Viernes 2 de agosto de 2002
 

Australia advierte sobre perjuicios para Invap

 

La embajadora Sharyn Minahan criticó ante "Río Negro" la posición de Greenpeace. La diplomática dijo que la Argentina no está obligada a convertirse en basurero nuclear.

 
El retraso en la construcción del reactor podría perjudicar las investigaciones en Australia, dijo la embajadora Sharyn Minahan.
BUENOS AIRES (ABA)- La embajadora de Australia, Sharyn Minahan, calificó como "lamentable" el accionar de la agrupación ecologista Greenpeace para evitar que el Congreso ratifique el convenio de cooperación entre su país y la empresa Invap, para la construcción de un reactor nuclear en Lucas Heigths, a 35 kilómetros de Sydney.
Además, afirmó que la demora en el trámite parlamentario está perjudicando la imagen de la compañía científica y de la Argentina como contratista internacional; y aseveró que si bien no existen plazos estipulados, el acuerdo podría ser cancelado si no es respaldado por los legisladores en un tiempo prudencial.
Así lo hizo durante una entrevista exclusiva que mantuvo con "Río Negro" en la representación diplomática en Buenos Aires, situada en el barrio de Belgrano.
Minahan aseguró también que el retraso en la construcción del reactor podría perjudicar las investigaciones nucleares en Australia, y minimizó los peligros que podría suscitar el ingreso del combustible gastado que se derive del emprendimiento, cláusula que ahora mantiene trabado el convenio en la Cámara de Diputados.
-¿Si no se aprueba el tratado de cooperación nuclear corre peligro la venta del reactor?
-Eso por supuesto que no ayuda a la imagen de Invap ni a la de la Argentina ni en Australia ni en el resto del mundo, porque parece que no se puede fiar. O sea que hay riesgo de que si el convenio no se firma... (arquea la boca y levanta las cejas). Esto además va a ayudar a los que están en contra del proyecto, que podrían utilizar ese hecho para provocar más problemas en Australia.
-O sea que no sólo se podría caer el contrato si no lo ratifica el Congreso, sino que además se podrían generar problemas a largo plazo en Australia...
-Sí, podría complicar el programa del gobierno para construir el reactor. Por supuesto que una demora en la construcción va a complicar todo el programa de investigaciones, con lo cual tendremos consecuencias inmediatas. Podemos solucionarlo, pero es muy costoso. El proyecto lleva varios años. No es una cosa que uno decide un día y empieza a hacerlo en el otro.
-¿Cuál es el plazo que Australia está dispuesta a esperar por la ratificación?
-No tengo una respuesta para eso. No hay una fecha límite...
-¿Pero la demora de la ratificación del convenio puede provocar su anulación en algún momento?
-Es una cuestión muy hipotética, pero si en dos años no se ha votado, pues...(repite el gesto con las comisuras de los labios y las cejas)...no lo puedo decir.
-¿El convenio implica el ingreso de material radiactivo a la Argentina?
-Podría. No es seguro. Lo que prevé en el artículo 12 es que hay alternativas. No dice que tiene que hacerse en la Argentina, dice que la Argentina encontraría alguna manera, en algún lugar, de hacerlo. Puede ser en otro país. O sea que ya con eso, no obliga a la Argentina a ingresar material. Y en el siguiente punto dice que la Argentina no hace reprocesamiento. Eso ya implica que se podría tratar en otro lugar. Australia tiene contrato con Francia para el tratamiento de los combustibles gastados. Lo que se busca es tener la posibilidad, si fuera necesario, de una alternativa para tratar los combustibles gastados antes de almacenarlos en Australia.
-¿Usted considera entonces que es infundado el reclamo de las agrupaciones ambientalistas?
-Creo que es lamentable que estén causando alarma entre la población, porque le están tratando de hacer creer a la gente que va a haber aquí un depósito de residuos nucleares internacionales. Y eso es no es así, porque primero es muy poco probable que vengan elementos combustibles gastados, y segundo, y más importante, si vinieran, todos esos elementos acondicionados más cualquier residuo que resultara de este proceso, todo sería devuelto a Australia.
-¿Cuánto tiempo permanecerían en la Argentina?
-Cuestión de unos meses.
-¿Está en condiciones de afirmar que esto no implica ningún riesgo para el país que lo recibe?
-No soy científica, por supuesto, pero por todo lo que he leído y aprendido sobre esto, puedo decir que el riesgo es mínimo, y todo está muy controlado. El transporte de ese material es la actividad más segura, y está controlado por gobiernos y organismos internacionales. A tal punto que nunca ha habido un accidente en el transporte de material radiactivo.

Lucas Colonna

Fantasmas en Ezeiza

-Existían versiones que hablaban de la posibilidad de construir una planta de residuos nucleares en Ezeiza...
-Eso es falso. Ciertas personas sugieren eso, pero es falso. Ya hay actividad nuclear en Ezeiza desde hace décadas. No tiene nada que ver con Australia. Los ambientalistas tienen derecho a manifestar su oposición, pero no a hacer circular información falsa. Aquí no va a haber un basurero de desechos nucleares australianos.

"Un proceso transparente"

-¿Cómo se eligió a la Argentina para este convenio si podía haber inconvenientes para recibir y tratar el material radiactivo?
-Se eligió a la Argentina porque su propuesta para la construcción del reactor fue considerada la mejor. Y eso es para la honra del país. Fue un proceso transparente, detallado y exigente. Segundo: Argentina tiene capacidades para recibir y tratar el combustible gastado. Por eso, y después de haber hecho las consultas necesarias con las autoridades nacionales, Invap podía decir que estaba en condiciones de ofrecer una posibilidad para tratarlo en la Argentina o en otro país.

Científicos argentinos "for export"

La embajadora australiana, Sharyn Minahan, resaltó el daño que ocasiona tanto en la empresa Invap como en la Argentina los inconvenientes para la concreción del proyecto.
"Si usted firma un convenio y después la cosa queda parada, es obvio que eso no va a hacer bien para la imagen del país y de la empresa", dijo.
Sin embargo, aseguró que el concepto que tienen en Australia de los científicos argentinos es muy elevado.
"Los científicos argentinos son excelentes, por eso se ha escogido a Invap para este trabajo tan complejo", aseguró.
Además, lamentó las limitaciones con que se encuentran los investigadores y académicos nacionales en materia económica.
"Yo sé que hay mucho respeto por el trabajo de los científicos argentinos. Seguramente no hay muchos recursos, pero tienen una capacidad humana admirable", afirmó. (ABA)

   
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