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Martes 24 de setiembre de 2002 | |
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La utopía de un genio del cine |
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Francis Ford Coppola habló de su nuevo proyecto. Fue en el marco del Festival de San Sebastián. |
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| San Sebastián (dpa) - Francis Ford Coppola, padrino del 50 aniversario del Festival de Cine de San Sebastián, mantuvo un multitudinario encuentro con la prensa en el que repasó su carrera, habló de sus fracasos y avanzó detalles de la que será su próxima película "Megalópolis", que contiene una gran historia de amor. Coppola (Detroit, 1939), que recibió el Premio Especial del medio siglo del certamen, volvió a agradecer el galardón y recordó que hace 33 años se llevó la Concha de Oro, su primer premio internacional, con "Llueve sobre mi corazón", también su primer trabajo personal. Aquello le animó y ahora espera conseguir el mismo impulso que entonces para poder seguir adelante con el guión de la película que, en tono jocoso comentó, le gustaría rodar antes de cumplir los 70. "Megalópolis" es, al igual que varios de sus trabajos anteriores, una de las historias originales que escribió de joven, cuando su ambición era ser un cineasta con un enfoque literario, y considera que será su película más importante. Coppola, que se confiesa un hombre inseguro, reconoce que nunca se ha negado a enfrentarse al riesgo y tras el fracaso de "Corazonada", que casi le lleva a probar los sinsabores de la bancarrota, se sintió deprimido y pensó que debía seleccionar muy bien el próximo proyecto, algo en que realmente estuviera muy interesado. Los problemas que actualmente afronta para concluir el guión definitivo de la película provienen, según señala, de que se planteó el proyecto como algo demasiado ambicioso. "He creado algo que va más allá de mi talento", apunta el realizador. "Quería que contestara a todos los problemas de la humanidad y quería tratar el sinsentido de la vida. Quería elaborar un nuevo lenguaje como James Joyce, Stravinsky o Picasso. No utilizar solamente los recursos cinematográficos habituales, si no inventar nuevos que tuviesen que ver con el manejo del tiempo y que planteara una visión de futuro". Está ambientada en Nueva York y será un largometraje épico que se desarrolla después de la Segunda Guerra Mundial, tocará la actualidad y concluye en el futuro, en unos 10 o 15 años. "Mi objetivo principal es proyectar lo que podría ser el mundo del futuro. Porque el cine es un vehículo maravilloso para compartir qué podría ser el mundo dentro de diez o veinte años", aseguró. Pese al clima prebélico que se respira en estos momentos, el realizador de "Rumble Fish" o "The Cotton Club" comenta que tiene una visión positiva del ser humano. "Tengo una gran fe en el talento del ser humano, en su capacidad de innovar, en el genio de la raza humana para conseguir un mundo justo y vivir bien". "La película es una utopía, algo a lo que tenemos que aspirar", concluyó. |
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