El clásico de Avellaneda se jugará en Capital Federal

Los dirigentes acordaron jugarlo el lunes en Ríver. La Policía Federal aceptó el cambio de escenario.

No faltó actitud, se "la estamos cediendo mucho al rival"

BUENOS AIRES (Télam).- Osvaldo Ardiles reconoció ayer que "quizás" se expresó mal cuando dijo que a sus dirigidos, en el partido ante Talleres "les faltó actitud", y le puso un punto final al conflicto que sus declaraciones habían originado.
"Quizás me expresé mal en cuanto a la falta de actitud. A lo que yo me refiero es a que estamos cediendo mucho la iniciativa al rival, como en los dos últimos partidos. Igual, cuando yo hablo de mi equipo me integro dentro de él. Porque cuando ganamos lo hacemos todos y lo mismo cuando se pierde", señaló el entrenador de Rácing.
"Ya lo aclaramos con los jugadores y quiero darle un punto final a todo esto. El tema es el siguiente: cuando se pierde es muy difícil decir algo a los medios que los satisfaga, pero las derrotas se producen cuando no se juega bien, más allá de los atenuantes", agregó.
El conflicto por sus declaraciones no alteró para nada a Ardiles, quien más allá de aclarar sus dichos, mantuvo sus afirmaciones cuando dijo que "en el fútbol, cuando se juega mal se pierde y no hay vueltas".
"En el análisis de un partido puede haber mil explicaciones, como la actitud, algo táctico, el árbitro, pero en definitiva, cuando se pierde es porque se jugó mal", remarcó.
"Por ejemplo -continuó- con Arsenal jugamos mal y empatamos. Con Talleres lo hicimos peor que con Arsenal y por eso perdimos. Así de simple", sentenció.
Los dichos de Ardiles cayeron mal en el plantel "académico", pero la charla que tuvo ayer con los jugadores, calmó los ánimos, aunque "Ossie" aseguró que seguirá manteniendo su estilo frontal ante los medios.
"Siempre me manejé así como técnico y como jugador. No tenemos nada que ocultar", aseguró.
Ante la consulta sobre los famosos códigos del fútbol, Ardiles prefirió no hacer un comentario extenso porque considera a ese tema como "algo mafioso".
"Existen esos famosos códigos en varias partes del mundo, pero en principio hablar de ellos me parece como una cosa mafiosa y no me gusta para nada", aseveró.

La paz volvió al "Santo", que cambiará para el sábado

BUENOS AIRES (DyN) - Tras el fuego cruzado que involucró al director técnico, los dirigentes y algunos jugadores, en San Lorenzo parecen haberse calmado los ánimos y Rubén Insúa utilizó el entrenamiento de ayer como banco de pruebas para el encuentro del sábado ante Bánfield, en el que tendría previsto realizar dos variantes.
En la práctica de fútbol, Insúa incluyó a Pablo Michelini, quien ya se recuperó de la distensión que sufrió en el debut en el torneo Apertura ante Rosario Central, en lugar de Cristian Zurita, y a Nicolás Frutos por Carlos Cordone.
Tras media hora de juego, los titulares vencieron 3-1 al selectivo del club (integrado por suplentes y algunos buenos proyectos de las divisiones inferiores) con goles de Aldo Paredes, Frutos y Alberto Acosta.
En el ensayo, realizado en la cancha principal del Nuevo Gasómetro, Insúa paró al siguiente equipo: Sebastián Saja; Héctor Blanco, Gonzalo Rodríguez, Claudio Morel Rodríguez, Aldo Paredes; José Chatruc, Michelini, Mariano Herrón; Leandro Romangnoli; Frutos y Acosta.
El paraguayo Blanco jugó en lugar de su compatriota José Devaca, quien no practicó, pero sería titular el sábado.
El martes, Insúa había insinuado que hay enemigos que quieren voltearlo, continuando con una polémica que habían iniciado Paredes y Acosta y alimentado el presidente del club, Alberto Guil, quien declaró que al equipo le faltó actitud en la derrota ante Unión.
Paredes había hecho un gesto irónico al salir reemplazado en ese partido y el "Beto" Acosta no tuvo reparos en sentenciar que en Santa Fe no jugaran "a nada", luego de lo cual tildó al cuestionado Insúa de "introvertido".
Esto generó el enojo del técnico, pero ayer todo volvió a la normalidad.