Martes 16 de julio de 2002

 

 

Las protestas desbordaron al gobierno del Paraguay

 

El presidente decretó el estado de excepción, que le permite movilizar militares y restringir los derechos, en un intento por evitar la desestabilización de su gobierno. Acusan a golpistas.

  ASUNCION (AFP/DPA) - El presidente del Paraguay Luis González Macchi decretó el Estado de Excepción durante cinco días, para contener protestas de opositores que se lanzaron este lunes a las calles de los principales centros urbanos, cerrando rutas en al menos 10 puntos neurálgicos del país, en reclamo de su renuncia.
Las movilizaciones dejaron un saldo parcial de 15 heridos en Ciudad del Este (330 km al este) y en una de las entradas de Asunción, cuando la policía dispersó a unos dos millares de manifestantes que bloquearon el puente internacional con Brasil sobre el río Paraná y el acceso sur de la capital paraguaya. En Encarnación, en la frontera con Argentina, unos 4.000 manifestantes cerraron el puente internacional San Roque González hasta el mediodía del lunes sin que se registraran incidentes.
El Estado de Excepción fue anunciado por el ministro del Interior Víctor Hermosa en el Palacio de Gobierno y elevó el estado de tensión en todo el país. González Macchi no hizo declaraciones a la prensa en lo transcurrido de la jornada.
La resolución dispone "el empleo de elementos y otros medios de las Fuerzas Armadas", para "el mantenimiento de la seguridad interna" También autoriza a los militares a "realizar operaciones y adoptar todas las medidas pertinentes para el cumplimiento del cometido que se le asigna, ajustando sus actos a las normas constitucionales vigentes".
"El Poder Ejecutivo puede ordenar detenciones y prohibir manifestaciones", advirtió el presidente del Senado Juan Carlos Galaverna quien virtualmente funge de portavoz del Ejecutivo. Tras calificar las movilizaciones de ser "parte de una conspiración", Galaverna afirmó que el general Lino Oviedo -refugiado en Brasil- "pretende tumbar" al presidente Luis González Macchi para entronizar en el cargo al vicepresidente Julio César Franco.
Franco a su turno subrayó en rueda de prensa que las movilizaciones opositoras "son legítimas" e instó a sus simpatizantes del Partido Liberal a acoplarse a la protesta. Franco reclama el cargo de Presidente alegando haber sido electo en agosto de 2000 en una votación popular.
Galaverna acusó a Franco de asociarse con Lino Oviedo para propugnar la caída de González Macchi e instó al presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso a detener al popular dirigente político proscripto en Paraguay.
El Poder Legislativo fue copado por unos 500 manifestantes que lo repudiaron ante la atenta mirada de numerosos agentes uniformados antimotines.
Además de la condena por la intentona golpista en 1996, Oviedo es también investigado por la justicia paraguaya por su responsabilidad en el asesinato en 1999 del vicepresidente Luis María Argaña, que desató la renuncia del entonces presidente Raúl Cubas (del círculo íntimo de Oviedo) y la llegada al poder de González Macchi, en su calidad de presidente del Congreso. Oviedo, que figura primero en una encuesta realizada en junio, fue candidato a Presidente por el Partido Colorado oficialista y es líder del Partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace), un desprendimiento del oficialismo. Fue despojado de su nominación acusado por una corte militar de "intentona golpista".

 

     
     
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