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 Mientras conocedores del fenómeno ovni sostienen que la mutilación de vacunos y otros animales que se registra en varias provincias, es obra de extraterrestres y otros adjudican el fenómeno al legendario "chupacabras" o a presuntos operativos de helicópteros de la NASA, se refuerza ahora una teoría: la responsable sería una avispa carnívora de origen alemán, am- pliamente conocida en la región como "chaquetas amarillas".
Las chaquetas amarillas atacan al ganado doméstico que presenta heridas, en el momento de la parición o durante el ordeñe.
"La vépsula germánica es más peligrosa en otoño que en el resto del año debido a que los zánganos, antes de morir, salen a ata-car", dijo el estudioso Francisco Gayol, y precisó que los expertos del "INTA de Bariloche estudian a estas avispas desde 1980".
"La avispa carroñera europea es considerada una plaga fuera de control en Argentina por la fundación Vida Silvestre Argentina", añadió.
"Que las culpables de las mutilaciones son estas avispas, es una teoría más que una hipótesis -explicó- a la que llegué con datos que es muy fácil de encontrar en Internet, con información de Australia y Estados Unidos".
En información publicada por "Río Negro" en enero se indicó que una experta ejemplificó que "cuando la densidad de chaquetas es muy grande, dejan el carozo de cereza colgando del árbol", y alertaba sobre "las graves consecuencias que puede acarrear un ataque masivo a un ser humano".
A diferencia de las abejas, estas avispas que muerden y pican sobreviven a las picaduras, porque tienen aguijón liso.
Los investigadores aseguran que las colonias mueren en invierno y que sólo las reinas sobreviven, lo que haría que falte muy poco para que terminen las matanzas de animales. Según el INTA entonces habrá llegado el momento de atacarlas para evitar que vuelvan a reproducirse.
Se supone que la especie es originaria de Europa, que de allí llegó a los Estados Unidos y que en algún barco carguero, pasó desde San Francisco a Valparaíso y cruzó la cordillera.
Según publicó "Río Negro" en enero, el primer avistaje en Argentina se produjo en 1980 en Andacollo, a unos 60 kilómetros al oeste de Chos Malal y a 30 de la frontera con Chile, y sorpren- dió la velocidad con que se expandió por toda la región: un año después se habían establecido desde Aluminé hasta Epuyén, invadiendo tres provincias.
Los científicos niegan la teoría de que estas avispas hayan sido importadas para combatir a los tábanos y a las tijeretas y aceptan que pueden picar a personas y animales -sobre todo en heridas expuestas- para proveerse de proteínas con las que alimentan a sus larvas, dado que las obreras no las pueden digerir. (Télam/AB/AR)
De gustos y costumbres
El aspecto de la "chaqueta amarilla" es similar al de la abeja y aunque su cuerpo es de color amarillo y negro usualmente se las confunde. Los nidos o colonias de hasta 4 mil individuos son construidos por una reina fundadora, fecundada en otoño que sobrevive al invierno bajo la corteza de un árbol u otro sitio protegido. Esos nidos, subterráneos o aéreos, son construidos en una pasta celulosa que las avispas elaboran con fibras vegetales. Los hacen en huecos o madrigueras ya construidos, o en paredes o altillos.
Se alimentan con carbohidratos, proteínas y agua. Los primeros los obtienen de mieladas y frutos maduros en descomposición, y las proteínas las incorporan al predar sobre invertebrados o restos, y atacando agresivamente colmenas de abejas y ganado doméstico que presente heridas. Sus hábitos necrófagos las hacen cohabitar con los humanos en áreas urbanas, alimentándose con desperdicios o comida desprotegida, y pueden llegar a morder a personas.
Los expertos señalan a la apicultura como la actividad más perjudicada por las chaquetas amarillas y en segundo lugar a la fruticultura, pero en Bariloche afectan de manera especial al turismo, porque constituyen una molestia para actividades al aire libre. (AB)
En Bariloche desarrollaron un cebo para combatirlas
Expertos de la estación local del INTA lograron reducir la abundancia de avispas chaquetas amarillas mediante la colocación de cebos tóxicos y la destrucción puntual de sus nidos, según un amplio informe que publicó "Río Negro" el pasado 7 de enero.
