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Viernes 19 de julio de 2002 | |
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Llamativa contratación directa de una fundación |
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La aprobó el gobernador neuquino Jorge Sobisch, para hacer "asesoramiento integrado en materia fiscal a la provincia". El decreto destaca "los antecedentes técnicos y la experiencia comprobable de los profesionales de la Fundación". |
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| Mediante el decreto número 665 del 3 de mayo último el gobernador neuquino Jorge Sobisch aprobó la contratación directa, sin licitación pública, de una fundación representada por un ex funcionario del ministerio de Economía de la Nación que estaba a cargo del manejo de las relaciones con las provincias. Los honorarios convenidos, por tareas de asesoramiento fiscal, son de 40.000 pesos. El decreto fundamenta la contratación directa en lo dispuesto por el artículo 64, inciso h), de la ley de Administración Financiera y Control, en concordancia con el artículo 75 del reglamento de contrataciones. El título III de la ley mencionada dispone, en el artículo 63, que todo contrato debe hacerse por licitación pública. El artículo 64, inciso h), establece que "podrá" (no es obligación hacerlo) contratarse directamente "para adquirir, ejecutar, conservar o restaurar obras artísticas, científicas o técnicas que deban confiarse a empresas, personas o artistas especializados". Se supone que, por ejemplo, no puede concursarse la contratación de una celebridad de la medicina para dar un curso a médicos neuquinos, ni licitarse la adquisición de una obra única. El contrato se hizo con una fundación denominada "Fundación para la Integración Federal" (Funif), domiciliada en Callao 157, piso 8, de la Capital Federal. Lo firmaron el subsecretario de Ingresos Públicos de la provincia, Marcelo Raimondo, y el representante de la Funif, Hugo R. Garnero. Quien es Garnero Garnero es un contador público que durante la última gestión de Domingo Cavallo al frente del ministerio de Economía revistó como subsecretario de Relaciones Económicas con las Provincias. No es economista ni se sabe de que tenga algún reconocimiento que lo distinga entre los expertos en materia fiscal del país, que no son pocos. Tampoco es conocida la fundación que Garnero representa. Un mes después del decreto de Sobisch, el contador Garnero fue nombrado presidente del banco Suquía, técnicamente quebrado y sostenido con fondos del Banco Nación. En los considerandos del decreto que, a la vez, autoriza y aprueba la contratación directa, se expresa que los servicios de la Funif son requeridos para hacer "asesoramiento integrado en materia fiscal a la provincia", particularizado en el sistema de coparticipación federal de impuestos. El decreto destaca "los antecedentes técnicos y la experiencia comprobable de los profesionales que integran la fundación". Pero no los menciona. |
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