Domingo 25 de agosto de 2002
 

La semana en San Martín de los Andes: Estado de sospecha

 
  Algo que se aprende en las escuelas más elementales de periodismo es que la actualidad es un proceso, y que cada hecho objeto de interés noticioso tiene antecedentes y consecuentes.
Luego, la vida profesional enseña que la inmensa mayoría de los protagonistas de esos episodios se definen por sus actos, y no por sus declaraciones a la prensa.
San Martín de los Andes vive horas de confusión. Se escuchan discursos que van de la grandilocuencia de ocasión a la barricada más elemental.
Tanto verbo fue disparado por denuncias de intimidaciones políticas, una de las cuales involucra al ahora ex director de Juntas Vecinales, Adrián Pérez, en una supuesta maniobra para sacar del aire a la FM Pocahullo.
Se trata de una emisora comunitaria, que cada vez que puede azota el lomo de ese animal últimamente herido que es el gobierno municipal. A veces lo hace con razón y valentía; a veces lo hace con interés clasista y político; y a veces lo hace por pura costumbre.
En cualquier caso, hay en esa radio tanto derecho a decir lo suyo como derecho asiste a quien quiera refutar su discurso o ignorarlo. Lo que no debe haber, jamás, es urdimbre de responder con la violencia o con la intimidación.
El caso de Adrián Pérez está en la justicia. Si la grabación que lo liga a una supuesta contratación de servicios sucios es suficiente prueba, se verá.
Pero en el "mientras tanto", el asunto es serio como para que ni siquiera pueda tolerarse la sospecha de maquinaciones amparadas desde el municipio. No basta con enviar comunicados y esperar el dictamen impoluto de la justicia.
Mal que pese a muchos, es el partido gobernante el que está salpicado por la incertidumbre de saber si aquí hay instalado un método oscuro, más allá de los hacedores. Es un estado de sospecha.
Y se sabe, las sospechas políticas deben ser despejadas con acciones políticas, mientras la justicia investiga si las conductas denunciadas existen y cuadran en figuras penales. Algunos actos del MPN y su gobierno multiplican esas dudas políticas. Veamos.
* El intendente ya separó del cargo a Pérez, pero no puede soslayarse que el funcionario ocupaba la dirección de Juntas Vecinales después de protagonizar otro episodio dudoso y todavía abierto.
Hace dos años, Pérez fue involucrado en un caso de peculado que la justicia aún investiga. Luego de una suspensión algo desprolija y siguiendo los mandatos del estatuto y la presunción de inocencia, Schroh lo reintegró. Hubiera bastado que lo hiciera en su calidad de empleado municipal y no de director -que es cargo político- mientras esperaba por el (demorado) fallo judicial.
* A una semana del robo de una computadora de la Pocahullo, y de la grabación que liga a Pérez con presuntas maniobras oscuras, no había ingresado pedido del Ejecutivo para iniciar sumario al agente; una cuestión que parece elemental para deslindar responsabilidades dentro del propio municipio.
* En contraste con las demás bancadas, el MPN no fue a la reunión convocada por "organizaciones populares" para discutir la democracia de cara a las públicas denuncias de intimidación, que apuntan a supuestos militantes de ese partido. Cualquiera sea la motivación, parece un serio error político rehuir el debate en tales circunstancias.
* Al cierre de esta columna no había señales de que el partido gobernante haya iniciado acciones hacia el interior de su estructura, para determinar si hay militantes emepenistas involucrados en asuntos reprochables. Debe recordarse que los partidos tienen tribunales de disciplina.
Poco usados, es cierto.

Fernando Bravo
rionegro@smandes.com.ar

   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación