"La Iglesia no se va del Diálogo"
El obispo Jorge Casaretto (65) no sólo es la cara visible de Cáritas -institución que asiste a dos millones de necesitados-, es un hombre clave de la Iglesia sentado en la Mesa del Diálogo. Está conforme con los resultados obtenidos allí, pero no con la escasa atención que le ha prestado la dirigencia a los mismos.
-El diálogo trabajó muy bien. Desde un principio hubo un muy buen entendimiento entre los técnicos de Naciones Unidas, los obispos y los tres representantes del gobierno. Fue exhaustivo. El rastrillaje de la vida de la sociedad argentina que hicimos fue sumamente abarcativo. Fue muy interesante poner a punto algunas cosas. Saber, por caso, que hay mucha gente que piensa y piensa bien en la Argentina, saber que lo que hay es una gran traba entre el pensamiento argentino y su dirigencia, concretamente entre la sociedad y quien protagoniza la conducción. La clave de esta gran traba son los intereses sectoriales. Gran parte de la dirigencia responde a estos intereses y no termina de aparecer el bien común.
- ¿Cree que la dirigencia está interesada por los resultados del Diálogo y que se comprometerá con sus postulados?
- Estoy conforme con los resultados de la Mesa del Diálogo pero no estoy tan contento con la atención que la dirigencia le ha prestado. Nosotros presentamos nuestro trabajo, todavía tenemos esperanzas de que la dirigencia adhiera. Diputados, senadores, todos dicen estar de acuerdo. Esta semana dicen que van a firmar en acto público su adhesión, incluso presentamos un calendario de ejecución, para que nuestras propuestas sean transformadas en leyes.
- ¿Qué es lo central del documento?
- En donde más trabajamos es en el sentido de los valores. Es claro que este país no puede salir adelante si no tiene una clara escala de valores. Es fundamental el tema ético, es decir, enfocar en un imprescindible cambio cultural. En segundo lugar, creo que la reforma política está muy bien trabajada y la reforma en la justicia también ( aunque esta mesa sigue trabajando en la actualidad).
- Con respecto a este tema, ustedes adhieren a la idea de la caducidad total de los mandatos políticos y también al reemplazo de los miembros de la Corte?
- Justamente con eso no nos quisimos meter. Tuvimos especial cuidado en esto que es sumamente delicado. Creímos que no nos tocaba decidir si siguen o no los miembros de la Corte Suprema de Justicia. La Corte fue uno de los pocos organismos que no entrevistamos.
-¿El adelantamiento de elecciones complica ese posible cronograma de ejecución pautado por la Mesa ?
- Lo ideal hubiese sido que el gobierno de Duhalde se hubiera constituido como un gobierno de transición y que hubiera concretado todas las reformas posibles antes de llamar a elecciones de modo tal que el gobierno que asumía encontrara el camino despejado, pues las medidas más antipáticas las tomaba el gobierno de transición. No se hizo así, pero el Diálogo sigue trabajando para ayudar a producir los cambios.
- ¿Dónde vieron las dificultades mayores?
- En el tema económico. Hay posiciones muy encontradas cuando se intenta contestar a la pregunta de cómo se sale de esta crisis. No pudimos arribar a una síntesis en tal sentido y tampoco era nuestro objetivo hacer un programa económico.
- Usted recomienda a los jóvenes participar en política y ve que la mayoría prefiere volcarse a una ONG o a Cáritas para hacer algo y no a un partido político ...
- Sí, la desconfianza es total hacia la política. Donde sí veo un mayor compromiso con la participación política desdehace unos meses es en los mayores de 30, 35 años.
- A la Iglesia le toca abordar en gran medida las consecuencias de un modelo económico que ha traído enormes consecuencias a gran parte de la sociedad. Cáritas atendía hace un año a un millón de personas ¿cuántas atiende hoy ?
-Dos millones. En un año duplicamos la atención. Llegamos a dos millones, lo cual no quiere decir que alimentemos todos los días a esta cifra. La colecta anual de Cáritas también se duplicó, pese a la recesión, la devaluación y la pobreza generalizada.
- ¿La Iglesia se alejará del Diálogo ?
- La Iglesia puso seis obispos para el trabajo en la Mesa del Diálogo. Ocurre ahora que al comenzar un período electoral nos parece que los obispos no tenemos que tener un protagonismo tan fuerte y estamos poniendo laicos en casi todas las mesas. La Iglesia seguirá respaldando el Diálogo pero los obispos no tendremos el mismo protagonismo.
"El mejor momento"
- La Iglesia argentina ha tenido una permanente injerencia en la vida política, pero luego de unos años de silencio, retoma hoy un rol sumamente activo. Usted ha sido uno de los motores de esta participación ¿cree que esta es clave en la crisis ?
- La Iglesia trabajó mucho en la transición democrática, si es que usted se refiere a este tiempo de silencio. La Iglesia fue acusada de complicidades...
- Recuerde cuando en el golpe del 30 iluminaron la catedral de Buenos Aires como señal de apoyo a los militares, para traer un ejemplo elocuente...
- Hay un momento muy importante de la Iglesia en lo que refiere a lo político social que se materializa en un documento hecho en los 80 en el cual reclama el regreso de la democracia. Este documento fue criticado por sectores minoritarios de la Iglesia porque no creían que la Iglesia debiera pronunciarse tan definidamente sobre el particular. A partir de entonces la Iglesia ha tenido un discurso único, tratado de preservar todo el orden ético. Pero ocurre que el problema de la corrupción se agiganta y decidimos tomar un papel más activo.
Creo que la Iglesia argentina está en su mejor momento. Hay gente más comprometida no sólo con el culto sino con la solidaridad. Y luego por su mensaje homogéneo.
Susana Yappert syappert@rionegro.com.ar
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