El 2002 fue un año récord en violencia política
Así lo revela una investigación del Centro de Estudios Nueva Mayoría.
El trabajo destaca que el marcado crecimiento de este índice en lo que va del año encuentra su causa fundamental en las consecuencias que tuvo la protesta piquetera realizada el 26 de junio y la movilización del 27 de junio, que concentraron 322 hechos de violencia y dejaron un saldo de dos civiles muertos, 90 heridos, 193 detenciones y decenas de vehículos particulares y negocios dañados.
Hasta aquí el año políticamente más violento fue 1989, pero si el ritmo de virulencia actual se mantiene, el 2002 superará aquel récord de hace 13 años con comodidad. En 1989, cuando las secuelas del último motín carapintada, el ataque a La Tablada y los saqueos generados en el contexto de la hiperinflación, crearon un clima de fuerte tensión política que derivó en un total de 704 hechos de violencia a lo largo de los 12 meses.
En segundo lugar de este angustiante índice se ubica el año 2000, con 664 hechos de violencia registrados. El 2002, con sólo seis meses censados, ya está tercero, con 504. Los años políticamente menos violentos fueron el "98, con 80, y el "99, con 120 hechos registrados.
La investigación del CENM se divide en las siguientes categorías: el 51 por ciento de los hechos de violencia corresponden a agresiones físicas, el 22 % a amenazas, el 8% a bombas que estallaron, otro 8% a tiroteos, un 5 por ciento a atentados incendiarios, el 4 por ciento a bombas colocadas que no llegaron a estallar y un uno por ciento a secuestros.
Los blancos de la violencia
En cuanto al blanco o víctima de este tipo de violencia, el 39 % tuvo lugar en el ámbito sindical, el 8% en los medios de comunicación, el 5% en las Fuerzas Armadas, acumulan un 4% en la UCR, el gobierno y el Poder Judicial respectivamente, 3% en el PJ, 2% en las fuerzas de izquierda, en los movimientos estudiantiles y las fuerzas de centro respectivamente, 1% fueron hechos de los que fueron víctimas las organizaciones de derechos humanos, los grupos terroristas y la Iglesia Católica. No llegan al 1% los hechos de violencia de que fueron víctimas unidades militares.
Cabe destacar, que el 26% se produjo sobre blancos o víctimas que no entran en ninguna de las caracterizaciones anteriores, como es el caso de las constantes agresiones a diversas entidades bancarias en reclamo de las restricciones derivadas del corralito financiero, y también a las 283 agresiones que se registraron entre los manifestantes que concurrieron a las protestas del 26 y 27 de junio.
Por el ámbito geográfico en el cual estos hechos tuvieron lugar, en la Capital Federal se registró el 40%, en la provincia de Buenos Aires el 39%, reuniendo en conjunto el 79% de los hechos de violencia política, pero con sólo el 50% de la población. Córdoba y Santa Fe tuvieron ambas el 4% en cada caso. Se evidencia así una marcada densidad de este tipo de hechos en Buenos Aires (Capital y provincia), probablemente porque además de estar concentrada en este ámbito la representación política nacional, los hechos repercuten más en términos de medios de comunicación, lo que es generalmente buscado por quienes los producen.
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