El PJ atrapado como el "Magdalena"
Destino muy incierto tenían al cierre de esta edición los intentos en el PJ rionegrino por consensuar una única lista para gobernador. Del Bello propone elegirlo mediante encuesta. Soria dice que ese sistema lo propuso él hace tres años, se lo rechazaron y ahora no se baja. Junto con Pichetto, lo invitaron a ser su vice.
Pero a diferencia de éste, el maltrato no venía del hielo, sino de sus debilidades para zanjar sus propias contradicciones.
Porque al cierre de esta edición parecía destinada a naufragar lentamente la posibilidad de lograr un acuerdo tendiente a evitar una elección interna para elegir candidato a gobernador.
A lo largo de toda la jornada de ayer se cosechó una catarata de ratificaciones de posicionamientos que, al menos a hoy, arrojan una única conclusión: habrá internas.
Un proceso para el cual hasta hoy hay dos anotados: el titular del INDEC, Juan Carlos del Bello, y el ex diputado nacional y ex jefe de la SIDE, Carlos Soria.
Muy temprano y por "Radio Manantial", el primero de ellos dijo que Soria y su socio en el proyecto de toma del poder -el senador Miguel Pichetto- representan el peronismo de la derrota.
Fundamentó su punto de vista con distintos argumentos. Pero acentuó sobre el hecho de que Soria y Pichetto pertenecen al "lote de dirigentes tradicionales del partido y que tienen una imagen negativa neta superior al 50%. No pueden perforar ese espacio negativo porque son archiconocidos y ahora nos pueden llevar a una nueva derrota" - sentenció Del Bello.
Advirtió además que ambos tienen el lastre de "haber ejercido cargos electivos nacionales durante más de una década, algo que desgasta".
-¿Pero usted fue diez años funcionario de la administración Menem?- se le preguntó.
-Lo fui desde cargos técnicos, entre otros en la conducción del Conicet y ahora el INDEC. Me parece que hay mucha diferencia entre estos sitios y los cargos políticos electivos- respondió.
Luego propuso la realización de una encuesta para evitar la interna.
-Es el mecanismo más idóneo para definir quién es quién ante la sociedad, tanto en lo que hace a la candidatura a gobernador como a la de aspirantes a intendente- señaló.
Y acotó:
-Para que éste sea un mecanismo conducente tendríamos que tomarnos un tiempo para que los interesados digan quiénes son, qué han hecho desde la función pública, si es que ocuparon cargos, y cuáles son sus ideas y proyectos para gobernar la provincia o un municipio.
Soria y Pichetto no dejaron correr mucho tiempo para responderle a Del Bello.
Ambos lo invitaron a sumarse como vice a la fórmula que lidera Soria, algo que Del Bello rechaza de plano.
-Sería una propuesta de éxito seguro- dijo Pichetto.
Por su parte, Soria advirtió:
-Yo no renuncio a nada, ni a la "bolita" renuncio. Yo soy el más interesado en que el justicialismo unifique las mejores candidaturas, hace muchos años que vengo ofreciendo ideas para lograr consenso. Hace tres años propuse un método novedoso, que era seleccionar a los candidatos a través de un sistema de encuestas, que es un tema científico. Se encapricharon, no aceptaron y siguieron adelante, y se produjo la tercera derrota electoral vía la fórmula Remo Costanzo y Del Bello. Ganaron la interna porque tenían una gran estructura partidaria y así nos fue después en las generales: perdimos catastróficamente.
Y acotó:
-Yo seguí trabajando, buscando el diálogo, pero nadie se preocupó hasta ahora, que vuelven con el tema de la unidad. Es importante, la gente nos reclama que nos pongamos de acuerdo. Convoco a los demás compañeros para que nos ayuden, sobre todo a aquellos que nunca ocuparon un cargo electivo. En ese sentido estoy abierto a la participación de todos los sectores. Pero no voy a negociar una renuncia a mi candidatura.
Así estaban anoche los tantos en la interna del PJ en relación con los intentos de unidad en procura de una fórmula consensuada que llegan desde distintos planos del partido.
Entre otros, el intento que hace pocas horas se puso en marcha vía dirigentes de Catriel -el matrimonio Moschetti-con quienes anoche Soria dialogaba en esa localidad.
Análisis: Una fidelidad que está muy sola
Según Carlos "Chacho" Alvarez, la política no aguanta mucho tiempo la perplejidad.
Claro, eso es así mientras no se trate del seguimiento de la política que produce el PJ rionegrino. Al menos, la política que vertebra hacia adentro sus planes de poder para referenciarse en la provincia.
Ahí -entonces- la perplejidad estalla a la vista, se mire por donde se lo mire al partido.
Este PJ no arrastra sólo un problema de derrotas electorales en manos del radicalismo a lo largo de toda la transición.
Este es un problema hacia su "afuera".
La causa esencial de su tormentoso existir a lo largo de ese período responde a indosincrasias y patologías fuertemente abulonadas en la conducta general del partido, que no es otra que la suma de las conductas de dirigentes y militantes.
Desde muy lejos viene autoderrotado en su significación como estructura de poder. Lo hizo vía una salvaje predisposición al lenguaje o discurso, y la decisión excluyente para con el otro peronista.
La tendencia siempre fue a un peronismo contra otro peronismo. Una lucha donde valió todo. La traición y el prejuicio, por caso.
Y entonces, derrota tras derrota a merced del radicalismo, fue surgiendo del seno del peronismo rionegrino una cultura muy extendida dentro del mismo: "Si no podemos ganar como partido, resolvamos en lo personal nuestros sitios en el esquema del poder".
Con la extensión de esa cultura, el partido perdió lo que siempre distinguió al peronismo a escala nacional, lo esencial de su patrimonio simbólico más acentuado: la convicción de poder.
Y entonces, diría "Chacho" Alvarez, "el activista y el militante fueron reemplazados por el repartidor de cargos y prebendas".
Todo un proceso que humilla a esa fidelidad de más del 30% permanente de votos que sigue teniendo este peronismo.
Una fidelidad que está muy sola.
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