 |
||
 |
Sábado 15 de junio de 2002 | |
|
¿Alguien quiere comprar el Coliseo? |
|
Polémica en Italia por los nuevos planes del gobierno. |
||
| "¿Será vendido el Coliseo a los japoneses?", se pregunta un periódico italiano. Suena a broma, pero no lo es, aclaran preocupados políticos, expertos en arte y ecologistas italianos. Y es que el gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció que transferirá todo el patrimonio estatal -desde los edificios con valor histórico hasta las playas- a una nueva empresa llamada "Patrimonio Estatal SA". De esa manera, se pretende aligerar el presupuesto estatal, porque las inversiones en el futuro ya no pasarían formalmente por él, según el gobierno. Este es un nuevo truco con el que Italia quiere cumplir más fácilmente los criterios del pacto de estabilidad de la Unión Europea, opinan los críticos. El Senado en Roma ya aprobó el jueves los planes del gobierno. Pero hay una cosa que indigna especialmente a los expertos en arte y a los ecologistas: Según la nueva ley, el gobierno también creará una "Infraestructura SA", a la que pueden ser transferidos todos los bienes de la "Patrimonio Estatal SA". Esta segunda empresa estará abierta al capital privado. Por lo tanto, inversores internacionales pueden comprar acciones o directamente monumentos. Con los ingresos, se financiarán las obras del Estado, como, por ejemplo, el gigantesco puente colgante entre la península y Sicilia. Y al mismo tiempo, el presupuesto estatal italiano es aligerado. Pero incluso dentro del gobierno esta nueva reglamentación generó descontento. El secretario de Estado de asuntos artísticos, Vittorio Sgarbi, protestó contra una posible venta de propiedades estatales, pero permanecerá en el cargo porque, según dijo, quiere proteger el patrimonio estatal. Sgarbi ya recibió el apoyo de políticos opositores. El secretario presionó en vano para que los bienes culturales del país fueran eliminados de la nueva ley. Nunca deben pasar a formar parte de "Infraestructura SA", porque entonces incluso el Coliseo o la Fontana di Trevi pueden ir a parar a manos extranjeras, advirtió. El ministro de Cultura, Giuliano Urbani, no opina lo mismo. "Todos los tesoros artísticos del país están protegidos por la Constitución, Sgarbi debería saberlo", subrayó Urbani. Pero con estas palabras no pudo tranquilizar a los críticos. "Quién sabe cómo se interpretará la ley en unos años", dicen estos. La presidenta de la agrupación ecologista FAI, Giulia Maria Mozzoni Crespi, considera que los más amenazados no son el Coliseo u otros símbolos italianos conocidos en todo el mundo. "Podrían venderse a extranjeros otros bienes culturales menos conocidos", teme. (dpa) |
||
|
® Copyright Río Negro Online - All rights reserved
|
||
|
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación |
||
 |
|
|
 |
||