Lunes 8 de julio de 2002

 

Bariloche vive una nueva Fiesta de las Colectividades

 

Hoy se llevará a cabo la tercera y última noche de música y bailes.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Pese a la crisis y los problemas los barilochenses pudieron reunirse para recrear la tradicional fiesta de las colectividades europeo argentinas. La XXII edición culmina esta noche, en el gimnasio Pedro Estremador y tiene por objetivo destinar el total de las ganancias a los comedores comunitarios de esta ciudad.
La tradicional reunión de "los gringos" reune a los emigrantes e hijos de croatas, daneses, vascos, eslovenos, alemanes, italianos, suizos, húngaros, españoles, austríacos y rusos, los cuales presentan sus comidas, bebidas, música y costumbres típicas.
El actual presidente de la comisión organizadora que agrupa a las 11 colectividades participantes, Gerardo Maeenschab, el cual representa a los alemanes, explicó que este año tuvieron que "empezar literalmente de cero". Recordó que la comisión fue siempre muy prolija y previsora y contaba con un ahorro para gastos iniciales y eventuales imprevistos durante el evento.
No obstante, estos fondos quedaron retenidos en el corralito bancario y por ello, entre otros recortes, se decidió suspender la invitación a los conjuntos profesionales que habitualmente viajan desde la Capital Federal.
"Cuando iniciamos los preparativos para organizar la fiesta surgieron muchas dudas en cuanto a su concreción. La situación económica y social está muy mal. En verdad, no sabíamos si hacerla o no", explicó Maeenschab. No obstante, la mayoría optó por esforzarse al máximo y demostrar que con trabajo y esfuerzo se pueden superar los problemas. Así, la fiesta fue austera pero mantuvo el espíritu y la calidad de otros años.
"Además de organizar la fiesta queremos hacer un aporte a la sociedad y para ello decidimos donar el cien por ciento de las ganancias a los que hoy en día más necesidades tienen y deben concurrir a los comedores comunitarios, en los cuales sabemos, hay falta de recursos y alimentos", explicó.
Las once colectividades junto al grupo de danzas municipales Tolkeyén alternan sus bailes sobre el escenario. La única colectividad que decidió no participar con el stand fueron los Eslovenos.
Las correografías y la dirección de los conjuntos de baile están a cargo de Lili Caggiano, Fermina Fernández, Griselda Pagnanelli y Nélida Tezzanos. La escenografía es obra de Antonio Bergant .
La fiesta de las colectividades puede ser un ejemplo de como mostrar esta ciudad a través de lo regional, de lo local, hecho por barilochenses. La misma nació en el seno de la fiesta nacional de la nieve y logró, con los años, una notable proyección y una muy buena organización. No sucedió lo mismo con la fiesta de la nieve, que año a año pena con problemas de presupuesto y coordinación. Este contraste no pasa desapercibido en la comunidad local, ya que ambos eventos son organizados por barilochenses, a veces hasta por las mismas personas. No obstante en la fiesta de la nieve interviene el municipio, con sus autoridades y su burocracia. Allí, tal vez, esté la diferencia.

Comidas y bebidas para todos los gustos

Los 10 stands del gimnasio ofrecen una completa variedad de comidas y bebidas típicas, cuyos precios varían entre 1 y 5 pesos. En materia de comidas saladas hay para todos los gustos.
Tres variedades de pizza italiana, rabas, kallos a la vizkaina y tapas vascas, los cevapcici y los chorizos croatas, el gulasch austríaco y húngaro, las salchichas con chucrut alemán, la paella, cazuela de mariscos, gambas al ajillo y empanadas gallegas españolas, bibsky, borsh o piroshok ruso, arrenque dinamarqués y los panchos y las tartas suizas. Como postre amplia variedad de tortas, tarlas y strudel.
En las bebidas típicas se puede probar la slivovica croata (licor de ciruelas), el schnaps (grapa) austríaca, la queimada española, el vodka ruso, la palinka húngara y el akvavit dinamarqués. También hay buen vino tinto y cerveza tirada (AB)

El crecimiento fue constante

La Fiesta de las Colectividades surgió en el congreso de la Federación Internacional de Ski, llevado a cabo en esta ciudad en 1977. Durante dos años, 1978 Y 1979 se levantaron stands en la calle Mitre y posteriormente la fiesta se realizó bajo techo.
En 1981 la comisión organizadora de la Fiesta Nacional de la Nieve fue presidida por Pablo Rosenkjer, un hombre estrechamente vinculado con la montaña y los deportes de la nieve. La fiesta recibió un nuevo impulso organizativo. Se incorporó la colectividad croata y vasca y se decidió organizar los festejos en el gimnasio del colegio Don Bosco.
En aquel entonces Rosenkjer manifestó: "Bariloche es ideal para organizar una fiesta así. Cualquier colectividad que venga de otra parte va a encontrar aquí su anfitrión nacional. En la medida en que los barilochenses pongamos en pie de fiesta a las distintas colectividades ponemos en pie de fiesta al pueblo. Porque la mayoría del pueblo pertenece a una u otra colectividad extranjera. Esa es realmente la fuerza de de la fiesta".
En la memoria descriptiva entregada al finalizar su gestión Rosenkjer destacó el auge del nuevo evento y pronosticó una futura separación de las colectividades y la fiesta de la nieve. "Esto no es una defensa de la fiesta de la nieve, sino una promoción de la fiesta de las colectividades. Al paso que vamos, esta fiesta será más importante que la propia fiesta de la nieve. Un evento tan importante merece un marco propio, totalmente para sí", señaló en octubre de 1981.
Entre los años 1982 y 1986 la fiesta tuvo lugar en el gimnasio Don Bosco y coincidió con los festejos de la nieve. En 1985 ya se montaron 9 stands: españoles, daneses, croatas, suizos, alemanes, italianos, eslovenos, vascos y austríacos construyeron su cabaña típica. Los rusos, quienes junto a los austríacos se habían incorporado ese año a la fiesta, no pudieron tener su stand dada la limitación de espacio.
Sobre el escenario los suizos fueron representados por la orquesta de Isildo Kuchen y el conjunto de danzas Flor de Edelweiss, provenientes de San Carlos Norte, Santa Fe. El Centro de Juventud Danesa, de Buenos Aires, presentó su bailes tradicionales y los alemanes invitaron a "Schuplatter", con 32 integrantes. También los croatas y españoles contaron con conjuntos profesionales, provenientes de la Capital Federal.
En 1987 se produce la anunciada escisión. Las colectividades, presididas por Horacio Golisch, adelantaron su fiesta y retornaron nuevamente al gimnasio Pedro Estremador. Se programaron cuatro noches de música, baile y comidas típicas. Los húngaros adhieren a la fiesta y los rusos son representados por primera vez con un conjunto profesional. En 1988 se realizó la presentación del logo oficial de la fiesta, conformado por dos golondrinas que vuelan del roble al laurel, con las palabras "Fiesta de las Colectividades Europeo-Argentinas".
En 1989, debido a la crisis económica por la que atravesaba el país, la fiesta fue cancelada. Volvió con renovados bríos en 1990, con la XI edición y 4 noches de fiesta, con las 11 colectividades firmemente integradas a un objetivo común: trabajar para que cada año la fiesta salga mejor. En la década del noventa la fiesta se consolidó y logró que todos los bailes sean protagonizado por jóvenes residentes en la ciudad (AB).

foto: Más de 300 niños y jóvenes de Bariloche bailan sobre el escenario.

   
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