Domingo 23 de junio de 2002

 

El terrenal origen de la divinidad

  Existe otra interpretación sobre la loba que amamantó a Rómulo y Remo.
  La loba romana, símbolo de la "ciudad eterna", que según la leyenda amamantó a los míticos gemelos Rómulo y Remo, habría sido, en realidad, una prostituta.
El mito sacro de los gemelos, abandonados a orillas del Tíber y salvados por la famosa loba, no habría sido más que una forma de cambiar una realidad infamante y otorgar una descendencia divina a los ciudadanos de Roma.
Sobre el significado sagrado de la loba, que en la religión pagana era un animal consagrado al dios Marte -padre de los recién nacidos según la leyenda-, pesa el significado profano que deriva del término latino "lupa", que equivale a "prostituta". Una prueba de ello es el hecho de que los prostíbulos de la antigua Roma se llamaban lupanares. Los dos gemelos, según esta maligna interpretación, habrían sido criados por una prostituta, que también habría podido ser su madre, una ex vestal que perdiera su posición al unirse carnalmente con el dios Marte.
La loba fue inmortalizada en una magnífica escultura de bronce, que se exhibe en el palacio de los Conservadores en el Capitolio, sede del municipio de Roma. La escultura sería de origen etrusco y se remontaría al siglo V a.C. Originariamente presentaba también las figuras de Rómulo y Remo, destruidas en el 65 a.C. por un rayo. Sobrevivió a las invasiones bárbaras y a la incuria medieval.
En pleno medioevo fue colocada en la iglesia de San Juan de Letrán, donde permaneció hasta que en 1473, en el plan de reestructuración de la plaza del Capitolio, el Papa Sixto IV la hizo instalar en el palacio de los Conservadores. Sixto IV también se ocupó de la restauración de los dos gemelos, que fueron recreados en bronce por el escultor Antonio Pollaiolo, y que constituyen la versión recreada en cientos de postales turísticas.
En 1586, la escultura fue colocada en un pedestal en el centro de la habitación, donde permanece hasta el día de hoy, siempre en el palacio de los Conservadores.
En 1930, en pleno auge del fascismo, los habitantes de Roma podían contemplar a una loba verdadera encerrada en una jaula en un jardín del Capitolio: era el orgullo del municipio, el emblema de la ciudad, el mejor modo de recordar a los romanos el origen divino de la metrópoli. (ANSA)
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación