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Miércoles 14 de agosto de 2002 | ||
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Reciben animales de la calle y los dan en adopción |
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La Asociación Protectora de Animales de Neuquén trabaja para brindarles un hogar. En lo que va del año ya consiguieron ubicar a 50 gatas, previo paso por el quirófano. |
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María Ida Garrido no puede dar un paso sin tener detrás a "Tita", una perra gran danés negra que se mueve lo más pancha por el departamento del segundo piso. A unos pocos metros, sobre un sillón multicolor está Melody, una gata de nueve años que sigue a "Tita" sin bajar la mirada, con desconfianza. Es que la perra llegó ayer a la casa de María Ida, donde viven Melody y otros cuatro gatos. "La perra me la quedo porque la adoro, me la regaló una señora que no podía tenerla en su casa porque cada tanto se le escapaba", explica la mujer que junto a una veintena de amantes de los animales conformaron una asociación protectora de animales que, sin espacio físico para funcionar, igual se las arregla para salvar a perros y gatos abandonados. "Tita" llegó a sus manos una de las tantas veces que estuvo perdida. Fue algo así como amor a primera vista el que sintieron la perra y María Ida. "Cuando la ex dueña me dijo que la daba no lo pensé dos veces, pero ella se queda conmigo para siempre", agrega la flamante "ama". "Nosotros no aceptamos los animales que la gente se quiere sacar de encima porque se cansó o porque se quiere ir de vacaciones. Lo que hacemos es recoger animales de la calle, los hacemos atender en una veterinaria que colabora con nosotros y a partir de ahí les buscamos un hogar", explica la mujer que, más de una vez, afronta el pago de las esterilizaciones de gatas o perras con dinero de su bolsillo. La Asociación Protectora de Animales de Neuquén (APAN) -así se llama el organismo que está a punto de conseguir la personería jurídica- cuenta con "la colaboración de los veterinarios Eduardo Casasola, Raúl Tanco, Mariano Irazabal y Julio Pontones que nos dan una mano para los casos más urgentes". La presidenta es Norma Fantaguzzi. Una vez que los animales están bien "a través de los medios (hay una cadena de radios que colabora) o de boca en boca con la gente que conocemos o que se nos acerca les buscamos un lugarcito....siempre hay alguien que quiere un gato o perro", explica Garrido. A lo largo de este año, consiguieron "ubicar" a 50 gatas que -previamente- debieron pasar por el quirófano para ser esterilizadas. Si bien las alegrías son grandes, también hay momentos difíciles. Hace un tiempo, María Ida fue advertida de la presencia de cuatro gatitos recién nacidos en el interior de una obra en construcción. "Los traje a mi casa y con un goterito les dí leche durante dos días hasta que se enfermaron a causa de una bacteria que sólo puede ser contrarrestada por la leche de la madre. Se murieron tres y el cuarto, vaya a saber por qué se salvó, lo llame Angelito", dice la mujer mientras intenta rastrearlo por el departamento. Sucede que el gato está aterrorizado por la presencia de "Tita", la enorme gran danés de dos años que no deja de mover la cola. Ese gesto de simpatía del animal puede llegar a ser muy doloroso, poco menos que un latigazo. "Una vez que entregamos los perros o gatos no es que nos desliguemos, seguimos en contacto con la gente que lo recibió. No nos olvidamos y cada vez que podemos los visitamos o les hablamos por teléfono para ver cómo anda todo", agregó la protectora de animales que está convencida de estar haciendo "un trabajo social, aunque sea indirectamente". |
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