Miércoles 10 de julio de 2002 | ||
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Detuvieron al presunto cabecilla de la banda |
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Creen que Giménez Cabezas, a quien capturaron junto con su compañera -también con pedido de detención- en el peaje de la ruta 7, lideraba el grupo. No descartan una "asociación ilícita". |
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CENTENARIO (ACE).- El presunto cabecilla de la organización que se dedicaba a robar casas lujosas de Neuquén y Cipolletti fue atrapado el lunes por la noche en las cabinas de peaje de Centenario. El operativo incluyó el arresto de la pareja del hombre y allanamientos en el barrio Sapere -de Neuquén capital- y Trahun Hue, de Centenario. La banda habría obtenido joyas, miles de pesos y dólares en los diferentes asaltos que se planearon y ejecutaron desde enero hasta la fecha en los coquetos barrios residenciales de la zona, en tanto ayer continuaba el inventario de la documentación, joyas y dinero secuestrados en los procedimientos. Las pesquisas indicaban que se trata de un eslabón regional de una organización delictiva mayor que operaría en Buenos Aires. Otra línea de investigación sostiene que se trataría de una banda delictiva regional que tendría amplios contactos en provincia de Buenos Aires, desde donde llegaron la mayoría de sus integrantes. El lunes por la noche en las cabinas del peaje de Centenario la policía cayó sobre "Checho" Giménez Cabezas, un chileno que ya había cumplido una condena hace seis años por robos a mano armada en la región. Al término de su paso por la cárcel, Giménez Cabezas se unió a su antigua pareja, Fabiana del Carmen Montecinos, una mujer que tenía pedido de captura por robo calificado y abuso de armas y que fue arrestada por la policía junto con Giménez Cabezas. También se encontraba detenida su hermana, Elizabeth Montecinos, quien formaría parte de la banda. Hoy continuarían los allanamientos en Neuquén capital y el procedimiento en Centenario, donde fue ubicada la casa de uno de los cabecillas, el lugar donde se planeaban los asaltos y que funcionaba de conexión con organizaciones de Buenos Aires. Por la modalidad del grupo, los investigadores especulaban que se habían topado no sólo con los autores de robos calificados sino que estarían frente a una banda a la que podrían encuadrar bajo el delito de "asociación ilícita", debido a que los contactos locales viajaron a Buenos Aires, interesaron allí a varios delincuentes especializados y los trasladaron hasta el Alto Valle para ejecutar más de 20 asaltos. Luego de los espectaculares operativos en Cipolletti el lunes, que incluyeron tiroteo, persecuciones en la ciudad rionegrina, y los allanamientos en Neuquén; los investigadores conocieron que el escondite del grupo estaba en Centenario. En el barrio Trahun Hue, un sector poblacional ubicado en el extremo oeste de la ciudad y que hace pocos años era un asentamiento, los vecinos quedaron asombrados hace un mes, cuando un Scania con acoplado -en total 30 metros- estacionó en Leopoldo Lugones y enfiló por la cuadra frente al comedor comunitario para descargar allí heladeras, ropa, equipos y muebles. La vivienda fue comprada en efectivo hace más de 20 días, en tanto los "nuevos dueños" habrían pagado con un auto y dinero contante y sonante. La operación habría sido hecha a través de una inmobiliaria o de un agente inmobiliario. En la casa se secuestró abundante documentación ayer. Los vecinos señalaron que había mucho movimiento por la noche, en tanto estacionaban autos caros que contrastaban con las bicicletas y humildes transportes de la población: camionetas 4 x 4, Gol último modelo y un Pointer, entre otros. Varios de esos vehículos -aparentemente adquiridos con todos los papeles- fueron secuestrados el lunes en el operativo conjunto que se realizó con la Policía rionegrina y que desbarató a parte de la banda, y tras lo cual se realizaron ocho detenciones, algunas en Cipolletti y otras en Neuquén. En Centenario se registraron ayer otras dos capturas, pero se trataría de dos adolescentes que acompañarían al grupo venido de Bunos Aires. La banda operaba armada y a cara descubierta desde enero, y se concentraron en los barrios residenciales de Neuquén -Jardines del Rey- y Manzanar, Capellán y San Pablo, en Cipolletti. Vigilaban las casas con antelación, y una vez que conocían los movimientos del grupo familiar, ingresaban a la vivienda en momentos en que los moradores entraban su vehículo. No acostumbraban a utilizar la violencia e iban directo al botín de su interés: joyas, dólares y pesos. Los procedimientos se extienden hoy también a Neuquén |
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