Miércoles 28 de agosto de 2002
 

Hacen muy bien los aeróbicos mentales

 

Investigaciones demuestran que la gente que permanece activa mentalmente durante sus 40 y 50 años es menos proclive a desarrollar problemas de memoria, lo que sustenta la teoría de "úsalo o piérdelo".

  LONDRES (Reuters) - Si esos "momentos seniles", cuando uno no puede recordar por qué abrió el refrigerador o dónde puso las llaves del auto, ocurren cada vez con mayor frecuencia, los ejercicios aeróbicos mentales, o neuroaeróbicos, y una dieta saludable para el cerebro podrían contribuir a una mejoría. Al igual que el cuerpo, el cerebro necesita de mayor atención y mantenimiento con el paso de los años, ya que este órgano, según científicos, comienza a mostrar signos de envejecimiento entre los 20 y 30 años. "El envejecimiento del cerebro comienza en la juventud, a una edad mucho más temprana de lo que imaginamos y este proceso continúa gradualmente con los años", dijo Gary Small, director del Centro de Envejecimiento de la Universidad de California en Los Angeles.
El riesgo genético puede acelerar el proceso de alguna forma, pero éste parece progresar mucho más con estilos de vida poco saludables. "La genética sólo constituye un tercio de lo que predice el envejecimiento cerebral. Los otros dos tercios están relacionados con nuestro ambiente y el estilo de vida", dijo Small. "La enfermedad de Alzheimer, o la demencia vascular, son el resultado final del proceso de envejecimiento del cerebro", añadió.
Alrededor de 12 millones de personas en el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer. Este padecimiento es incurable y progresivo, entorpece las funciones cerebrales y roba la memoria y las facultades mentales. Se espera que el número de casos de Alzheimer aumente a medida que la llamada generación de los "baby boomers" (explosión demográfica ocurrida entre 1946 y 1964) cumpla o sobrepase los 65 años. En el 2050, el número de víctimas podría llegar a 45 millones.
Los científicos pueden detectar en la actualidad signos tempranos en el cerebro de las personas mucho antes de que la enfermedad se desarrolle. Las compañías farmacéuticas están invirtiendo millones de dólares en la búsqueda de una cura. Sin embargo, Small cree que, al igual que con la cardiopatía y el cáncer, la gente puede tomar medidas precautorias para mantener sus cerebros saludables y alertas, y retrasar los embates de la enfermedad de Alzheimer. "Estoy convencido de que nunca es demasiado temprano para comenzar un programa de destreza cerebral o mental", dijo Small.

Los ejercicios para el cerebro

"Nuestra TEP (Tomografía por Emisión de Positrones) aporta evidencia sobre esto. En las personas que están en sus 20 y 30 años podemos comenzar a observar diferencias en la función de los centros cerebrales de la memoria. Hallamos que quienes poseen una educación universitaria presentan mejor actividad cerebral a esas edades que los que no han realizado estudios en la universidad", dijo Small, director del Centro de Envejecimiento de Los Angeles. Para que el cerebro funcione mejor, Small aconseja que la gente comience con ejercicios simples de calentamiento y rutinas para ejercitar a ambos hemisferios del cerebro.
Los ejercicios se vuelven cada vez más difíciles y se pueden ampliar con incitadores cerebrales, rompecabezas, aprendizaje de idiomas extranjeros o de un instrumento musical. "Los aeróbicos mentales podrían ser cualquier cosa, desde crucigramas hasta escribir con la mano izquierda si se es diestro, o aprender otro idioma. Puede ser cualquier actividad divertida, algo que uno disfrute", señaló Small.
Small también recomendó hacer ejercicios, una dieta baja en grasa e ingerir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como pescados, aguacates, nueces de nogal y castañas, así como frutas y vegetales con alto contenido de antioxidantes, como las pasas, las ciruelas, los arándanos, el brócoli, la remolacha y las cebollas. Asimismo, Small destacó la importancia de reducir el grado de estrés.
"El cuerpo produce hormonas del estrés, como la cortisona, que tienen un impacto negativo en los centros cerebrales de la memoria", explicó. No es una coincidencia que el consejo sobre alimentos y ejercicios sea similar a las recomendaciones que dan los expertos para disminuir el riesgo de cardiopatía y cáncer, porque lo que es bueno para el cuerpo, también lo es para el cerebro. Small confía en que en los próximos cinco ó 10 años habrá un gran descubrimiento relacionado con la enfermedad de Alzheimer y que se perfeccionarán las técnicas de imágenes para diagnosticar el padecimiento.
"El descubrimiento de un fármaco se acelerará debido a los nuevos hallazgos, en especial en el campo de la imagenología. Creo que tendremos nuevos medicamentos, aunque no se trate de una vacuna", dijo. "Podremos usar esos medicamentos en personas que aún no han desarrollado Alzheimer, pero que muestran señales en sus cerebros. Podremos determinar si es una señal real", agregó. Sin embargo, todavía falta mucho para poder reparar las células cerebrales dañadas y la comunidad científica cree que será más fácil proteger al cerebro que repararlo.

Para mantener activas las células cerebrales

En su libro The Memory Bible (La Biblia de la Memoria), el neurocientífico de 51 años Gary Small hace una lista de lo que considera los 10 mandamientos para mantener al cerebro joven. En dicha lista se incluyen el entrenamiento de la memoria, la disminución del grado de estrés, el desarrollo de facultades, los neuroaeróbicos, la alimentación para el cerebro y los estilos de vida saludables.
El décimo mandamiento hace un resumen de todo: no olvidar los primeros nueve. Es un plan de juego para mantener a las células cerebrales activas y a las redes neuronales en forma.
"Que las llaves se pierdan un par de veces no significa que uno debe comenzar a poner etiquetas en todos los estantes. La pérdida de la memoria no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Nuestro cerebro puede defenderse", dijo.
Small proporciona las armas para un ataque a gran escala. Simples pruebas de memoria brindan una indicación de lo que una persona tendrá que enfrentar. Estrategias, como las de mirar, reaccionar con rapidez y establecer conexiones, están diseñadas para asegurar que los nombres y las fechas importantes no se olviden nunca.
"Si uno quiere aprender nombres y (recordar) rostros, por ejemplo, uno conoce a la esposa de Beatty y se fija en un rasgo característico de su cara, tal vez sus cejas prominentes", explicó Small.
"Hay que asociarlo con lo primero que venga a la mente (reaccionar). Por ejemplo, pienso en el actor Warren Beatty y creo una foto mental donde él besa a su esposa en una ceja" (conexión), añadió. Small admite que esto puede sonar un poco raro, pero que funciona.

   
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