Miércoles 7 de agosto de 2002

 

Lleva quince años escapando por un crimen

 

La Justicia neuquina pidió la captura de Pedro Ibazeta. Lo juzgarán por el asesinato de una niña en Plottier en 1986.

 
Pedro Ibazeta confesó el crimen de la pequeña Joselín, ocurrido en 1986. Desde entonces vive escapando de la Justicia, que ayer ordenó su captura.
NEUQUEN (AN)- Pasó los últimos 15 años de su vida escapando. No como el personaje de "El Fugitivo", que trataba de demostrar su inocencia en un crimen que no había cometido, sino con la esperanza de que su único aliado, el paso del tiempo, lo ayude con una absolución.
Pedro Antonio Ibazeta escapa desde la negra noche del 6 de setiembre de 1986, cuando mató de una trompada a Joselín Rosana Rivera, la niña de dos años y cinco meses de edad que tenía a su cuidado. Ya obtuvo un fallo que lo benefició, pero fue anulado. Ahora, que deben juzgarlo nuevamente, volvió a escapar. Como viene haciendo desde hace 15 años.
Su caso es único en la justicia neuquina. Ibazeta, hoy de 43 años, estaría viviendo en algún pueblito de Traslasierra, en la provincia de Córdoba. Quizá Mina Clavero, o Cura Brochero. Allí tiene otra familia, hijos, una vida nueva. Pero nunca pudo sacarse la mancha más oscura de su pasado, la que lo tiene atado y podría costarle varios años de cárcel.
Ayer, la justicia libró un pedido de captura en su contra. Tenía previsto volver a juzgarlo mañana pero Ibazeta desapareció, otra vez.
El crimen del que se lo acusa lo cometió en Plottier esa terrible noche de setiembre, en la víspera de su cumpleaños número 28. El imputado y su pareja, Angélica Alarcón, cuidaban a la pequeña Joselín porque la madre, Elizabeth Rivera (por entonces soltera, de 18 años) trabajaba cama adentro en Cipolletti.
Los malos tratos a que sometían a la niña eran habituales. En las frías mañanas de invierno la bañaban desnuda con el agua helada de la bomba de agua. Los vecinos lo veían, y callaban. Elizabeth visitaba a su niña los fines de semana, y nadie le contaba nada.
A las 22 del 6 de setiembre de 1986, el llanto de la niña despertó a Ibazeta de una de sus habituales borracheras. Su pareja Alarcón le estaba pegando con una zapatilla, pero no lograba que se callara. Entonces él le lanzó una trompada que impactó en el vientre de Joselín, que no llegaba al metro de estatura y pesaba menos de 11 kilos, y le hizo estallar el hígado. Después volvió a acostarse.
Su pareja lo despertó para avisarle que "la nena está fría". El hombre cargó el cuerpito unos 300 metros hasta la orilla de un canal de riego, con sus manos hizo un pozo y la enterró para que nunca la encontraran.
La investigación policial reunió pruebas en su contra, Ibazeta fue preso, confesó dónde estaba el cuerpo, y después se fugó de la comisaría. Nunca detuvo su huida, hasta hoy.
Viajó a Córdoba, donde formó una nueva familia. El pasado parecía haber quedado atrás hasta que doce años después del asesinato, al borde de la prescripción legal, cometió un nuevo delito en la provincia que le servía de refugio.
Su pedido de captura estaba vigente, lo trasladaron a Neuquén y en mayo de 2000 lo juzgaron por el crimen. La Cámara entendió que el golpe que le aplicó a la niña no debía causarle la muerte, le atribuyó "homicidio preterintencional" y declaró prescripta la causa. Ibazeta recuperó su libertad.
Meses después, el Tribunal Superior de Justicia anuló esa sentencia y ordenó que se lo juzgara nuevamente. El segundo juicio debía realizarse esta semana, pero Ibazeta está prófugo otra vez. Esperando que el paso del tiempo le brinde la absolución que un acto de su pasado le está negando.

La clave de la prescripción

NEUQUEN (AN)- Las fechas y los delitos son claves para entender la singular situación de Pedro Antonio Ibazeta.
•6 de setiembre de 1986: asesinato de Joselín Rivera.
•10 de setiembre del 86: Ibazeta es detenido por el crimen. Confiesa y lo acusan de homicidio simple.
•7 de diciembre del "86: se fuga de la comisaría de Plottier. Comienza a computarse el plazo de prescripción (a los 12 años el homicidio simple prescribe y el autor queda absuelto).
•11 de julio del "98: cuando faltan cinco meses para que el crimen prescriba, Ibazeta comete un robo en Córdoba. El cómputo del plazo de prescripción se interrumpe.
•6 de setiembre del "98: Ibazeta comete el delito de amenazas, también en Córdoba.
•6 de enero del "99: el imputado es detenido en Córdoba por el pedido de captura librado en Neuquén.
•30 de diciembre del "99: lo condenan en Córdoba a seis meses de prisión en suspenso por el robo y las amenazas.
•2 de mayo de 2000: la justicia de Neuquén considera que Ibazeta no cometió homicidio simple, sino preterintencional, que prescribe a los 6 años en vez de a los 12. Lo sobreseen y queda en libertad por prescripción de la causa.
•24 de noviembre de 2000: el Tribunal Superior de Justicia anula el sobreseimiento y ordena hacer un nuevo juicio contra Ibazeta.
•6 de agosto de 2002: vuelven a pedir su captura para poder juzgarlo otra vez.

   
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