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Martes 13 de agosto de 2002 | ||
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4.800 horas viviendo con dinosaurios |
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El apasionante oficio de buscar monstruos en pleno desierto neuquino. |
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El trabajo no se ha detenido desde el verano que se fue, que -por ejemplo- dejó una temperatura récord de 47 grados centígrados de máxima en febrero y sigue su marcha en este invierno que se irá, que dejó una mínima de 8 grados bajo cero. Los datos representan la campaña paleontológica más extensa que se haya realizado en forma ininterrumpida en el país y -es probable- que la más larga a nivel lati- noamericano. Durante todo este tiempo, de fríos, de vientos, y de soles de fuego, los hombres llevan identificados los fósiles de dos enormes dinosaurios saurópodos (uno que midió más de 30 metros de largo), los de un fierísimo Megarraptor, dientes que masticaban carne y otro que trituraba pasto, cuadritos de caparazones de tortuga, restos de cocodrilos, de pequeños peces, de hojitas y de hojas de plantas. Y hasta el pequeño hueso hueco de un reptil volador. Es que el yacimiento paleontológico de Los Barreales representa un verdadero resumen del mundo Cretácico y a la vez se ha transformado en un paseo turístico que no deja de sorprender. Ayer los hombres que reptan ahora bajo un tinglado luminoso festejaron los primeros 200 días de trabajo ininterrumpido y entre otras visitas recibieron al diputado nacional Luis Jalil, a autoridades del Consejo de Educación, a periodistas y a los representantes de Duke Energy, la firma que financia el proyecto bautizado "Dino". "Lo que más recuerdo es el día en que nevó, ese día fue increíble no reconocías el paisaje", afirma el estudiante de Geología Claudio Veraldi que es pampeano y nunca había visto nevar. Con la conducción del "capitán" Horacio Sáez el equipo de paleontólogos y técnicos que comanda Jorge Calvo ofreció un asado criollo a las visitas, al tiempo que se habló de proyectos, de ideas y posibilidades para la continuidad de este tipo de actividades científicas. Bajo el tinglado (que deberá ser mudado cuando suba la altura del lago) se montó un completo laboratorio e incluso descansa la réplica de un Megarraptor, similar a uno de los bichos rescatados recientemente. A la par de los nombrados trabajan el flamante paleontólogo Juan Porfiri y los técnicos Federico Poblete, Matías García (dibujante) y Elías D. Gómez, un compacto grupo profesional que le encontró la vuelta a la convivencia viviendo a muchos kilómetros de sus casas. En el equipo hay gente de Neuquén, El Chocón y La Pampa. Los Barreales está a 80 kilómetros de Neuquén capital. Allí calculan que sumarán unas cuantas miles de horas más bajo el sol, la lluvia o el viento. Así es esto de andar buscando monstruos. |
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