Los amenazaron con cuchillos y se llevaron 8.000 pesos

Dos encapuchados sorprendieron a una familia y sus amigos

Los tuvieron media hora amenazados con cuchillos hasta que consiguieron el dinero y huyeron en la 4x4 de una de las víctimas.

NEUQUEN (AN) - "Creíamos que era una "joda" que nos hacían unos sobrinos. Pero después vimos que la cosa iba en serio, no lo podíamos creer. Nos amenazaron con cuchillos, pero nos trataron bien y cuando encontraron la plata desaparecieron". Fueron cerca de 30 minutos de horror para el matrimonio de Antonio Maldonado, sus cinco hijos, de 8 a 17 años, y una pareja amiga. Pero "sólo" tuvieron que lamentar el despojo de 8.000 pesos que el dueño de casa tenía encima y el gran susto. Porque también se llevaron la flamante camioneta Nissan 4x4 gris, pero tal como prometieron con suma amabilidad, la dejaron a las pocas cuadras, intacta.
"Marqués", el fornido ovejero alemán de la casa, fue burlado por dos hombres, de unos 25 a 30 años que, con pasamontañas oscuros, sorprendieron a los moradores de la amplia vivienda de Puerto Gaboto al 2900. "Estábamos sentados a la mesa y de pronto entraron los encapuchados, con cuchillos en sus manos y pidiendo silencio con el dedo en la boca: "¡Shhh... Shhh...!, dijeron los hombres y se fueron acomodando sin que las victimas reaccionaran.
"Actuaron con asombrosa normalidad y nos pidieron que no hiciéramos nada, que era un asalto, pero que no nos preocupáramos. Pasaban los segundos y yo seguía creyendo que era una broma", comentó Maldonado, un comerciante que hace ocho años que vive en un sector que hasta ahora se caracterizaba por la tranquilidad.
Minutos después de las 23 del lunes los Maldonado disfrutaban la sobremesa con un matrimonio amigo. La esposa salió al patio y cuando regresó, junto a ella ingresaron los encapuchados. Dijeron que venían a asaltarlos, pero lo hicieron con una llamativa tranquilidad y sólo pidieron el dinero. "¡La plata...¡ ¡Vos, a ver, dame la recaudación. Sabemos que tenés la recaudación...!", increparon al visitante de la familia. La plata del negocio de frigoríficos que posee, Maldonado la tenía en los bolsillos de la campera.
Los asaltantes obligaron a todos a tirarse al piso y mientras uno los vigilaba, siempre con mucha amabilidad y con diálogo hasta con los niños, el compinche empezó a registrar los muebles de las habitaciones.
Pasaron los minutos y como los delincuentes no encontraban el dinero, amenazaron con ponerse más "duros". "Los chicos imploraban que no les hicieran nada y, ciertamente, no tuvieron actitudes violentas para ninguno, de manera que no reaccioné para nada", dijo el dueño de casa.
Cuando finalmente los desconocidos parecían resignados a irse con las manos vacías, uno de ellos encontró en la campera el dinero. "No somos asesinos, con llevarnos la plata está todo bien. Por la camioneta no te hagás problema, que sé manejar y la vamos a dejar muy cerquita de acá. Eso sí, no llamen a la Policía y no salgan a buscarnos. Mirá que no les hacemos nada por los chicos...", dijeron los asaltantes, antes de huir.
Pese a que las víctimas tenían objetos de valor -algunos de oro-, los asaltantes sólo se preocuparon por el dinero. Los Maldonado dijeron que el primer asalto que sufren y que en el barrio no han tenido problemas de seguridad. Los delincuentes, presuntamente, fueron traídos por un cómplice en un vehículo, que los esperó a pocas cuadras. Si bien no le hicieron daño al rodado, se llevaron la documentación, una chequera y otros papeles que estaban en la gabeta.

Eran demasiado sospechosos

NEUQUEN (AN) - Dos repartidores de cerveza evitaron ser víctimas de un asalto merced a la "pinta" de los delincuentes, quienes pusieron en evidencia sus intenciones y fueron descubiertos antes de que actuaran.
Sin embargo, antes de darse por vencidos atacaron a tiros a víctimas, aunque no hirieron a nadie.
El hecho ocurrió en la mañana del lunes, en el barrio Villa Ceferino, en el oeste de la ciudad y provocó un gran revuelo en el vecindario.
Según los repartidores, cuando estaban atendiendo a un cliente en la esquina de Cipolletti y Abraham, uno de ellos observó que en actitud sospechosa se aproximaban dos jóvenes. No dudó un instante y corrió a advertírselo a su compañero, que estaba en el interior del comercio descargando la mercadería.
Atentos a la amenaza, esperaron los sospechosos quienes, lejos de sorprender a sus víctimas, fueron recibidos con portazo en la cara que por un lado les impidió ingresar y por otro, los hizo salir corriendo.
No obstante, ante de alejarse del comercio abrieron fuego y efectuaron no menos de cinco disparos.
El dueño del local y los repartidores se cubrieron tirándose al piso y resultaron ilesos.
Los investigadores recogieron varias vainas servidas y pusieron en marcha las investigaciones para esclarecer el hecho. Hasta ayer, según se informó desde la oficina de prensa policial, no se había dado con los frustrados delincuentes.