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Jueves 1 de agosto de 2002 | |
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Asesinaron a un empresario y quemaron su casa |
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Creen que se trató de un ajuste de cuentas y que el asesino es un "profesional". Le dispararon dos tiros en la nuca |
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| BUENOS AIRES (Télam).- Un empresario fue asesinado de dos balazos en la nuca en el líving de su departamento del barrio porteño de Palermo y el homicida incendió luego el departamento para borrar huellas, informaron ayer fuentes policiales. La principal hipótesis de la pesquisa es que el crimen está vinculado con la actividad laboral de la víctima, que se dedicaba a la compra y venta de metales. Según los investigadores policiales, la mecánica de la muerte violenta y los detalles observados en la escena del crimen demuestran que fue un hecho cometido por alguien "profesional, que sabía muy bien lo que estaba haciendo". Al respecto, los pesquisas informaron que cerca del cadáver del empresario se encontró un par de guantes quirúrgicos que habría utilizado el asesino para no dejar huellas. La víctima fue identificada como Roberto Aquiles Chizzoni, de 64 años, quien recibió dos balazos en la nuca disparados con una pistola calibre 22, a la que le habrían colocado un silenciador, dijeron los informantes. Una vaina de ese tipo de proyectil fue encontrada junto al cadáver del empresario, que estaba en el piso del living del departamento de tres ambientes que habitaba en avenida del Libertador 6.270. Los investigadores de la seccional 51 y de la división Homicidios de la Policía Federal están abocados al esclarecimiento del hecho, que investiga el fiscal de instrucción porteño Daniel Morín. Una de las sospechas más firmes que manejan los pesquisas es que Chizzoni fue asesinado por un conocido, ya que la puerta de ingreso al departamento no estaba forzada, es decir que fue abierta por quien se encontraba adentro en ese momento. Lo curioso es que el edificio en el que vivía Chizzoni, en el que además tienen sus respectivos departamentos la ex ministra Graciela Fernández Meijide y el futbolista Ariel Ortega, cuenta con personal de vigilancia las 24 horas, además de un portero que pasa varias horas en la entrada. Ambos hombres declararon ayer, aunque ninguno recordó haber visto a alguien ingresar al edificio con intenciones de visitar al empresario. "Pudo tratarse de un descuido de los vigiladores o de alguien que haya entrado fingiendo que iba a otro piso", consideró uno de los detectives que participan de la investigación. El caso fue descubierto antenoche cuando tras extinguir un incendio, los bomberos hallaron el cadáver baleado del empresario que tiene un depósito de metales ferrosos en el partido de Avellaneda, en la zona sur del conurbano. Para trabajar en el lugar, los bomberos tuvieron que violentar la puerta de acceso al departamento del segundo piso del edificio. Para ese momento, el fuego, que había sido iniciado en el dormitorio del empresario, se había extendido al living, aunque sin llegar a afectar el cuerpo del hombre. Una hora después de extinguido el fuego, llegó al edificio la novia de la víctima, una mujer de 40 años que recién se enteró de lo ocurrido cuando fue a visitarlo. La policía explicó que Chizzoni era divorciado y tenía un hijo y una hija. El varón vive en el exterior y la chica en Buenos Aires, por lo que fue anoticiada de la muerte de su padre. Desde un comienzo, los investigadores descartaron la hipótesis del robo y se orientaron a la actividad laboral de la víctima. |
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