¡Oh viejo Paul!...
Cavilando sobre aquella reflexión, entré al quincho justo en el momento en que el gordo Boedo estaba en plena perorata...
-¡Qué interna ni interna!...¡Arreglarán!
-¿Qué te pasa Boedo?...¿Qué indigna tu espíritu republicano?- le pregunté.
-¡Que estos dos gilastrunes de Ludovico y "Parroquia" me quieren convencer de que el radicalismo está que arde debido a la interna entre veranistas y no veranistas!... ¡Por favor!... ¡Máscaras, teatro... eso es esta "interna"!
-Bueno Gordo... el vice Bautista Mendioroz dice de todo del "Fino" Sartor, primer violinista del veranismo...
-¡De todo, de todo!... ¿Qué es de todo?... "¡Mandame polenta "Fino", polenta!"... ¡Eso es lo que dice Mendiorito!
-¿De qué hablás?... ¿Qué querés decir?...
-¿Cómo que qué quiero decir?... ¿Y la interna del "99 para el Comité de Viedma?... ¿Cómo la ganó Bautista?
-¡No sé, gordo!¡Es una eternidad de tiempo! Como diría Mefistófeles: "Se comprime el espíritu en botas españolas" cuando pienso en todo lo sucedido en este país desde aquel año...
-¿Por qué españolas?- preguntó Ludovico...
-Por... algún día te lo explico. Ahora me interesa saber cómo ganó Bautista aquella interna por la presidencia del Comité de Viedma... ¿Cómo ganó, Boedo?
-¡A pura polenta y fideos que le metió "Fino" en los barrios de Viedma!... ¡En esa elección, el mendiorismo y el veranismo fueron socios!... ¡"Bauti" vivió la campaña aterrorizado con la idea de que Massaccesi le manoteara el Comité!... ¡Le ganó por 200 votos!... En realidad no ganó "Bauti", sino el "Fino"...
-¡Eh, gordo!...
-¡Pero por favor, Eduardito, yo anduve en uno de los camiones con bolsitas... de acompañante!... "¡Fino", necesito polenta en tal barrio!", le decía "Bauti" por celular y "Fino" bajaba la orden y ahí salíamos nosotros... "¡Fino", necesito fideos en...!, y ahí partíamos rugientes nosotros... en dos semanas aumenté como 23 kilos... y me traje tanta polenta y fideos que me duraron hasta el 11 de diciembre del 2000 a un ritmo de un paquete de cada uno cada dos días... y "Fino" en su salsa..., libreta en mano... lápiz en la oreja... "¡Un "mionca" para allá, otro para este otro lado!"... ¡Qué me van a hablar a mí de las diferencias del mendiorismo con el veranismo!- dijo el gordo y me miró irritado...
-¿Pero qué te pasa hoy Boedo, comiste carne de tigre?- le dije...
-¡Estoy boludo de que me hablen de las diferencias entre radicales, viejo!... Los antiveranistas dicen "que el veranismo esto, que el veranismo lo otro"... y luego en la Legislatura terminan apoyándolo en todo... ¡No jodamos más, Eduardito!... ¿No decía Alem que ningún régimen se construye sin dejar de tener escarceos en su frente interno, escarceos que sin embargo no ponen en peligro lo esencial: el poder?... Bueno, esto pasa aquí con el radicalismo: es un régimen y tiene escarceos que, en lo esencial, nada lo afectan- dijo el gordo y abrimos un tinto.
Eduardo Gilimón
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