Lunes 9 de setiembre de 2002
 

Sufrimiento y alegría en todo el país

 

Las familias de Ginóbili, Montecchia y Sánchez vivieron juntos la final.Córdoba fue otro de los puntos más importantes de reunión y "locura".

 
El epicentro de convocatoria en Córdoba fue la sede de Atenas, donde un numeroso público siguió las alternativas de la final.
Mientras en Indianápolis el seleccionado nacional dejaba la piel por conseguir una medalla dorada en el Mundial, en Argentina sus familias y todos los amantes del básquetbol gozaban y sufrían en dosis equivalentes.
En Bahía Blanca, la otrora "capital del básquetbol", las familias de Emanuel Ginóbili, "Pepe" Sánchez y Alejandro Montecchia se reunieron a mirar la final, aunque con algunas particularidades.
Es que mientras la novia de "Manu" Ginóbili, Marianela, hija del técnico de Regatas de San Nicolás, Luis Oroño, aseguraba que "por todo lo que hicieron los muchachos se merecían el título", Marina, la esposa de Montecchia, aseguraba que vio el partido "apartada del resto por cábala".
En tanto, los padres de "Pepe" disfrutaron del encuentro con tranquilidad, un atributo que se transmite también a su hijo, algo que se advierte en el juego controlado que desarrolla y que lo ha llevado nada menos que a la NBA.
Y una vez terminado el partido, cientos de aficionados bahienses salieron a las calles a festejar el subcampeonato tanto como si fuera el título, portando banderas argentinas y haciendo sonar las bocinas de sus autos.
Un concierto de silbatos y cornetas le dieron un tono alegre a una lluviosa y gris tarde bahiense, en la que el dolor por un título que estuvo al alcance de la mano frustró lo que hubiera sido el digno broche de oro para un equipo que dejó todo.
Por su parte, en Córdoba, el epicentro de convocatoria estuvo en la sede de Atenas, donde las caras largas dominaron el ambiente luego del cotejo.
El ahora base titular del equipo cordobés, Bruno Lábaque, criticó la labor de los árbitros, pero se manifestó "orgulloso porque los chicos dejaron la vida".
En Burzaco, en tanto, tierra del único jugador de Buenos Aires que integró el plantel, Gabriel Fernández, la jornada empezó con grandes expectativas y terminó con una mezcla de pena y bronca, aunque por cuerdas separadas.
La pena estuvo dada obviamente por la derrota del equipo y porque además, especialmente para sus padres Nora y Rubén, fue el último fin de semana que compartieron con su segundo hijo, el también basquetbolista Damián, que se irá a jugar al Burgos, de España.
Claro que un día antes, la familia Fernández vivirá un momento reconfortante y emotivo, cuando sea bautizada en Adrogué la flamante hija de Gabriel y su esposa Laura, cuyo padrinazgo estará a cargo de Juan Ignacio Sánchez.
En cuanto a la "bronca", esta fue toda para la mujer de Fernández, quien fue convocada por el programa televisivo Hora Clave para estar presente en el estudio una vez finalizado el encuentro final entre Argentina y Yugoslavia.
Sin embargo, cuando el remise que la trasladaba hacia Canal 9 estaba a mitad de camino y el cotejo había finalizado, el chofer recibió la contraorden de llevar nuevamente a su pasajera a Burzaco, "ya que Argentina había perdido", según comentó su cuñado.
A pesar de todas estas tristezas y sinsabores, la jornada tuvo un final de satisfacción a lo largo y ancho del país, porque contra viento y marea el básquet argentino trepó al escalón más alto del mundo. (Télam)

¡Qué contentos deben estar!

