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Lunes 9 de setiembre de 2002 | |
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Condenaron a un policía por matar a sospechoso |
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Recibió una pena de cuatro años de prisión y ocho de inhabilitación.Fue durante un operativo tras un robo a una casa en Bariloche.El uniformado dijo que se le escapó el tiro al perder la linterna. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El sargento Félix Morales fue condenaron a cuatro años de prisión y lo inhabilitaron por ocho años para la función, en fallo dividido, porque a juicio de dos magistrados obró con exceso en los límites impuestos por la ley cuando disparó contra José Luis Sandoval. Hubo disidencia entre los jueces respecto a la calificación y sobre el monto de la pena, a la vez que el fiscal, el querellante y el defensor, también interpretaron y calificaron el hecho de manera distinta. El hecho investigado por la Cámara Primera del Crimen se originó cuando Marcelo Murúa, domiciliado en Maqui 474, del barrio Pinar de Festa, llamó a la comisaría de Melipal para denunciar la presencia de intrusos en su casa. Antes de que llegara la policía, Murúa alcanzó a ver a tres individuos cuando escapaban, dejando abandonados dos bidones con nafta en el patio de su casa. Luego advirtió que habían forzado una ventana y entre otros efectos le habían robado dos computadoras portátiles. Con los datos brindados por el damnificado los policías comenzaron a buscar a los delincuentes, y en esas instancias Morales se topó con Sandoval de manera imprevista, en el kilómetro 7,100 de la ruta del Faldeo. El acusado adujo que el sospechoso llevaba algo en cada mano, y que al darle la voz de alto realizó un movimiento y giró para escapar. Explicó que el disparo de su arma se había producido de manera accidental, cuando trastabilló y perdió la linterna que llevaba en su mano izquierda. El fiscal Carlos López sostuvo la acusación por homicidio simple con dolo eventual, y fundó la calificación y el pedido de una pena de ocho años de prisión en que si bien el imputado no habría tenido la intención de matar a la víctima, asumió el riesgo del resultado fatal al continuar con su acción. Para el abogado querellante, Alejandro Ramos Mejía (h), existió dolo directo en la acción de Morales. Entendió que había tomado el arma con ambas manos para disparar, y pidió a los jueces que lo condenen a nueve años de prisión. La defensa del policía estuvo a cargo de Fernando Valenzuela y Oscar Pandolfi. Este último descartó el dolo directo. "¿Por qué si no se conocían personalmente habría deseado Morales asesinar a Sandoval?", inquirió el defensor, y alegó que se trataba de un hecho fortuito y que el disparo que mató a Sandoval se había producido de manera accidental. En forma subsidiaria, solicitó que condenen a su cliente por lesiones culposas, al entender que el tiempo que tardó el herido en recibir auxilio profesional y la presunta falta de transfusiones de sangre en el hospital favorecieron la producción del shock hipovolémico que le ocasionó la muerte. El juez Alfonso Pavone calificó el hecho como homicidio simple, pero sus colegas Edgardo Camperi y Marcelo Barrutia entendieron que Morales había actuado con exceso en los límites de la ley. |
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