Una calesita histórica está destrozada y abandonada

Reparada a nuevo en 1999 durante la gestión de Luis Jalil, el carrusel ha sido atacado sin miramientos por vándalos que rompieron casi todos los caballitos y hasta el piso de tablas.

NEUQUEN (AN).- La calesita histórica de Neuquén es un monumento al abandono y a la destrucción. Ubicada en un rincón de la plazoleta de la Vuelta de Obligado, la vieja calesita que en 1999 fue reparada a nuevo presenta un estado lamentable, con caballos sin patas ni cola, con vehículos en derrape perpetuo y aviones sin pistas posibles. Ese estado representa varios miles de pesos tirados a la basura, además de una fea carta de presentación para un clásico paseo capitalino. Hasta el cartel que anunciaba que ese carrusel era un momento histórico desapareció hace algún tiempo sin que nadie sepa cuál fue su destino.
La obra, que fue restaurada a nuevo durante el gobierno de Luis Jalil, hace mucho tiempo que no gira y jamás se le colocó el motor a explosión que en ese entonces estaba en manos de los empleados de la comuna. Nada se sabe del destino de ese motor como tampoco se conoce sobre el destino que tuvieron los caballos originales de la calesita que el tren trajo a esta ciudad hace unos 55 años.
La tropilla de caballos fue reconstruida a esfuerzo, paciencia y arte por el carpintero Alberto Fantini hace tres años años y reinaugurada el 23 de septiembre de 1999 aun cuando restaba la colocación del motor y terminar los últimos seis cuadrúpedos.
Desde esa época hasta ahora la calesita ha recibido varios ataques, por parte de grandes y chicos que se las arreglan para escalar el enrejado que rodea a la estructura circular.
"Había tipos y chicos de la calle que dormían ahí en el medio para escaparle al frío, pero ahora, como verás, no hay resguardo posible...qué se yo hay mucha gente que se mete, es que nadie cuida....", se lamentó un kiosquero de ese sector, en pleno centro de esta ciudad.
Hasta el piso ha sucumbido al maltrato de chicos y grandes que, con supremo esfuerzo, se han encargado de retirar los bulones que unían las tablas. Lo curioso del caso es que la calesita de la Vuelta de Obligado está frente a la casa matriz del Banco Provincia de Neuquén y a poquitos metros del edificio donde funciona la dirección de Cultura de la provincia. Muy cerca también hay una concesionaria de autos y apenas más allá una confitería que funciona hasta la madrugada. Todos son lugares que tienen custodia permanente, oficial y privada.
En el otro extremo, hay otra calesita, cerrada por una suerte de globa y protegida por una alambrada olímpica. A ese carrusel no le va mucho mejor. Por las noches, personas sin rostro saltan el cerco, cortan la globa y destruyen todo lo que se pueda. Desde las lamparitas de colores hasta la expendedora de gaseosas todo el mobiliario ha sufrido el ataque de los vándalos. "No podemos dejar nada porque se lo roban o lo rompen", admitió una jovencita que atiende el entretenimiento por la tarde. Sobre el mostrador, en un rincón, estaba la cola de un caballo de madera.
"Es de la otra calesita, mi papá la encontró tirada y la trajo para que no se la roben", comentó la muchacha.
Cada uno de los caballitos de la calesita consta de 25 piezas que se arman a partir de un cajón, que sería el tronco del cuerpo del animal. En el caso de la calesita histórica están hechos en cedro y hubo que estudiar cómo fue el armado original para poder completar la tropilla.
De todos los equinos de calesita, el único que sobrevivió a la vorágine destructiva fue uno negro que el cronista de este diario ayer creyó identificar, mutilado.

Foto: Transformada en una ruina a apenas tres años de su restauración. Los caballitos habían sido construidos artesanalmente.