El fuego de San Juan junto al Limay

Un millar de personas se reunió para la tradicional fogata y quema del muñeco

NEUQUEN (AN).- Fueron los chiquitos del jardín de infantes 182 los que más mensajes cargaron en las pequeñas palomitas de papel. A las maestras les tocó escribir los pedidos, que viajaron a través del fuego como una plegaria, a puro sentimiento.
"Que no haya más crisis en la Argentina, que los chicos tengan para vestirse y que no tengan más frío, que los nenes puedan jugar sin tener hambre y que no haya guerras", son algunos de los mensajes que recuerda haber leído la vicedirectora de la escuela primaria del barrio Jardínes del Rey, Lil Ross.
Los mensajes, los pedidos y la fiesta vecinal número 14 en ese sector ribereño de esta ciudad reunió a un millar de personas quienes, una vez más y quizá con más fuerza que otros años, dieron vida al festejo de San Juan.
La festividad, en realidad, es el próximo lunes pero en Jardínes del Rey optaron por anticiparlo, sobre todo para poder hoy dejar el parque de la ciudad en perfectas condiciones.
"Decidimos anticiparlo por varias razones, una de ellas fue porque el viernes es el día ideal para los chicos de las dos escuelas (la primaria 182 y el secundario CPEM 34) y la otra porque hoy tenemos el equipo de sonido de la municipalidad, algo que el lunes era un poco complicado", afirmó María Laura Gaido, la presidenta de la comisión vecinal de Jardínes del Rey.
Fueron también los chicos los encargados de construir una enorme paloma de papel -de casi cuatro metros de largo- que fue diseñada por la artista plástica Silvia Pérez, otra vecina de la zona.
Es que el festejo de San Juan tiene su marca registrada en el barrio que da las espaldas al río Limay. A la quema de la paloma de la Paz y de las pequeñas palomitas siguió la cocción de papas que los chicos ensartaron en varillas de álamo que ubicaron sobre la brasas.
Sólo algunos pibes consiguieron el objetivo: Los más se quedaron masticando el almidón que indefectiblemente chorreaba de las papas crudas.
"Los chicos pidieron cosas que tienen directa relación con la situación que estamos viviendo, en general para nosotros es una forma de juntarnos y de quemar la mala onda. San Juan se espera muchísimo en este barrio, durante los días previos no se habla de otra cosa", explicó Gaido al tiempo que brindaba con un vecino de nombre Jorge.
Por el frío y por una mayor seguridad, la quema del muñeco se hizo a las ocho de la noche y a la par de una choriceada que comandó el diputado Aldo Duzdevich, añejo vecino del barrio y experto asador. Duzdevich, a la par que controlaba que las llamas no se devoraran las ristras, describió los santísimos y distintos contenidos que tienen la festividad y la paloma de la Paz. En total, con el aporte de todos los vecinos, se reunieron unos 40 kilos de chorizos, que se hicieron pocos.
Hace algunos años, el anuncio del festejo, alentaba a los amigos de lo ajeno a visitar a los vecinos en ausencia. "Este año tenemos la garantía de la custodia de la Policía que está haciendo una recorrida permanente", explicó Guillermo Bayón con su hija de tres años enrollada a su cuello. La noche de ayer fue muy larga, pero más larga será la del lunes cuando los mapuches festejarán su año nuevo y los católicos la natividad de San Juan Bautista.

Foto: La fogata en que se quemaron una gran paloma de papel y otras muchas pequeñitas de los niños de jardín. El sentimiento de todos: aventar la crisis.