Viernes 19 de julio de 2002

 

España promueve contactos, pero no alivia la tensión con Marruecos

 

Aznar ordenó mantener "contactos diplomáticos" con Marruecos por la disputa sobre Perejil, pero descartó una mediación. Rabat consideró "inaceptable" la acción militar española.

  MADRID (ANSA) - El jefe del gobierno español, José María Aznar, dio ayer "instrucciones para mantener los contactos necesarios" con las autoridades marroquíes para resolver la disputa sobre el islote Perejil-Leila, pero Rabat reiteró que considera "inaceptable" la acción española.
Pese a los llamamientos a la conciliación de la comunidad internacional, la salida a la crisis sobre la isla de Perejil (Leila en árabe), donde 28 comandos especiales españoles desalojaron ayer a seis soldados marroquíes, todavía se demora.
El gobierno de Madrid mantuvo su posición de intransigencia , negándose a una mediación propuesta por Rabat, pero ratificando sin embargo su intención de mantener la puerta abierta al diálogo diplomático con el país magrebí.
Aznar, al hablar por primera vez de la crisis, ratificó además que su gobierno desea retornar "de modo estable y duradero" al statu quo vigente sobre el islote antes de su ocupación por las tropas marroquíes. "No aceptamos soluciones de fuerza ni buscamos tensiones continuas que no interesan a nadie: seguiremos trabajando para que nuestras prioridades sean garantizadas", agregó Aznar.
Pero el canciller marroquí Mohammed Benaissa calificó de "inaceptable" desde el punto de vista diplomático y moral a la acción militar española sobre el islote. Benaissa acusó además a España de haber roto un compromiso que los dos países habían alcanzado con la mediación de Estados Unidos y dos países europeos. También señaló que viajará a París y luego a Bruselas para explicar la posición de Marruecos en la crisis con Madrid.
La ministra de Relaciones Exteriores de España, Ana de Palacio, dijo que la mediación ofrecida por el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, "es un poco disparatado", ya que a su juicio España no necesita mediación, sino "sentido común y llegar a un acuerdo". "La disputa debe solventarse en forma bilateral", aseguró la funcionaria quien asumió en el cargo el 9 de julio, apenas 48 horas antes de la ocupación del islote.
Tropas españolas recuperaron ayer el deshabitado islote tras una breve ocupación marroquí de una semana. Benaissa, además, dijo que España utilizó "pretextos ridículos" para realizar una operación de envergadura destinada al desalojo de los marroquíes del sitio en disputa.
La responsable de la diplomacia madrileña dijo que "una buena solución" podría ser el uso común de la isla de parte de la policía marroquí y de la española, para operaciones comunes contra la inmigración clandestina, el contrabando y el tráfico de armas.
La ministra dijo además que "España no tiene intención de mantener las tropas en Perejil" y está dispuesta a retirar a sus soldados del lugar si recibe garantías de Rabat de que no habrá una nueva ocupación de parte de las fuerzas armadas marroquíes. El objetivo de la operación es "volver a la situación" anterior a la ocupación del 11 de julio.

Diferencias acumuladas

El operativo de España en Perejil culminó un año de discordias sobre varios temas.
* Sahara Occidental. El rechazo de Madrid a apoyar la ocupación del Sahara Occidental por Marruecos, después que España abandonó esa colonia en 1976, ha sido una vieja espina en las relaciones bilaterales. Rabat desconfía de la insistencia de España en un referendo respaldado por la ONU para determinar si el territorio, rico en fosfatos pero escasamente poblado, debería ser independiente, como exige el Frente Polisario.
*Derechos de pesca. Fracasó el intento de renovar el acuerdo de pesquería entre la Unión Europea y Marruecos. España, que tiene la mayor flota pesquera de la UE, acusa a Rabat de darle largas a un pacto. Bajo acuerdos con naciones africanas, las flotas europeas, cuyas aguas domésticas se despoblaron por décadas de exceso de pesca, acceden a la pesquería a cambio de dinero.
* Exploración petrolera. La concesión de nueve bloques para la exploración petrolera de España a Repsol YPF en las aguas entre las Islas Canarias y la costa Atlántica de Marruecos también disgustó a Rabat. Ambas naciones nunca se han puesto de acuerdo sobre las fronteras marítimas entre las Islas Canarias de España, el sur de Marruecos y el Sahara Occidental.
* Inmigración ilegal. Marruecos es la principal ruta para los inmigrantes ilegales, que llegan a España a través del Estrecho de Gibraltar y las Islas Canarias. Se cree que más de 200.000 marroquíes viven en España, y 1,5 millones pasan por el país todos los años como trabajadores temporales.
* Ceuta y Melilla. Hay descontento de Marruecos por los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en su costa norte que no fueron cedidos junto al resto de sus posesiones norafricanas en 1956.

Foto: Marroquíes protestan contra la reocupación española.

     
     
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