Domingo 11 de agosto de 2002
 

Hacen guantes para desafiar la crisis en Cutral Co

 

En el taller Esperanza trabajan 40 operarios.Las petroleras son las principales compradoras.

 
El taller Esperanza es un ámbito de contención para los chicos con capacidades diferentes.
CUTRAL CO (ACC).- En el Taller Municipal "Esperanza" le ponen el pecho a la crisis y a pesar de todo, intentan buscarle la vuelta. Es por eso que los integrantes, entre operarios con capacidades diferentes y el plantel, atendieron las demandas del mercado y se abocaron a la producción de guantes industriales. Las empresas petroleras son las principales compradoras del producto.
Son 40 los trabajadores que conforman este Taller Municipal "Esperanza", entidad creada para la preparación laboral de personas con capacidades diferentes y en su comienzo, la actividad principal fue la fabricación de zapatillas. Hoy se siguen haciendo, pero el punto fuerte son los guantes industriales y las botas de gamuza, aunque en menor cantidad. Los operarios se reparten en tres turnos de trabajo y todos elaboran la misma mercadería.
"Las necesidades del mercado son los guantes industriales y las botitas, por esta razón es que nos abocamos a este producto", explicó la directora del taller, Alicia Kieller.
Cuando los actuales integrantes fueron incorporados a esta entidad, debieron cumplir con el aprendizaje completo del proceso de armado de la mercadería a producir, de acuerdo a sus posibilidades. Comienzan por las máquinas de coser y luego van rotando, aunque los coordinadores evalúan en qué sector pueden permanecer porque, por ejemplo, el uso de las máquinas industriales es muy complejo. Y siempre se trata de que el operario tenga a su cargo una tarea.
La actual producción, que son los guantes industriales, fue incorporada debido a la existencia de empresas en la zona que se acercaron a la entidad para solicitarlos.
"Tenemos que tratar de conservar nuestros clientes, en este momento hay dos empresas del Mega en Loma de La Lata, Petrogas y Repsol YPF que nos compran la producción. Por eso queremos apostar fuerte a este tipo de mercadería", agregó la directora.
Pero como no todo puede marchar sobre ruedas, el único contratiempo que se presenta ahora es el sistema de compra de materia prima, sobre el que se está trabajando para intentar agilizarlo y así evitar las demoras. Es que se deben cumplir con una serie de trámites y requisitos -a través del municipio- para adquirir el cuero.
En este momento, por cada remesa de material de cuero se fabrican 150 pares de guantes, cada quince días lo que no es suficiente para cubrir la demanda de las empresas. Entonces, si se pudiera lograr que las compras fueran más rápidas, "en tiempo y forma" se acortarían los plazos y entonces la producción aumentaría. "Si no, podríamos llegar a perder al cliente y en este momento es importante que lo tengamos", aclaró la directora.
Otro de los obstáculos es el precio del cuero después de la grave crisis de diciembre pasado. Y la demanda en el exterior de este tipo de mercadería que dificulta la adquisición aquí. "Se nos hace difícil no sólo el cuero si no la materia prima o los accesorios para el calzado. Pero nuestro proveedor en Buenos Aires, siempre nos tiene en cuenta", dijo Kieller.
Aunque desde el comienzo aquí se fabricaron guantes, igual que zapatillas, ahora la situación se revirtió porque pueden ofrecer precios más accesibles. La razón es que no se trata de una entidad con fines de lucro y la ganancia no puede ser la misma que tiene un comerciante, por lo que intentan recuperar la materia prima y eso los pone en mejor posición que el resto.
En tiempos en que no hay materia prima, la actividad se paraliza pero no es una buena alternativa para el grupo. Si bien se trata de una institución que "contiene", su principal función es la preparación laboral, siempre y cuando exista un "producto de por medio" o al menos "una idea de producto" para que puedan ser preparados.
Si no se puede trabajar, se les enseña a coser pero "para qué" si "sabemos que en la comunidad tampoco hay dónde insertarlos en esta actividad", explicó Kieller. Remarcó que tampoco la comunidad -aunque suene fuerte- tiene donde insertarlos por lo que es necesario que se refuerce lo que estos operarios saben hacer.

Muchos esperan por un lugar

CUTRAL CO (ACC).- En el "Taller Esperanza" hay un cupo para 40 operarios y aunque parece un número importante, no es suficiente porque hay una lista de espera de 70 aspirantes, que no tienen posibilidades de ingresar, al menos en el corto plazo.
Cuando fue creada la institución, se la diagramó para estas 40 personas que hoy están aquí. Y respetan y cuidan su lugar, tienen una fuerte idea de pertenencia y acuden a diario. Pero no se puede ampliar, porque la entidad que depende del municipio local, debe seguir en función de la situación de la comuna, que no siempre es la mejor.
"No podemos proyectar una continuidad del sistema por largo tiempo. Y como dependemos del municipio, es que ahora tratamos de reforzar el tema de los guantes porque es un producto que va muy bien y nos sirve para generar algunos ingresos", describió la directora Alicia Kieller.
Aquí concurren débiles mentales y moderados, con síndrome de Down, sensoriales: sordos e hipoacúsicos, con parálisis cerebral e irregulares motores

Preparados para el desafío

CUTRAL CO (ACC) - Los cuarenta integrantes con capacidades diferentes del Taller "Esperanza" realizan su trabajo y sus actividades cotidianas sin inconvenientes. Están prepa- rados para enfrentar la vida y en eso también ponen empeño.
Desde hace algunos años se comenzó a acuñar la palabra "capacidades diferentes" a cambio de "discapacidad" y los operarios del "Esperanza" lo saben muy bien. Por eso es que no les gusta demasiado cuando escuchan que alguien la menciona. Es que desde el equipo que trabaja con ellos se les enseñó a tener otra visión y aunque el taller nació para albergarlos, ellos prefieren sentirse "integrados" a la sociedad. Acuden a cumplir su tarea solos, se manejan sin problemas para hacer sus trámites como el cobro de su premio estímulo o el pago de los impuestos. "Se manejan solos, es muy raro que alguien los acompañe. Aunque a veces, algunos tienen sus días y entonces, es necesaria la ayuda. Pero acá aprenden todo lo relacionado con la vida", describió Alicia Kieller.

   
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