Domingo 25 de agosto de 2002
		Desmesuras
		La política rionegrina tiene una deuda con la calidad de decisiones. Es su débito más gravoso. A lo largo de toda la transición sus sistemas de decisión se movieron apegados a los dictados del verticalismo de turno y de la carencia de autocrítica. Dejaron así de lado esquemas de procesamiento fundados en la necesidad de conseguir resultados más adecuados para el conjunto de los que devienen de aquellas prácticas. Pero nada de esto fue neutro ni casual. La crisis fiscal que azota a la provincia y la corrupción y carencia de jerarquía de definiciones enquistada en el aparato de Estado y en el sistema de partidos, se corresponden con aquel estilo. Ahora, ante el desencanto con la dirigencia, en esos sitios abundan arrepentimientos, explicaciones insólitas y decisiones graves. Veamos. El precandidato a gobernador por el PJ Juan Carlos Del Bello -por caso-, con el corazón flagelado desde algún punto de su intimidad psíquica, se arrepiente ahora de haberse sumado en el "99 como vice de la tercera fórmula que en una década encabezó Remo Costanzo para la gobernación. Del Bello se sumó así a la responsabilidad de reproducir las condiciones para una nueva derrota electoral del PJ. La tercera en la larga era Costanzo. Y la más catastrófica en materia de votos. Llevado por su ambición y una agobiante escasez de lógica, Del Bello no escuchó advertencias destinadas a bloquearle el camino a tanta desmesura. - Juan Carlos pasó sus años de exilio en ambiente caribeño...ahí se impregnó de la desmesura del realismo mágico de García Márquez- explicaba con ironía días pasados un "bellista" acérrimo. Pero para vigorizar su posicionamiento en la interna del PJ, Del Bello necesita hoy de Costanzo y costancismo. El quiere hablar más de esto último que del primero. No ignora -claro está- el costo que puede alcanzar el ligarse a un dirigente que es sinónimo de estilo personalista y de derrota para los intereses del partido. Y vapuleado por el escándalo del Senado. Tampoco ignora Del Bello que es difícil determinar cuánto espacio de poder tiene hoy, en el partido, el costancismo. Pero huele con acierto que no hay que desdeñar lo existente. Mucho menos dejarlo disponible al apetito del hasta hoy único adversario por la candidatura: Carlos Soria. En su suave exploración sobre el costancismo, surge una foto. Fue tomada días atrás en Viedma: Del Bello y Costanzo juntos. El primero, con cara de que el "click" llegue rápido. El segundo, distendido. Con la velocidad del rayo, el "bellismo" se precipitó a la depresión. Varios de los dirigentes del sector trataron vía mails de explicarles a lonjas enteras de peronistas las razones de la foto. "Es de carácter social, nada más", respondieron. Uno de ellos fue más generoso en la justificación. "La foto cierra hacia dentro del partido, une", contestó. - "¿Me querés decir "negro" hacia dónde cierra la foto hacia fuera del partido?...¡Si podés, avisame!- le retrucaron vía el salto más interesante que ha dado la dirigencia política rionegrina en varios años: el uso del mail. Así de sensible está la dermis del "bellismo". Una foto le causa erupción. ¿Qué quiere Costanzo de este PJ? Que lo reivindique. Se lo dijo a toda la cúpula del partido. Hacia dentro de éste, no quiere dejar la política bajo el estigma de derrotas y sospechas. La cúpula le ha dado un lugar en la mesa de decisiones y lo computa a la hora de los abrazos. Y Costanzo insinuó cómo quiere ser reivindicado: la presidencia del partido. Cada vez que la cúpula piensa en ese deseo, le baja la presión. Pero a las erupciones tampoco es ajeno el "sorismo". Especialmente cuando calibra el alcance no ponderado que suele tener el verbo de su líder y precandidato a gobernador: Carlos Soria. Un verbo que lleva la política a terrenos de difícil retorno desde lo personal. Y que no se justifica desde la defensa de convicciones ni en el debate más duro. Una reciente discusión con su íntimo amigo y políticamente dotado de insufrible duda Eduardo Rosso, así lo dice. Pero, es cierto: por estas horas crece la impresión que es inminente el lanzamiento de Rosso al circo de la interna. Pero con aquel estilo, Soria suele perder en un instante lo que construye en tiempo. Y pone así en juego la cosecha que se insinúa en su campaña con vista a la interna. Abundan la desmesura y la baja calidad de decisiones en este peronismo. El ex gobernador Mario Franco ha vuelto de lleno a la interna peronista. Apoya a Soria para que sea gobernador en nombre de un PJ al que él, Mario Franco, ayudó, incluso públicamente, a derrotar en dos elecciones: "87 y "95. Y lo logró pidiendo al peronismo que votara al régimen radical. En un caso, hablando de "mi amigo Verani". Está expulsado del PJ por esa razón. Pero ahí está Franco, en este PJ que quiere cambiar estilos y formas de hacer política. Por ahora, abunda la desmesura. Como abundó esta semana en la Legislatura provincial en una de sus decisiones: el rechazo a la fusión de las provincias de Río Negro y Neuquén. Seguramente la dialéctica, que es consustancial a la historia, se encargará de colocar en rango de estéril esta decisión. Pero la desmesura radica en que la decisión se adoptó sin que medio un debate abierto y enriquecedor sobre el tema. El rechazo se hizo desde una ponderación muy exigua. Contempló sólo intereses que miraron en una única dirección: los eventuales riesgos que para la capitalidad de Viedma tenía aquel proyecto. Así, la decisión de la Legislatura implica el triunfo de lo particular por sobre un interés que en pocos años más seguramente será definidamente general. E incontenible. La Legislatura rionegrina operó como aquellos gerontes del Kremlin que construyeron la URSS en la convicción de poder manejar la historia. Instalados en esa ficción, se hundieron. Como ellos, la Legislatura fue incapaz de operar desde la reflexión de largo alcance. Y si por esas piruetas de la vida los legisladores vislumbran cómo será el futuro de este tema, dirán como Castelli cuando imaginaba el futuro del país surgido en el "10: "Si ves al futuro, dile que no venga". Pero el futuro siempre llega. Carlos Torrengo ctorrengo@rionegro.com.ar
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