Miércoles 11 de setiembre de 2002
 

La Black River cumple diez años de dixieland

 

Para los creadores de esta destacada agrupación patagónica han sido 10 años de "esfuerzo moral, espiritual, musical y económico", según le comentaron a "Río Negro". El viernes a las 22 la Black River, una verdadera y saludable rareza en el panorama de la música regional, festejará su aniversario en la sala mayor del Centro Municipal de Cultura de Viedma. El evento también será una oportunidad para presentar su primer disco.

  La Black River está de festejo y no es para menos. La banda viedmense de jazz está cumpliendo diez años de culto al dixieland y lo celebra con un gran concierto y la edición de su primer disco.
Aún en la austeridad de los tiempos que corren, la agrupación va a festejar a lo grande "diez años de esfuerzo moral, espiritual, musical y económico". Este viernes 14 a las 22 en la sala mayor del Centro Municipal de Cultura de Viedma, subirán a escena Víctor Telechea en clarinete y saxo, Adrián Linares en trompeta, Federico Guidi en batería, Jorge Scale en bajo, Claudio García en banjo y guitarra, y Martha Miranda en piano, con las presencias de los músicos invitados Alberto Dimódica en guitarra, Guillermo Campano en saxo y Daniel Farías en trombón.
A esta fecha llega la formación actual -estable desde hace cuatro años- y Telechea expresa que luego de una década de estar juntos "en lo musical se logró una estabilidad y un asentamiento en los conocimientos, se ha consustanciado el estilo. Esto es algo que se logra con el tiempo; la experiencia es lo que vale".
Pasaron diez años en los que se hicieron rogar, pero finalmente la edición de un disco de la Black River Jazz Band es un hecho. Dicen que en este 2002, Víctor dio el ultimátum: "si no grabamos este año, me voy de la banda".
El mismo Telechea comenta que "desde el "93 veníamos planeando grabar un disco, pero por una cosa u otra, terminaba el año sin que se hiciera". Claudio García acota que "cada uno de nosotros tiene sus trabajos y sus actividades, no hay una persona que se encargue exclusivamente de la Black, como promotor. Si hubiese un elemento así, hubiera motorizado distinto a la banda".
El bajista "Pocho" Scale analiza que "estos diez años marcan la diferencia de gente que viene haciendo música desde hace tiempo. Los grupos de jóvenes, empiezan a componer, a ensayar y en seguida la primera meta que tienen es grabar. Nosotros hemos orientado nuestro esfuerzo más en mantener esta banda, a fortalecerla musicalmente, a comunicarnos con nuestro público, que no convocamos sólo gente de mediana edad, sino -algo curioso- también muchos jóvenes. Ahora agregamos, con el cd, nuestra presencia en las casas", agrega.
El disco fue grabado en el estudio de Carlos Carrizo, en Viedma, donde se realizó el trabajo completo, incluyendo masterizado y copias. El sistema de grabación -acorde al estilo musical- hizo las tomas en conjunto en unas 20 horas de estudio y casio todos los temas salieron en la primera toma. Finalmente se eligieron catorce composiciones, en las que obviamente prima el dixieland del estilo Chicago, aunque matizados por algunos blues: "Sweet Georgia Brown", "Tengo ritmo", "What a wonderful world", "El baile de los negritos", "El gran baile del jazz" y "After you go", son algunos de los títulos registrados.
"Los temas del disco, son más de los primeros años de la banda, ya que tenemos unos ciento veinte temas en el repertorio", acota García, y además explica que la idea de la banda es mover los discos ellos mismos.
Ignacio Artola

Música de los barrios bajos

Esa embriagadora música de nombre seco y veloz, el jazz, nació a partir de la amalgama de los sones de las plantaciones norteamericanas, el blues, el rag, las bandas de vientos, el negro espiritual y varios aditamentos más.
Nueva Orleans era una ciudad portuaria de gran población negra, contaminada por los sonidos profundos del Caribe y México. En esta localidad creciente estaba madurando el desarrollo de una nueva música al final del siglo XIX. En esa ciudad, una gran área de los suburbios fue tomada por los burdeles y los bares, que requerían continuamente de músicos para calentar al ambiente, y de allí fue surgiendo el famoso estilo Nueva Orleans.-
Desde allí saltaron hacia todo el mundo músicos como King Oliver, Jelly Roll Morton, y el más grande de todos ellos, Louis Armstrong.-
A principios de la década del "20 Chicago se volvió el punto focal para el mundo del jazz,cuando los músicos de Nueva Orleans, al encontrarse con que los clubes del área baja de la ciudad fueron cerrados por la ley, optaron por emigrar hacia Chicago.
La Black River Jazz Band cultiva una tendencia tradicional dentro del género, ese denominado estilo Chicago. En la ciudad del mismo nombre, cuando los negros llevaron el estilo New Orleans, los músicos blancos intentaron imitarlos, y aunque por más que intentaron copiar el estilo, en definitiva lograron un estilo diferente y nuevo; el jazz tocado por manos blancas.
La formación de los estilos Nueva Orleans o Dixieland, se basan en trompeta, clarinete, trombón o saxo, piano, banjo, y tuba, en el New Orleans, o bajo, en el dixieland. En los principios los creadores del jazz tenían el trombón en la formación de los grupos, pero como estos comenzaron a desaparecer, fue reemplazado por el saxo. (I.A.)

Una historia de idas y venidas

La Black River es una rareza en el panorama regional, al abordar un estilo tradicional en el género jazzero durante una década. Nacida en el año 1992, su origen puede rastrearse en el dúo "Blanco y Negro" que conformaban el trompetista Guillermo Lancelotti y Marta Miranda, a quienes se le unió un músico de extensa carrera musical, como el saxofonista y clarinetista Víctor Telechea, integrante de muchas agrupaciones jazzeras y ex director de la Banda de Policía de Río Negro.
A este trío luego se sumaron Scale, Becker y García (en principio en guitarra y después en banjo) y así se completó la primera formación de la Black River Jazz Band. Las primeras actuaciones fueron en pubs de Viedma y Patagones, y a fines del "92 son invitados a un festival en Bahía Blanca, y luego al importante Festival de Jazz de La Pampa, al que asistieron en dos oportunidades.
A fines del "93 la banda amagó con un crecimiento en número, ya que se sumó Omar Calfilipi en saxo tenor y subían regularmente con la banda músicos invitados, pero tiempo después Lancelotti y Miranda dejan el grupo y recrean su dúo original al radicarse en Neuquén. A pesar de las deserciones, la agrupación siguió adelante con la incorporación de Alberto Dimódica en guitarra, con una formación de quinteto inclinada al estilo del swing.
Marta Miranda regresó a la Comarca y a la Black River en 1995 y la agrupación volvió a la formación tradicional con el ingreso de Adrián Linares en trompeta. Y hace cuatro años sobrevendría el último cambio con la ida de "Tito" Becker, y el ingreso de Federico Guidi al mando de los parches. (I.A.)

   
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