El veranismo pone en escena su poder

Acto en Roca. Piensa concentrar más de 2.000 personas. Es una señal a la interna del partido

Verani: en su casa y su salsa...

El veranismo se moviliza hoy en Roca con la clara intención de emitir una señal hacia adentro y fuera del partido.
El argumento del encuentro pareciera tener una sola dirección: el lanzamiento en el Alto Valle de la candidatura de Miguel Saiz.
Pero la operación apunta también a dos objetivos.
Por un lado, intentar remarcar en el frente interno del partido que el sector sigue siendo hegemónico en la cuadrícula radical de Roca, bastión esencial en la construcción y reproducción del poder de Pablo Verani. Una ciudad desde la cual genera una amplia red de vínculos para extender el poder sobre el resto de la estructura provincial del partido.
Por otro lado, con el acto de hoy el veranismo reacciona ante el surgimiento en Roca y desde sus propias entrañas -su patria chica- de un núcleo opositor: el que lidera el intendente Ricardo Sarandría.
Cabe recordar que junto con el vice Bautista Mendioroz y el legislador Fernando Chironi, Sarandría timonea desde hace un mes un amplio sector del radicalismo opositor al estilo y formas de ejercer el poder por parte del veranismo. Mecanismos de hacer política que denuncian como permanentemente proclives a buscar el hegemonismo total en las decisiones del oficialismo provincial.
Como se sabe, el "no veranismo" está decidido a discutirle al veranismo en internas la candidatura a gobernador por el radicalismo.
La convocatoria está fijada para el Polideportivo del Barrio Norte, a partir de las 21.
Están previstos cuatro mensajes: el flamante presidente del Comité Roca Selin Basse, el de un intendente de extracción radical que hasta anoche no había sido designado, luego hablará Saiz y cerrará el gobernador.
Consignemos que hoy a la mañana, Verani y Saiz encabezarán un raid de inauguraciones y anuncios de obras públicas en General Roca (ver página 20).

Las razones de Verani

El lanzamiento de Saiz otorgó a Verani el motivo para realizar el demorado acto propio y así reivindicar su poder de convocatoria. En otras oportunidades, el gobernador se ocupó especialmente de suspender encuentros similares lanzados por sus hombres más allegados.
Ahora, Verani tiene una íntima razón que lo alienta: el desafío que en su terruño le ha planteado últimamente el intendente Ricardo Sarandría.
Hace una semana, el mandatario entusiasmó a Bautista Mendioroz con un acuerdo interno que derive en una fórmula gubernamental de unidad.
Pero lo sorprendió con una reacción más hormonal que lógica. "En todo caso, sólo hacemos interna en Roca", sentenció Verani, no ocultando su ansiedad por pulsear con Sarandría.
En medios radicales se señala que el vice lo contradijo para plantear que un acuerdo debería contemplar a todos.

Consigna: no irse apurado

Pablo Verani sabe que una de las exclusividades de la historia es que no se repite.
Pero no ignora que a veces la historia toma forma en términos análogos con algún punto del pasado.
Se sabe entonces que cuando Verani piensa en esta posibilidad, clava su mente en un objetivo: evitar que la transición entre las elecciones y la entrega del gobierno se transforme en un proceso que le licue poder. En otros términos: que el lapso no se parezca en nada al caos y la ingobernabilidad que signó el final de la administración Massaccesi.
Cuentan que esta inquietud forma parte de los temas y preocupaciones más recurrentes que Verani aborda en la intimidad del poder. En esa carpa machaca sin recaudo sobre el cansancio, que todo el proceso de transición debe ser atado con maniática minuciosidad. Se asegura incluso que vierte sus reflexiones con tanta inyección de énfasis, que no admite matices ni duda en el tratamiento del tema.
Y en los círculos del poder se sostiene que cuando el gobernador dibuja cómo manejar aquellos días por venir, se irrita al computar la investigación que lo involucra en las coimas por la concesión de los casinos en la provincia.
-Ahí se pone muy mal... muy, muy mal -dijo en Viedma a este diario días pasados un hombre cercano a aquellos círculos.
Por lo demás, Verani procura asegurar las potenciales certidumbres que tiene sobre cómo puede ser la transición.
Se sabe que no quiere que medie mucho tiempo entre elecciones y entrega del poder. Aspiración que se funda en un recuerdo nada borroso que lo mantiene en vilo: la larga, compleja y violenta transición que medió entre aquel 14 de mayo del "95 en que ganó las elecciones y la asunción, el 10 de diciembre.
Un proceso donde el descuido y la irresponsabilidad con que durante años manejó el radicalismo la situación fiscal de la provincia, casi terminan impidiendo que Verani llegue al gobierno.
-¡Nunca más eso!...¡Nunca más eso!- suele trinar Verani ante la sola mención de aquellas jornadas en que cientos de efectivos de Gendarmería Nacional ocuparon por largo tiempo Viedma y el Alto Valle.
Verani está persuadido de que el acuerdo financiero recientemente firmado con Nación le garantiza mantener diluido el coctel más amenazante que enfrenta en materia de gobernabilidad: el pago de salarios a los estatales.
-La previsibilidad de fondos nacionales la tenemos atada hasta febrero como máximo- le ha dicho y convencido su sobrino Pablo Verani, secretario de Hacienda.
¿Y luego? Nadie sabe cómo será ese luego.
Un tiempo donde quizá Pablo Verani ya no esté en el poder.

¿Hubo o no ofrecimiento a Rodríguez?

Una evidente contradicción se advirtió ayer entre el ministro de Economía José Luis Rodríguez y el máximo operador político del gobernador Pablo Verani, Daniel Sartor.
Ayer, el funcionario no sólo negó haber tenido un ofrecimiento, sino que además desestimó toda posibilidad de ser candidato a intendente de General Roca.
En cambio, el ex ministro social aseveró anteanoche que la propuesta electoral existió, aunque adelantó la oposición de Rodríguez.
Igual, Sartor no está resignado a esa negativa. "El candidato para Roca debe ser Rafucho", insistió el ex funcionario.
En diálogo con "Río Negro", Rodríguez explicó que su "posicionamiento e inserción es provincial", entonces nada se corresponde con una postulación para la intendencia de General Roca. No quiere hablar de espacios electorales pero, en definitiva, se lo consigna para una candidatura a diputado por el Alto Valle Centro.
Por otra parte, hasta ahora, el ingeniero y ex concejal Roberto Fieg es el único precandidato radical alistado para la compulsa interna.
Todo indica que se sumarán otros postulantes.
En este sentido, los contactos reservados de Sartor se multiplicaron en la búsqueda de otras alternativas electorales.