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Viernes 23 de agosto de 2002 | |
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Ratifican que Melo se quedaba con los reintegros |
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Los testigos que desfilaron ayer ante el Tribunal Oral Federal fueron categóricos. Aseguraron que la abogada, imputada en la estafa millonaria a la Anses, se quedaba con los reintegros. |
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| ROCA (AR).- Cuatro mujeres que fueron engañadas con tramitaciones de jubilaciones ante la Anses aseguraron ante el Tribunal Oral Federal, que la abogada Noralí Melo fue quien cobró el primer reintegro en el Banco Francés, en calidad de "honorarios". Una quinta testigo dijo que el dinero lo dejó en un sobre cerrado en el estudio de la abogada. La de ayer fue la primera jornada en que declararon los "jubilados", cuyos datos personales verdaderos y algunas prestaciones laborales falsas, fueron utilizados para cometer una estafa a la Anses. Está probado que los "beneficiarios" desconocían la maniobra fraudulenta, por lo que la justicia federal trata de establecer las responsabilidades de la abogada Noralí Melo; el ex jefe de personal de la empresa Moño Azul, Guido Zapata; la ex jefa de la delegación Roca de la Anses, Susana Rodríguez de Aís; el ex empleado de la Anses, Gabriel Sanhueza; y el ex policía federal, Claudio Hidalgo. Las personas perjudicadas tienen una característica similar: son de bajos recursos y la mayoría con poca instrucción. La primera testigo fue María Liria Ferrero. Dijo que conocía mucho a Sanhueza y que le había comentado que quería iniciar los trámites jubilatorios. Dijo que el imputado se encargó de los trámites y le avisó cuando había que ir a cobrar. El primer pago lo dejaron dentro de un sobre en el estudio de Melo. "Era mucha plata. Para mí era mucha. Sanhueza me dijo "dale ese sobre que le corresponde a ella (por Melo)". Me dijeron que era por honorarios y aportes", señaló. Ana Pagliaccio era amiga de la madre de Melo. Estando en la casa, Noralí Melo "me dijo si tenía jubilación. Le dije que no había hecho aportes, pero me indicó que igual se podía hacer", señaló. A los dos meses tuvo novedades. Fue al Banco Francés junto a la abogada. "Me hizo firmar un papel, me dijo que me corra para atrás y cobró ella". Antes de retirarse, le dijo al Tribunal: "Puse toda la confianza en ella (por Melo)... nunca pensé que me iba a pasar esto". Norma Alicia Aviani vivió una situación similar. Había trabajado en Moño Azul y "Zapata me llevó al estudio de Melo, donde me atendió un muchachito". Luego dijo que Zapata le avisó que había novedades. "Fui con Melo al Banco Francés, firmé, ella fue a la caja y cobró". Luego le llegó otro retroactivo. "Se lo di a un tal Gabriel. Eso quedaba para el estudio. Al tiempo me enteré que el muchachito del estudio se llamaba Claudio", señaló. Felisa Luque es de Regina y no sabe leer ni escribir. Trabajaba por temporadas en la cosecha, y se enteró que Zapata "hacía trámites jubilatorios", y este le dijo que le iba a avisar cuando todo estuviera listo. "Fuimos al estudio de Melo y de ahí al banco. Me dieron un recibo y cobró ella (por Melo)", señaló. Además agregó que "Zapata me dijo que juntaba gente para hacer jubilaciones". Luego negó haber trabajado 15 años en Moño Azul como figuraba en su planilla. Dolores Hidalgo, tía del procesado, señaló que fue al estudio de Melo. El mecanismo se volvió a repetir. Fue con la abogada al banco, y cobró Melo. "Nunca trabajé en Tecindal y en Rossi", dos empresas que figuraban en su planilla. Sin embargo, el abogado Oscar Pandolfi -defensor de Melo- hizo notar tres contradicciones. Que al estudio llegó por un aviso de la revista de CVC, que no sabía que su sobrino trabajaba en el estudio de Melo, y que el cajero del banco dijo que le entregó el dinero a ella. El juicio se reanudará el martes próximo, con más testimonios de damnificadas. |
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