Miércoles 21 de agosto de 2002
 

Hospitales no darán remedios a afiliados de PAMI

 

La obra social dice que la entrega está garantizada en las farmacias.

 
El secretario de Salud, Alejandro Marenco, rechazó cuestionamientos del titular del PAMI.
VIEDMA (AV).- Salud Pública suspenderá la provisión de los medicamentos a los afiliados del PAMI en los hospitales rionegrinos. La obra social nacional consideró que esa atención está garantizada con las farmacias.
Además, los hospitales de Río Negro revisarán la prestación actual a los 38 mil afiliados rionegrinos al PAMI a partir de un cuestionamiento de la intervención del organismo nacional al servicio público y un llamado a licitación para la adjudicación de las prestaciones médicas.
Así lo admitió el secretario de Salud, Alejandro Marenco. Reconoció no estar "nada satisfecho" con "la evaluación que (el interventor José) Corchuelo Blasco" hizo sobre la prestación de los hospitales al PAMI. Igual anticipó que concurrirán a la licitación porque "somos prestadores naturales y vamos a agotar la instancia para participar en la distribución de los fondos que el PAMI asigna a la provincia".
Las prestaciones de los 38 mil afiliados rionegrinos abrirán un gran debate en los próximos meses. Corchuelo Blasco cuestionó personalmente la semana pasada en General Roca a los prestadores porque "no cumplieron con el servicio".
Ese planteo lo escucharon representantes de las federaciones de las clínicas y de médicos, y el propio secretario de Salud. Marenco reconoció ese cuestionamiento. "No me gustó que generalizara y le respondí que nues- tros hospitales cumplieron con prestaciones a sus afiliados del PAMI. La delegación regional bien sabe cuánto hacemos para prestar ese servicio", resaltó Marenco a "Río Negro".
En el cuestionamiento, Corchuelo Blasco anunció que en 60 días se avanzaría en un esquema licitatorio para adjudicar las prestaciones en Río Negro.
En otra parte, Marenco resaltó que -por ahora- todo seguirá igual ya que la prestación de la atención primaria se mantendrá y se facturará por prestaciones, pero admitió que se suspenderá la provisión de los medicamentos. Justificó esa decisión en que el interventor Corchuelo Blasco le sugirió esa acción al desestimar cualquier compensación a los hospitales por la entrega de esos medicamentos, que mayoritariamente corresponden al laboratorio provincial Prozo-me. "No fue posible, pues Corchuelo entendió que no era necesario ya que los afiliados del PAMI ya tienen atención en las farmacias y, en todo caso, los carenciados pueden solicitar un subsidio a las delegaciones si no pueden pagar la diferencia", recordó en referencia a la respuesta del interventor del PAMI.
En diálogo con "Río Negro", Marenco adelantó que Salud Pública se presentará en la licitación de las prestaciones aunque deslizó alguna que otra preocupación por las condiciones que puedan incluirse en los pliegos. De cualquier forma confió en que se le permitirá participar, pues "los hospitales son prestadores naturales y además son únicos centros en la Línea Sur".
Finalmente, el secretario resaltó que su intención "era compatibilizar con el PAMI una política sanitaria común", que ade- más de la prestación de primer y segundo nivel incorporara la entrega de medicamentos y también las diferentes campaña de prevención. "Pero, en realidad, no advertí una tendencia de Corchuelo para trabajar con Salud Pública sino más predispuesto a trabajar con un sector privado", afirmó.

El debate que se viene

La reciente disolución de la gerenciadora SIRSA -que integraban Salud Pública y las federaciones de clínicas y médicos para el servicio al PAMI en Río Negro- reeditó un viejo debate de intereses sectoriales en el reparto de las prestaciones.
La Federación Médica se desligó de las culpas y, en cambio, insistió en la reunión con Corchuelo Blasco que esa entidad pretendía continuar con esa sociedad prestacional. La organización de las clínicas reclamó por los servicios adeudados.
"Por ahora, el PAMI no hablará de la deuda", advirtió un colaborador inmediato de Corchuelo Blasco. El interventor ya se había quejado ante los prestadores porque no había existido prestación.
El reclamo de SIRSA se remonta a setiembre pasado y la deuda rondaría el millón de pesos. Pero cada sector mantiene su propia negociación. Marenco solicitó cobrar sus casi 400 mil pesos de la facturación hospitalaria, incluyendo el período de la gerenciadora y los meses posteriores. El PAMI sólo le prometió un aporte cercano a los 100 mil pesos.
La estrategia individual no sólo será para cobrar la deuda sino que también se advierte que cada sector de salud propone su propio programa con vista a la licitación que -por ahora- prometió la intervención del PAMI. (AV)
   
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