Miércoles 19 de junio de 2002
 

"No se descarta que sean prácticas esotéricas", dijo Cané

 

Para el titular de Senasa, los casos no tienen lógica

  VIEDMA (AV).- El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) envió a La Pampa un equipo de expertos con el propósito de dilucidar qué ocurrió con las mutilaciones de animales vacunos.
El traslado de profesionales pertenecientes al laboratorio central del organismo, del departamento de Patología e inspectores de frigoríficos, tuvo por cometido analizar científicamente los distintos tipos de cortes e incisiones que sufrió el ganado, principalmente en esa provincia considerada la zona caliente, ya que allí se produjeron 34 casos.
Los enviados aprovecharán la visita para intercambiar opiniones con expertos en sanidad animal de esa provincia y con técnicos de la facultad de Veterinaria pampeana ubicada en General Pico.
El titular del Senasa, Bernardo Cané, dijo en Viedma que "existen una cantidad de cosas formales y paralelamente una serie de creencias populares que están alborotadas".
Casi risueñamente dijo que "la gente en La Pampa no sale de sus casas, le teme al famoso "enano verde" (en obvia referencia a los ovnis que no descartó), y están muy preocupados".

Enviaron una auditoría

En cuanto a su opinión de los casos, mencionó que "hay que tomar las cosas con la mayor amplitud posible, mandamos una auditoría para revisar casos, porque todo por ahora se trata de versiones orales".
Agregó que "hay veterinarios del Senasa que vieron cosas extrañas como mutilaciones de órganos, como la falta de lengua y ojos o cauterizaciones".
Consideró que "nada parece muy lógico, natural o explicable, obviamente tiene que ver con lo que pareciera más sencillo que sea algún hecho vinculado al cuatrerismo".
Sin embargo, estimó como otra teoría que pudiera tratarse de casos "ilógicos" porque "dejan lo más atractivo para el consumo, lo que cual pudiera ser algún tipo de prácticas esotéricas que no es descartable".

Dos sospechas en Patagones

Una vaca fue encontrada mutilada con incisiones perfectas en un campo del partido de Patagones, perteneciente a la familia Córdoba, ubicado a 45 kilómetros al Norte en dirección hacia Bahía Blanca.
El veterinario maragato Gustavo Rivera Tintori, quien revisó el vacuno, explicó a "Río Negro" que pudo observar cortes en la zona de la ubre que fue totalmente extirpada y la extracción del cuero de los pezones.
En cuanto a los cortes en el maxilar, observó un corte perfecto, más la extracción de la lengua.
Consideró que los ojos pudieron haber sido extraídos por aves de rapiña, pero a su criterio y en base a su experiencia, estimó que las extirpaciones no fueron practicadas por un animal argumentando que no se vieron "desgarros".
El veterinario le llamó la atención que en la zona de la ubre no había olor putrefacto, y comentó que cuando el propietario del campo descubrió el animal muerto, recorrió los alrededores y encontró otra con las mismas características.
   
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