Lunes 19 de agosto de 2002
 

Hay más de 250 muertos en China

 

La Unión Europea ayudará económicamente a los países afectados de su bloque

  DRESDE, Alemania (AFP).- Las crecidas continuaban amenazando la cuenca del Elba en Alemania, mientras que en Asia las inundaciones ocasionaron casi 250 muertos en China durante los últimos quince días y numerosas víctimas en Vietnam y Tailandia.
Por invitación del canciller alemán Gerhard Schroeder, una cumbre de jefes de Gobierno de los países de Europa afectados por las inundaciones (Alemania, Austria, República Checa y Eslovaquia) se llevó a cabo ayer en Berlín con la participación del presidente de la Comisión Europea, Romando Prodi.
Al final de la reunión, Schroeder anunció que la Unión Europea pondrá a disposición de los países de Europa central afectados por las inundaciones la totalidad de sus fondos de ayuda para las regiones en dificultades ("fondos estructurales") no dedicados a proyectos precisos, con el objetivo de emprender las tareas de reconstrucción.
El siguiente es el panorama que se vivió ayer en los distintos sectores:
* En Alemania. Las inundaciones provocaron 15 muertos y 27 desaparecidos. Ayer nuevos diques cedieron ante la presión de las crecidas, que continuaban progresando hacia el norte y la desembocadura del Elba.
Un dique cedió en Torgau, Sajonia, en el este del país, y el agua invadió ésta ciudad en la que sus 20.000 habitantes habían sido evacuados en la víspera. Más al norte, en los alrededores de Wittenberg, en Sajonia-Anhalt, 40.000 habitantes fueron evacuados tras la rotura de un dique.
Desde hace varios días, voluntarios y socorristas habían acumulado las bolsas de arena con el objetivo de elevar la altura de los diques. Este trabajo fue largamente superado por las aguas del Elba. Ayer, helicópteros intentaban cubrir las brechas, soltando bloques de cemento.
La situación era tensa en la confluencia del Elba y el Mulde, en la ciudad de Dessau, al igual que en Magdeburgo, capital de Sajonia-Anhalt.
En la cuenca del Mulde, ciertas partes de la ciudad industrial de Bitterfeld se encontraban un metro y medio bajo el agua. Pero el importante complejo químico de Bitterfeld continuaba sin ser alcanzado por la crecida.
* En República Checa. Las catastróficas inundaciones dejaron 13 muertos, el descenso de la aguas del Elba se aceleraba ayer en Bohemia del norte. Un lago gigante formado por el Elba y su afluente, el Ohre, continuaba reduciéndose.
* En Hungría. El estado de alerta fue declarado el viernes. Las aguas del Danubio crecían ayer en la región de Budapest, y más de 20. 000 personas reforzaban los diques.
* En Grecia. Lluvias torrenciales provocaron ayer inundaciones en Atenas, y perturbaron el tránsito, según informó la dirección de los bomberos, que movilizó a 500 hombres para enfrentar la situación.
* En China. Inundaciones y aludes dejaron en quince días un saldo de cerca de 250 muertos y decenas de personas dadas como desaparecidas, balance que podría agravarse con la continuación de las torrenciales lluvias. Decenas de millones de personas están afectadas por las inundaciones, y una de las regiones más afectadas es la región de Yunnan, en el sudoeste.

La desesperación de los pobladores

Hace 70 años que Johannes Proksch vive en Doebeln, la pequeña ciudad enclavada en la región que desde hace días es el epicentro de las inmensas masas de agua que inundaron gran parte de Sajonia, en Alemania.
"He perdido todo, absolutamente todo", llora Proksch al regresar a lo que era su casa después de que las corrientes de agua que azotaron el lugar permitieron el regreso de los evacuados.
Al taxi con el que se ganaba la vida se lo llevó la correntada, la planta baja de su casita sigue estando bajo agua. La corriente llegó hace una semana, el río Mulde se había convertido en un torrente que se llevó todo por delante, arrastrando lo que encontraba a su paso.
A partir del miércoles, el agua se fue yendo río abajo y dejó una estela devastada que dejó si esperanzas a la gran mayoría de los 23.000 habitantes de Doebeln.
Las calles están cubiertas de basura, lodo, árboles quebrados, automóviles volcados.
En la plaza central son cientos los que esperan la repartición de alimentos a la hora del mediodía. Los 300 comerciantes que había en la pequeña ciudad han quedado en la ruina. Mantienen cerradas las puertas de sus comercios porque no tienen nada que ofrecer.
También los 200 talleres y oficinas de servicios han sido arrasados, reconoce el representante de la cámara de comercio e industrias. "Acá no quedó nada en pie", dice.
Peter Palberg, de 57 años, llegó a Doebeln en 1989, apenas cayó el muro entre las dos Alemanias y fue uno de los primeros en practicar la reunificación del país. Abrió un comercio de electricidad y venta de aparatos electrodomésticos. Con los ahorros que traía compró tres viviendas que, en un laborioso esfuerzo de diez años, refaccionó y modernizó. En 1999 fue galardonado con un premio por ese trabajo de reacondicionamiento.
Ahora, todo quedó destruido. "Todo lo que hemos reconstruido en los doce años después de la reunificación, desapareció, volvemos a empezar desde cero", se lamenta Manfred Graetz, el alcalde. (DPA)

   
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