Ardiles es el nuevo conductor de Rácing

El cordobés regresa al fútbol argentino tras 24 años de exilio.

Despedida con algo de fastidio

La despedida de Reinaldo Merlo como entrenador de Rácing Club se produjo ayer por la tarde entre la emoción compartida con los jugadores y el fastidio producido por las diferencias con el gerenciador Fernando Marín que motivaron el alejamiento.
Si bien Merlo trató de descomprimir el clima imperante en el predio Las Marías, de la localidad bonaerense de Escobar, su malestar fue inocultable y corroborado por allegados en la intimidad.
Ante la prensa, el entrenador declaró que no le fue fácil tomar la determinación y la comparó con una ruptura sentimental de pareja.
"La verdad es que me costó mucho tomar la decisión. Esto es como cuando una pareja se separa", expresó, al término de su última práctica.
El ex director técnico de los seleccionados juveniles llegó al predio cerca de las 15, saludó uno por uno a sus jugadores y les agradeció todo el esfuerzo que pusieron durante su gestión, comenzada a principios del 2001.
Posteriormente, Merlo, quien se alejó junto con su colaborador René Daulte, enfrentó a la prensa, formuló sus declaraciones de rigor y saludó individualmente a cada cronista.
Merlo insistió en que su salida de Rácing se produjo en "buenos términos" con Marín aunque en la intimidad las versiones lo desmientan.
Fuentes del cuerpo técnico afirmaron que "Mostaza" advirtió que su palabra había perdido peso entre la dirigencia y que Marín, al no escuchar los pedidos del entrenador, provocó su renuncia. (AR y Télam).