Me los imagino a León (Najnudel), al "Beto" (Cabrera) y a "Pajarito" (Gómez) brindando por el básquet argentino, llorando de alegría por lo que acaban de ver, abrazados y embriagados de emoción por este subcampeonato logrado en Indianápolis.
Ellos, que fueron próceres de este deporte en los distintos estamentos que representan y que nos dejaron un legado a todos los que queremos el básquetbol, deben estar muy felices por este regalo que les dieron esos leones que el miércoles ridiculizaron al "Dream Team" estableciendo un triunfo histórico para nuestro deporte y después de dejar en el camino a los alemanes, se metieron en una final, algo que no conseguíamos desde 1950.
"Todo es imposible para el que nunca intentó nada", escuché alguna vez y me quedo con esa frase porque los chicos lo intentaron siempre.
Desde Venezuela hasta con los chicos de "Bush", pasando por Rusia, Nueva Zelanda, China y Alemania. Todos fueron difíciles pero me quedaría con el hambre y con las ganas con que jugaron cada pelota. Son jugadores que serán millonarios y varios que ya lo son, pero se recibieron de grandes de verdad, al disputar cada pelota como si fuera un contrato de vida o muerte.
Nombrar a un jugador sería romper la imagen que dejó este equipo, que siempre se caracterizó por ser compacto, por aparecer uno cuando el otro no estaba, por llegar siempre cuando el compañero no podía. Pero siempre estaban.
De esta emoción y esta locura que desataron los muchachos de Magnano no nos olvidaremos nunca más, sin importar el puesto final. Al fin y al cabo, ser subcamepones es altamente meritorio.
Y los que tenemos la responsabilidad de seguir en el básquet argentino sin importar mucho la función, debemos asumir que de ahora en más las exigencias serán mayores. Los ojos del mundo basquetbolístico nos mirarán de otra manera, que al ganarnos el respeto mundial se revalorizará aún más a cada jugador, a cada entrenador, a cada árbitro, a cada periodista, a cada dirigente, a cada agente.
Y debemos responder con más trabajo, con más ideas, con más ingenio sin importar a cuanto está el dólar, a cuanto se fue el riesgo país, con cuantos americanos jugaremos la Liga, ,etc.
Allá en el cielo estará León levantando su vaso de whisky con mucho hielo y revolviéndolo con su dedo gordo, el "Beto" con su murmullo y sus canas que reflejaban todas las batallas que tuvo como jugador, y el extrovertido Rodolfo que quería explicar con gestos ampulosos lo inexplicable de cómo esta Argentina del corralito, de la pobreza, de la desocupación, le ganó al "Dream Team" de USA, de la NBA, de Paul O"Neal, de Nike, de las famosas universidades. Y se metió en la final
¡Gracias Beto por tu magia! ¡León, León que grande sos!
Y ojalá que Dios ilumine a los dirigentes argentinos para que este impacto mundial del básquetbol sirva para engrandecer aún más nuestra Liga Nacional y nuestro básquet general .
Gracias chicos y cuerpo técnico de la selección.
¡Viva el básquet argentino !

Alemania ocupó el último lugar en el podio

El seleccionado de Alemania superó con holgura a la gran sorpresa del Mundial, Nueva Zelanda, por 117-94, y se quedó con la medalla de bronce, mientras que España, que le provocó su tercera derrota al "Dream Team", fue quinto.
En Alemania, su estrella y goleador del Mundial, el alero Dirk Nowitzki, terminó con 29 puntos y 8 rebotes, mientras que Ademola Okulaja aportó 21. En tanto que para el representativo de Oceanía el escolta Phill Jones convirtió 26 puntos.
Ambos seleccionados cumplieron brillantes actuaciones en Indianápolis, puesto que en su segunda participación mundialista quedaron en los primeros lugares.
Antenoche, España se recuperó luego de quedar relegado de la lucha por las medallas y le propinó la tercera derrota (81-75) al combinado de estrellas de la NBA, ya mal denominado "Dream Team".
Por su parte, Puerto Rico quedó afuera en cuartos, cayó con Estados Unidos y se tuvo que conformar con el séptimo puesto que logró al vencer a Brasil por 91-84. (Télam)

   
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