Domingo 25 de agosto de 2002
 

Aprovecharán gimnasio para contener a chicos cipoleños

 
  CIPOLLETTI (AC).- Chicos en situación de riesgo de los barrios San Lorenzo, Quito, Bogotá, Ciudad de la Paz y otros asentamientos del noroeste cipoleño serán contenidos con actividades en el gimnasio Uno, ubicado sobre la calle Mengelle, en aledaños al Colegio Industrial.
La medida tendrá que ser desarrollada por medio de personal del área Social de la comuna, posiblemente con la colaboración de gente del juzgado de Familia, de asistentes sociales y demás. Quieren que aparte de las diversas disciplinas deportivas los pibes accedan a clases de música, manualidades, pintura, dibujo y otras del tipo, o también las que ellos traigan como inquietudes propias.
La iniciativa -que será planteada al Ejecutivo municipal por el Concejo Deliberante- surgió de propuestas de los ediles Julio Salto y Américo Belza, del MPP, y la radical Marisa Lazzaretti, luego del informe lapidario que sobre la situación en el área de Mengelle casi Circunvalación brindaran profesoras del Colegio Industrial.
En la última reunión abierta de los concejales con la gente -no en sesión ordinaria- miembros del Colegio Industrial pusieron de relieve que siguen los robos a los alumnos de parte de chicos y jovencitos que viven en el perímetro inmediato y mediato del establecimiento, y las agresiones cuando van a clases o retornan a sus casas.
Salió así a la palestra el tema del gimnasio, que fue cedido tiempo atrás por el municipio al Industrial, para uso exclusivo de su estudiantado.
La profesora Celia Benítez puso de relieve los problemas con hurto de elementos que han tenido en esa estructura -la última vez hicieron un boquete y se llevaron grandes vidrios, y antes se habían alzado con el termotanque y materiales diversos- y dejó entrever que si la situación se seguía enrareciendo algunos miembros de la comunidad educativa del colegio habían pensado en que efectivos del grupo especial Bora de la policía se instale en el gimnasio.
Esto no cuajó entre los ediles, tuvo un enérgico rechazo y se manejó, en un sentido diametralmente opuesto al de la presencia policial permanente, la tesitura de que el gimnasio vuelva a convertirse en un centro de actividades deportivas, culturales, a modo de contención de los pibes en riesgo, muchos de los cuales eligen -se dijo- el camino del delito porque nadie les ofrece una salida. Belza dijo que con la cesión directa del gimnasio al Industrial el municipio "huyó de un sector de riesgo", y que la dirección de Deportes "se acovachó" en el flamante Estadio Polideportivo "y dejó un gimnasio que era modelo".
La coincidencia fue que tiene que programarse un plan específico para los chicos en riesgo del noroeste del radio urbano y que el gimnasio Uno debe ser el centro de contención para esa tarea. Como moción concreta de Belza se reclamó que el municipio "retome el gimnasio y lo ponga en funcionamiento con actividades deportivas y sociales".
Aparte del deporte en todas sus disciplinas, se planteó que los chicos en riesgo puedan iniciarse en nociones de música -guitarra, por ejemplo-, manualidades de todo tipo, pintura, dibujo y demás, aparte del beneficio que redundará la tarea de las asistentes sociales, de la comuna, voluntarios o del juzgado de Familia y de la defensoría de Menores.
   
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