Sábado 6 de julio de 2002

 

"No estoy loco", dice Pinochet y festeja

 

Se reunió con un senador amigo, reabrió su oficina privada y quiere viajar

  SANTIAGO DE CHILE.- "No estoy loco" dijo el ex dictador Augusto Pinochet al presidente del Senado, el demócrata cristiano Andrés Zaldívar, cuando éste lo llamó para acordar la renuncia a su cargo de senador vitalicio.
Así lo relató Zaldívar al vespertino La Segunda, al contar las gestiones que derivaron en la renuncia de Pinochet a su cargo parlamentario, tres días después de que la Corte Suprema lo sobreseyó definitivamente en el caso del operativo de represión Caravana de la Muerte por supuesta "demencia".
Pinochet, de 86 años, renunció el jueves a su cargo de senador vitalicio . Sin embargo, al dejar el Senado, Pinochet se acogió al Estatuto de los ex Presidentes de la República y adquirió un nuevo fuero protector frente a las 300 querellas que afronta por las más de 3.000 muertes y desapariciones que dejó su régimen entre 1973 y 1990.
"Creo que estaba con plena lucidez, porque en este tipo de enfermedades hay períodos más y menos lúcidos. A mí me ubicó inmediatamente", dijo Zaldívar al referir la conversación telefónica con Pinochet en la que acordó detalles de la renuncia.
"Yo no estoy loco; lo que sí, estoy con un problema de salud difícil y por mi edad, por mi vejez, no estoy en la plenitud de mis facultades", dijo Pinochet a Zaldívar. El ex dictador reapareció ayer con "gran ánimo" en su oficina privada del barrio de Providencia, al oeste de Santiago, informó por su parte el senador derechista Sergio Romero. "Lo noté muy bien, lo noté con gran ánimo", dijo Romero, del opositor Partido Renovación Nacional, luego de reunirse por más de media hora con Pinochet en su oficina de la calle Málaga.
Pinochet también le manifestó al senador que deseaba viajar a algún lugar del país, aunque no especificó el destino. Sin embargo, como es sabido, Iquique (1.857 kilómetros al norte de Santiago) es uno de sus lugares predilectos ya que ahí tiene un departamento.
Asimismo, el parlamentario indicó que le dio la impresión de que el ex dictador se siente "liberado" después de la presión que le significó el largo juicio seguido en los tribunales chilenos.
Fue la primera visita del general Pinochet a su oficina en varios meses, tras permanecer recluido en su residencia del barrio La Dehesa mientras concluía el proceso que enfrentaba por asesinatos y secuestros.
     
     
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