En base a las experiencias acumuladas por los científicos locales, que demostraron que la abundancia de avispas puede reducirse en un 80 %, los procedimientos de control deben efectuarlos los propios vecinos, pero hay que aclarar que el problema se alivia solamente durante el verano en que se apliquen, y deberán repetirlo en cada temporada, se explicó.
El equipo formado por Juan Corley, Paola D"Adamo, Mariana Lozada y Paula Sackmann, consiguió elaborar un cebo que el INTA vende en dosis experimentales a 3 pesos, y produce muy buenos resultados.
Los nidos subterráneos son más fáciles de eliminar, inundándolos con gasoil u otro combustible y tapando la entrada, pero los aéreos o los construidos dentro de una casa requieren mayores precauciones.
Al inyectar un insecticida pueden buscar otras salidas e introducirse en la vivienda, por eso es más recomendable el cebo del INTA, usándolo correctamente. (Redacción central)
Un caballo muerto no tenía ningún órgano
CHOELE CHOEL (AVM).- Los hallazgos de animales mutilados en el Valle Medio se siguen sumando. Mientras, los investigadores se topan con sorpresas con cada nuevo hallazgo. Ayer se encontraron dos nuevos animales, mientras que se comprobó que a un animal hallado el fin de semana le faltaban todos los órganos.
En efecto, ayer se informó que el caballo hallado el domingo estaba literalmente vacío por dentro. Cuando el dueño del campo, Oscar Navarro, y los trabajadores del establecimiento encontraron el animal a este sólo parecía faltarle un ojo, los testículos y el recto. Incluso así, haciendo un examen ocular, lo había comprobado el veterinario Carlos Montobbio.
Lo más sorprendente se conoció ayer a la mañana, cuando los peones abrieron al animal y comprobaron que no tenía ningún órgano, es decir sólo tenía las costillas. El caso llama la atención porque el animal sólo tenía dos orificios, de poco tamaño.
Ayer otros dos ganaderos denunciaron haber encontrado dos vacunos en sus campos con heridas similares a las que presentaban las vacas encontradas hasta el momento, les faltaban un ojo, la lengua y otros órganos.
El primero de los casos se dio en el campo de Oscar Segatori, quien la semana pasada había encontrado dos vacas mutiladas. Los dueños del campo habían notado la ausencia de un toro en los últimos días por lo que comenzaron una búsqueda por el campo, hasta que se toparon con el animal mutilado. El establecimiento de los Segatori está ubicado entre Choele Choel y Río Colorado.
El segundo hecho denunciado ayer fue en la propiedad de un familiar de Segatori, también con las mismas características. En este caso se trata de una vaca.
Los animales encontrados hasta ahora en la región son cinco, aunque hubo al menos tres casos más que no pudieron ser confirmados oficialmente.
Por su parte, la gente del campo y los veterinarios de la zona coinciden en resaltar que en la región hay más animales mutilados en la comarca que aún no han sido encontrados.
Un caso distinto en La Pampa
SANTA ROSA (Télam)- Un total de 46 animales vacunos fueron encontrados muertos en las últimas horas, en un campo ubicado a cinco kilómetros al norte de Colonia Inés y Carlota, 60 kilómetros al noreste de Santa Rosa, presumiblemente por una intoxicación, lo que desvincula el hecho de las misteriosas muertes ocurridas en diversos predios pampeanos.
Los animales muertos, 44 vacas y dos toros Holando Argentino, de unos 350 kilogramos, fueron hallados en el campo "La Primavera", adonde el tambero Marcelo D"Espósito había derivado un lote de 77 animales para capitalización y recría.
Debido a la falta de coagulación y el estado de los órganos que presentan los vacunos, los veterinarios que analizaron los casos señalaron que podría tratarse de una intoxicación o de un envenenamiento.
Para realizar un análisis más detallado de los casos, uno de los animales fue derivado a la Facultad de Ciencias Veterinarias, en tanto que diversas muestras de tejidos, ganglios, bazo y del hígado, son analizados en un laboratorio de la ciudad de Santa Rosa. Marcelo D"Espósito es un tambero que en el marco de la protesta del sector que reclamó por la suba del precio de la leche regaló, meses atrás, miles de litros de leche entre familias carenciadas de Santa Rosa. |
