Viernes 12 de julio de 2002

 

Las bolsas del Probienestar son cada vez más flacas

 

El año pasado les entregaban 22 productos y ahora sólo 12.

  ROCA (AR).- El desfinanciamiento del PAMI está calando hondo entre los 8.600 jubilados rionegrinos incluidos en el Probienestar. Hasta el año pasado la bolsa de alimentos que recibían contenía 22 productos, mientras que hoy sólo 12 variedades de comestibles llegan por mes a los hogares de los abuelos con menos recursos.
La disparada del dólar y su consecuente efecto sobre los precios incidió directamente en la capacidad de compras de la obra social de los jubilados. Si a esto se suman los constantes ajustes presupuestarios, es previsible que las dificultades persistan para el Probienestar, que alcanza en el país a 450.000 pasivos.
"Cada vez recibimos menos. Ya perdimos diez productos desde que los precios empezaron a aumentar", se quejaron miembros del Centro de Jubilados roquense "El Zorzalito". La protesta se escuchó después de una reunión con el gerente nacional de Prestaciones Sociales de PAMI, Mauricio Minor. El mismo funcionario reconoció que "la gestión anterior (durante el gobierno de la Alianza) desestimó la continuidad del Probienestar".
"El presupuesto en octubre del año pasado era de 8,2 millones de pesos. En este momento estamos intentando sostener la transferencia de 8,7 millones en todo el país, pero sabemos que no alcanza a cubrir el bolsón con la calidad con que se podía sostener antes porque existe un incremento de costo que obstaculiza la posibilidad de tener el mismo nivel de cobertura", señaló Minor.
Más allá de los problemas para implementarlo, el integrante del equipo conducido por José Corchuelo Blasco advirtió que el Probienestar "no sólo es un programa de alimentación sino que también es de apoyo y promoción de la salud de los mayores, sustentado en la participación de los mismos jubilados y pensionados a través de sus organizaciones".
Así fue que alentó la participación de los centros de jubilados locales, que son los "verdaderos efectores comunitarios y lugares de prevención para la salud de los afiliados". "El jubilado no sólo tiene hambre de pan, sino también de participación porque quiere ser escuchado, sentirse útil", sostuvo Minor.
La llegada del funcionario nacional a Roca se realizó en el marco de un plan de capacitación al personal de Prestaciones Sociales de las delegaciones patagónicas y sirvió para que los miembros de la tercera edad descargaran una batería de reclamos.
Los cuatro pedidos principales fueron que se rescinda el contrato con la prestadora SIRSA, la descentralización del funcionamiento de la Unidad de Gestión Local, el fin para los contratos de aquellas personas que ingresaron a la planta política del PAMI Río Negro en las últimas gestiones y el llamado a concurso para cubrir definitivamente el cargo titular en la delegación provincial.
Sobre este último tema, durante la reunión los jubilados advirtieron que Ignacio Del Mazo -el médico que estuvo a punto de asumir como interventor y no pudo serlo porque las oficinas fueron tomadas- tendría ahora un puesto en Buenos Aires. Esto hizo concluir a un dirigente jubilado que "está claro que había un compromiso político y había que ubicarlo en cualquier lado".
Por otra parte, se supo que una representación de los centros de jubilados roquenses viajará la semana próxima a Buenos Aires para expresar personalmente sus quejas a Corchuelo Blasco.

Foto: Mauricio Minor, funcionario de PAMI, llegó a Roca y se llevó varios reclamos de los jubilados.

   
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