Martes 23 de julio de 2002

 

Hallan huellas en el laboratorio del triple crimen
 

Las descubrieron peritos de Gendarmería, quienes hicieron un relevamiento de lo actuado por la Policía rionegrina, a pedido de la querella. Ahora evaluarán si corresponden al asesino.

  CIPOLLETTI (AC)- Nuevos rastros encontraron peritos de Gendarmería Nacional en el interior del laboratorio donde fueron asesinadas hace dos meses la bioquímica Mónica García, la psicóloga Carmen Marcovecchio y la paciente Alejandra Carbajales. Algunas huellas dactilares aparecieron en la estructura de un archivo que se presume habría revisado el asesino antes de salir del laboratorio, y en una puerta.
Los técnicos relevaron otros rastros que ya habían sido localizados por la Policía provincial, como por ejemplo algunas pisadas, que serán estudiadas para tratar de identificar el tipo de calzado al que corresponden.
Los miembros de Gendarmería llegaron a la zona el jue-ves, a pedido de la querella. Ayer, luego de realizar una evaluación del material recolectado en la causa, se presentaron en el lugar del hecho para "completar", dijeron, el trabajo realizado por los técnicos de la Policía rionegrina.
Desde las 6,30 hasta alrededor de las 19,30 estuvieron en el edificio revisando todo: desde las paredes hasta los distintos elementos del interior.
"El lugar estaba muy bien conservado. Han hecho un muy buen trabajo", dijo Rolando Ma-ggiolo, jefe de la División Huellas y Rastros y de Medicina Le-gal de la Dirección de Policía Científica de Gendarmería.
Cinco personas vinieron des-de Buenos Aires en un móvil e-quipado con todos los elementos necesarios, y otro más se sumó del equipo que trabaja en el gabinete de Neuquén. Prevén estar en la zona unos nueve días.
Al finalizar la jornada se supo que hallaron nuevas huellas dactilares -al menos en un archivo y una puerta- que se deberán analizar para ver si corresponden a alguna persona ajena al laboratorio o no.
Hasta ahora los técnicos tenían una sola huella nítida detectada en la grifería de un lavabo del laboratorio. Se presume que el asesino utilizó guantes y que a último momento se los quitó para lavarse. Es posible que luego revisara un archivo en el que había documentación de poca trascendencia, como por ejemplo algunos papeles relacionados con obras sociales.
La hija de la sobreviviente Ketty de Bilbao vio al homicida cuando "revisaba un archivo" y es por eso que este hallazgo cobró interés. "El asesino sabía lo que estaba haciendo", fue la conclusión a la que arribaron los peritos al evaluar cómo se desenvolvió el matador en el lugar.
No descartan que si conocía el efecto del ácido acético, lo haya derramado sobre los rostros de las mujeres sabiendo que de esa manera también podía borrar las eventuales huellas que podría haber dejado en las mordazas.
El juez Juan Torres estuvo todo el día en el laboratorio siguiendo de cerca el trabajo del personal de Gendarmería.
Hoy se cumplen dos meses del triple homicidio y de la tentativa de homicidio de Ketty de Bilbao. El 23 de mayo las cuatro mujeres fueron atacadas en la sala de extracción de sangre del laboratorio ubicado en 25 de Mayo y Roca. Todas tenían heridas de arma blanca, lesiones de puntapies y habían sido rociadas con ácido acético. Dos de ellas -Mónica García y Bilbao- también recibieron un disparo en la cabeza.
Los investigadores no descartan la presencia de una segunda persona en el edificio. Y afirman con más fuerza que hay un "psicópata" que evidentemente actuó con premeditación.

Conformidad de la querella en la causa

CIPOLLETTI (AC)- A dos meses de la masacre, la querella está "conforme" con el avance de la investigación. José Ignacio Geréz, el nuevo abogado que representa al esposo de la paciente asesinada Alejandra Carbajales, dijo que "tenemos que trabajar en forma conjunta y aunar esfuerzos para tratar de dar con el matador. No me cabe la menor duda de que se va a llegar".
"Lo importante es avanzar con pasos firmes y después salir a hablar. Tengo muchas expectati-vas y estoy muy ansioso", reconoció el abogado. Dijo que aún no puede descartar ni afirmar si participó una segunda persona en el crimen, porque "todo depende de lo que llegue a declarar en su momento la única sobreviviente del hecho".
Geréz será desde ahora el querellante, mientras que Andrés Griffero, el primer abogado que tomó el caso, quedó como "patrocinante" de Juan Widmer.
Hasta ahora el marido de Carbajales sigue siendo el único querellante en la causa del triple homicidio y homicidio en grado de tentativa, en el que está procesado el ex presidiario Orlando Sandoval como partícipe primario del hecho.
Fue la querella la que le requirió al juez Juan Torres la presencia de peritos de Gendarmería Nacional en la zona. Querían que completara el trabajo efectuado por la policía provincial. "Tienen otra tecnología. Es complementario al trabajo que hizo la policía, que lo hizo muy bien", sostuvo el abogado.
El móvil que trajo Gendarmería es el único en Sudamérica equipado de esa manera. Costó 350.000 dólares en 1997.
La presencia de los peritos de Buenos Aires es costeada por el gobierno provincial.
   
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