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Miércoles 28 de agosto de 2002 | |
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Lenta bajante del río Neuquén tras una fuerte crecida |
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Los embalses del sistema Cerros Colorados se llenaron con la cantidad de agua que transportó en muy poco tiempo el tumultuoso río. Ahora, el fenómeno se notará en el río Negro. |
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| CIPOLLETTI (AC) - El temido río Neuquén, que tuvo esta semana una crecida extraordinaria por lluvias fuera de lo común, comenzó ayer, lentamente, a bajar sus caudales. De todos modos, la cantidad de agua que transportó en muy poco tiempo llenó los embalses del sistema Cerros Colorados, que ahora están siendo desagotados con las consiguientes consecuencias en el Alto Valle. Se espera que la meteorología se apiade de los habitantes del norte neuquino durante los próximos días y que los caudales continúen bajando. De todos modos, se observa para la semana que viene un frente desde el océano Pacífico que el centro de pronósticos de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) sigue con cautela. En la estación de la AIC La Higuera, ubicada en cercanías de Sauzal Bonito, el caudal promedio del lunes fue de 3.500 metros cúbicos por segundo. Ayer al mediodía por el mismo sitio pasaban 2.550 metros cúbicos por segundo. No es la primera vez que el río Neuquén tiene un comportamiento de este tipo y, antes de que se hicieran las obras de contención del agua, su caudal fue el causante de históricas inundaciones en el Alto Valle. De hecho, en 1973, cuando terminó de construirse la primera de las cuatro presas del sistema Cerros Colorados, la obra contuvo una crecida enorme del río Neuquén. Claro que aguas arriba de la ciudad de Añelo no hay presas que regulen los caudales. Por ello los ríos de la zona norte de Neuquén dan, cada tanto, noticias del poder de sus aguas cargadas de lluvia. En esa estación de medición de Cuencas, la altura del río superó, en 20 centímetros, la del año pasado, cuando la región soportó la peor crecida en la década que llevan las presas de operadas por privados. De todos modos, desde el organismo que controla el manejo del agua, se afirmó que, si bien más alto, el río tuvo esta vez un caudal menor al máximo registrado en 2001. Ahora los caudales que subirán serán los del río Negro. Ello, debido a que el embalse Los Barreales se encuentra en lo que se denomina "franja de atenuación de crecidas". El responsable del área operativa de la AIC, Aníbal Asensio, encuadró esta crecida como una de las más importantes del río Neuquén. Claro que dentro de los registros que existen, que son relativamente recientes porque datan de finales del siglo 19. Asensio dijo que, en un ránking, este fenómeno se ubica en el puesto octavo o décimo. Una de las características de esta crecida, a diferencia de las anteriores, radica en que las aguas escurren de una manera más lenta. La mejoría del tiempo en la región ayudará a que los caudales continúen bajando. Las precipitaciones, si existieran, serían en forma de nieve o de una lluvia leve, de acuerdo con lo que observan los especialistas de Cuencas. Para la próxima semana se espera el ingreso a la región de un frente del Pacífico cuyo comportamiento es muy temprano aún de pronosticar. |
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