sólo llegan contradicciones. Por un lado, el Ejecutivo envió a la Legislatura un proyecto que propone el sistema de internas abiertas y simultáneas, pero el Comité Central de la UCR liderado por la ultraveranista Marta Milesi ratificó una convocatoria a elecciones internas al estilo tradicional. Por ahora, sin convocatoria a elecciones generales, todo lo demás parece un juego destinado a exasperar a quienes deben acomodar sus decisiones políticas al humor de la dirigencia veranista. Una paradoja de la democracia, esta libertad de amagar sin mostrar nunca las cartas.
|
||
|
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
||
 |
|
|
 |
||