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Martes 13 de agosto de 2002 | ||
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Piden 9 años de prisión para Gilio y 10 para la mujer |
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El fiscal mantuvo su reclamo, mientras que el defensor dice que es "víctima de su éxito". |
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La imputación contra el empresario Gilio es por el delito de corrupción, cometido en perjuicio de una menor de doce a-ños, y contra la mujer por promoción de la prostitución, en este caso agravado porque la presunta víctima es su hija. Las medidas de prueba solicitadas por el tribunal para la reanudación del debate aportaron poco al núcleo de la causa, y por esa razón fue muy poco lo que el fiscal debió agregar a su argumentación primitiva. Lo mismo hizo Oscar Pandolfi en defensa de Juan Gilio. El abogado entiende que el acusado es una víctima de su éxito como empresario, e insistió en presentar a la presunta víctima como culpable de la imputación injusta que soporta su defendido, y en hacer comentarios sobre la supuesta actividad sexual de la menor. Después, concluyó su alegato pidiendo la absolución de Gilio, amenazando al fiscal Sánchez Gavier con el pedido de juicio político, y reclamando del tribunal una sentencia sustentada en hechos concretos, y no un veredicto sin suficiente argumentación. Al alegar en favor de B.M. y solicitar a los jueces su absolución, Alejandro Pschunder estuvo cerca de reclamar la inimputabilidad de su pupila, pero se conformó con realizar un relato de su desgraciada existencia, iniciada en un humilde hogar de Comallo y continuada en Bariloche bajo el estigma de la prostitución. Tal como se había anunciado, la jornada comenzó a agitarse desde los primeros momentos, cuando el fiscal Sánchez Gavier presentó ante la Cámara Primera del Crimen una querella contra los abogados Oscar Pandolfi, José Luis Martínez Pérez y Alejandro Pschunder. El representante del Ministerio Público entendió que durante sendas conferencias de prensa, citadas por los profesionales, estos habían divulgado sin justa causa secretos "cuya divulgación puedan causar daño", faltas que se reprimen con pena de multa e inhabilitación. Más tarde, durante el debate, le reclamó al juez Miguel Angel Lara que ejerciera plenamente la presidencia, y pusiera límites a los manejos discrecionales del abogado Pandolfi. Los testigos fueron interrogados de manera exhaustiva hasta poco antes de las 18, y luego de un cuarto intermedio de una hora continuó la etapa de los alegatos, donde el juez Lara dispuso un tiempo máximo de 20 minutos para cada parte. Sin embargo, el primer orador fue el fiscal Sánchez Gavier, quien se extendió durante 40 minutos, y también excedió su límite Pandolfi, quien finalizado su discurso se alejó del edificio de tribunales sin escuchar el alegato de Pschunder. La sentencia será leída el 22 de agosto a las 18, pero pocos creen que la lectura pondrá fin a esta causa, iniciada hace 20 meses. |
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