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Sábado 24 de agosto de 2002 | ||
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Apareció con vida el chico secuestrado en San Pedro |
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Diego Bernardotti, de 12 años, estuvo en cautiverio 36 horas. Sus padres pagaron un rescate de 21.000 pesos por su liberación. Hay varios detenidos, la mayoría de ellos de condición humilde. |
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Diversas fuentes confirmaron que Diego, de 12 años, hijo y nieto de productores agropecuarios, fue liberado cerca de las 20.30, tomó contacto con sus padres y media hora después fue trasladado a la comisaría local en un patrullero, donde fue revisado por un médico forense. Tras ello, el chico y su familia retornaron a su casa, después de vivir un día y medio de angustia. La Policía bonaerense detuvo en las últimas horas a por lo me-nos tres personas implicadas -aunque versiones indicaron que la cifra ascendió luego a cinco o seis-, tras haber identificado a algunas de ellas mediante filmaciones. Se explicó que todos los que intervinieron en el secuestro son varones, civiles y de condición humilde, y varios de ellos serían oriundos de San Pedro. La propia madre del menor fue la encargada de entregar el dinero, poco antes de las 20, en la ruta 1001 y calle 28, a pocos metros de uno de los accesos a San Pedro, tal como lo exigieron los delincuentes. Una hora después Diego quedó libre, tras la odisea que comenzó a vivir el jueves por la mañana, cuando iba a la escuela. La resolución feliz del secuestro de Diego Bernardotti se produjo a 11 días del trágico final del caso de otro Diego, Peralta, el chico de 17 años del barrio El Jagüel, en el sur del Gran Buenos Aires, hallado asesinado en una tosquera del partido de Quilmes tras estar desaparecido durante varias semanas. La primera información sobre la resolución del caso Bernardotti y varios detalles los dio Lili Berardi, dueña del semanario La Opinión y de una radio sampedrina, quien mencionó que su fuente había sido el abogado de la familia, el letrado porteño Daniel Spirópulos. Además, sostuvo que el abogado le dijo que el estado del chico era "excelente". La madre del niño y otro de los abogados del bufett de Spirópulos, Carlos Cascini, dijeron que durante su cautiverio Diego permaneció atado, con los ojos vendados, bastante aislado, sin que los captores le permitieran moverse ni comunicarse con su progenitora. El letrado indicó además que el chico fue amenazado de muerte y estuvo alojado en pésimas condiciones en una casa de San Pedro. Los malhechores usaron al menos tres viviendas de zonas pobladas y se movieron en vehículos viejos, entre ellos un camión y un Renault. El aguantadero de la banda habría estado ubicado a sólo diez cuadras de la casa de los Bernardotti, dato que conocieron desde un primer momento los investigadores, quienes no obstante decidieron no actuar antes porque desconocían dónde estaba el chico y su estado. La liberación del menor se produjo tras un prolongado "pacto de silencio" acordado por la familia, la Policía, la prensa y otros sectores de la comunidad sampedrina, debido a que los secuestradores habían interrumpido desde las 20 del jueves el contacto con los Bernardotti por la difusión que tomó el caso y la intervención policial. Incluso se habló de una supuesta estrategia para dejar trascender presuntas desinteligencias entre los policías, con el fin de hacer ganar confianza a los maleantes y hacerles "bajar la guardia". El propio jefe de la Departamental de San Nicolás, el comisario José Ferrari, mencionó que hubo una tarea coordinada con la policía local y la Brigada Antisecuestros, a cargo del comisario mayor Angel Casafus, que dio sus resultados anoche finalmente. El caso había causado una honda conmoción en la sociedad y demandó que una importante cantidad de policías, incluido Casafus, se trasladaran a esa ciudad, a unos 160 kilómetros al norte de esta capital. (DyN) |
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