 |
|||
 |
Sábado 31 de agosto de 2002 | ||
 |
Agredieron y quemaron a la esposa de un policía |
||
Denunció haber sido atacada por dos mujeres en su casa de Las Grutas. Le quemaron los párpados con cigarrillos y recibió algunos golpes. Fue encontrada por su esposo atada a una silla en su vivienda. |
|||
Paula Escobar, de 27 años, oriunda de Viedma y residente en este balneario desde hace cuatro años, fue hallada ayer por la mañana por su marido que regresaba de la Unidad donde había estado cumpliendo servicios durante toda la noche, atada a una silla, con un hilo sisal enroscado en el cuello que le produjo marcas evidentes, y con sendas lesiones en los párpados producidas con una colilla de cigarrillo encendida. El policía, cuya identidad no trascendió, ingresó a su puesto de trabajo a las 23.30. Según denunció la joven, unas tres horas más tarde escuchó ruidos y se levantó a ver qué ocurría. En el interior de su vivienda ubicada sobre la calle Bariloche, a 150 metros de la comisaría, se topó con una mujer con la que se trenzó en un forcejeo. Pero desde atrás fue víctima de una agresión, por parte de otra mujer que, según dijo la denunciante, permanecía escondida en la oscuridad. La ataron a una silla y comenzaron a insultarla. "Utilizaron únicamente objetos que había en la vivienda. Con un hilo de nailon le ataron los pies a la silla, con un hilo sisal intentaron sujetarle el cuello y con una cinta ancha de embalar le inutilizaron las manos que le quedaron cruzadas", expresó una fuente de la comisaría local que ayer a la mañana tomó conocimiento de la situación. En diálogo con este medio la mujer expresó que las dos mujeres le insistían en que saliera del medio y dejara a su marido. Ayer por la tarde, Escobar se mostró aún consternada y reticente a hacer declaraciones. No obstante confirmó la denuncia y dejó ver las marcas en su rostro y en su cuello. También ratificó lo informado desde la comisaría, dando cuenta de la existencia de un antecedente reciente de una agresión similar ocurrida el jueves de la semana pasada en la Séptima Bajada cerca de las 17, cuando dos jóvenes encapuchadas la golpearon, insistiéndole en que se separe de su marido. En esa oportunidad la mujer se negó a hacer la denuncia, pero ella y su esposo decidieron enviar a su pequeño hijo de seis años a Viedma, dejándolo al cuidado de los abuelos maternos. "Si fueron capaces de esto, son capaces de cualquier cosa", dijo la joven mientras se alejaba de la comisaría con paso lento y profundamente consternada. La policía investiga cómo hicieron las mujeres para ingresar al patio de la mujer, ya que las casas linderas están deshabitadas y el paredón mide más de dos metros. Además tampoco hay rastros ni huellas dactilares en el interior de la vivienda. Según denunció la mujer, las agresoras, a quien no pudo reconocer, usaron guantes. |
|||
|
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
|
|||
|
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
|||
 |
|
|
|
 |
|||