Jueves 1 de agosto de 2002

 

Crítica situación de afiliados a PAMI en Bariloche

 

Ningún sanatorio privado les presta servicios por la abultada deuda que mantiene la institución. El hospital está al límite

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El corte de servicios dispuesto por el subsector privado de la salud y la crítica situación financiera y prestacional del hospital zonal mantiene a los afiliados al PAMI de esta ciudad en el límite del desamparo.
El martes pasado un anciano de 87 años, derivado por el Hospital Privado Regional con deterioro neurológico y neumonía, debió ser internado en la "unidad de cuidados mínimos" del nosocomio "muy lejos de las condiciones que requiere su estado".
La abultada deuda mantenida por el PAMI con clínicas y sanatorios locales volcó la balanza en contra de los jubilados y pensionados de esta ciudad.
La semana pasada, tras el anuncio de la disolución de la gerenciadora SIRSA, las instituciones privadas de Bariloche se unieron y decidieron "no prestar servicios a los afiliados del mencionado programa nacional".

Saturado

Esta decisión incidió en forma directa sobre la demanda de atención del nosocomio cuya capacidad de internación "está totalmente saturada".
Su director, Guillermo Carminatti, explicó a "Río Negro" que "para afrontar la demanda de (los afiliados del) PAMI tendríamos que tener entre 30 y 40 camas más, el hospital no da abasto y debe darle prioridad al indigente que no tiene ningún tipo de cobertura".
Para peor, en lo que va del año la institución acumuló 106.821 pesos de deuda con el "Ramón Carrillo" por servicios de salud brindados a sus afiliados.
En una nota remitida la semana pasada al responsable del PAMI Bariloche, Alberto Newbery, Carminatti le advierte que las penurias que atraviesa el hospital "son de implacable realidad y no dan márgenes".
La primera derivación de gravedad tras el corte de servicios en el subsector privado fue la de Meliton Teodoro Espinosa, el octogenario con un "accidente cerebro vascular en curso" y neumonía que debió ser alojado en la sala de "cuidados mínimos" por falta de camas. El caso no es el único ya que hay otros ocho beneficiarios del PAMI internados con afecciones de distintos tipo y gravedad que corren con la misma suerte.
El ingreso de Espinosa alertó a las autoridades del nosocomio que incluso recurrieron a la justicia, describiendo la dramática situación del anciano, en busca de algún tipo de respuesta. "La situación en el hospital es más grave que nunca, los pacientes se están atendiendo muy mal y nadie nos presta atención", insistió Carminatti.
Raquel, familiar de otro anciano enfermo internado en terapia intensiva, denunció que "el PAMI está incurriendo casi en un abandono de persona" y reclamó la normalización de las prestaciones.
También el jefe de cirugía y médico auditor del PAMI, Martín Odriozola, coincidió en que la restricción presupuestaria de la institución roza el abandono de persona.
   
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